La Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) citó a un congreso de modo urgente para este lunes, a las 11, en Villaguay. La convoatoria se conoció este domingo, un día después de que el titular del Juzgado Laboral N° 3, José Antonio Reviriego, acogiera favorablemente un planteo hecho por el Gobierno el viernes, y dictara la conciliación obligatoria en el conflicto docente.
La convocatoria, hecha así, con los tiempos exiguos, ya genera polémica hacia el interior de Agmer: dos agrupaciones anticipan que irán con la moción de rechazar la conciliación judicial y cumplir con el mandato del congreso del viernes, en Colonia Avellaneda, que votó paro para martes y miércoles. De modo que en el congreso de este lunes, en Villaguay, pondrá en discusión el reparto de fuerzas a favor o en contra de la conciliación dictada por la Justicia.
¿Cómo se reparten las fuerzas en el congreso?
Los congresales suman 126, repartidos así: Integración por un Agmer de Todos más la aliada Isauro Vive, de Concordia, tiene 66 congresales; el resto de las agrupaciones, con la Rojo y Negro a la cabeza, 60. De esos 60, 47 son Rojo y Negro, y 13 se dividen entre Ñandubay, Lista Blanca y la Agrupación Fuentealba. Casi todo el arco opositor en Agmer lleva mandato de rechazo a la conciliación.
La conciliación dictada por el juez Reviriego, que se extenderá por 20 días hábiles, apunta a poner paños fríos en la trabajada negociación salarial entre Gobierno y docentes. Después de seis sucesivos encuentros, no hubo tregua, y luego de seis huelgas docentes en el primer mes del ciclo lectivo, Agmer había votado un paro de 48 horas para martes 10 y miércoles 11. El punto de desacuerdo gira en torno al porcentaje de actualización salarial. La última oferta, del 15%, en tres tramos, no satisfizo a los maestros.
El congreso citado en Villaguay deberá votar el acatamiento a la conciliación y la disposición del gremio a ir a la audiencia de conciliación citada para este martes, a las 17, por el juez Reviriego. Sin embargo, hay antecedentes contrapuestos. En 2008, la entonces titular del Juzgado Laboral N° 3, Nancy Bautista, dictó la conciliación obligatoria, también por un plazo de 20 días hábiles, pero un congreso de Agmer dispuso desoír la medida judicial.
A finales de agosto de ese año, un congreso provincial que se reunió en Santa Elena decidió no acatar la decisión de la jueza, y apelar su resolución, con lo cual la resolución judicial no tuvo efecto, y los dos días de paro votados se ejecutaron.
En 2015, al inicio del ciclo lectivo, otra vez se suscitó un conflicto con el entonces gobernador Sergio Urribarri. La jueza laboral Gladys Pinto dictó la conciliación obligatoria por 20 días hábiles y, sometida esa decisión a evaluación por un congreso de Agmer, la votación fue ajustadísima: El 2 de marzo de 2015, un congreso Agmer reunido en Diamante aceptó, a regañadientes, acatar la conciliación obligatoria, y levantó las cinco jornadas de huelgas que había votado para el inicio del ciclo lectivo de ese año.
Entonces, la decisión de acatar la conciliación se impuso por 54 votos a 52.
Ahora, la opositora Agrupación Rojo y Negro de Agmer se quejó por el «apuro» de la conducción provincial del sindicato por convocar a un congreso. «A una orden judicial ilegítima por el proceso en que fue dictada, pretenden responder sin la legitimidad de la decisión de los trabajadores. Legitiman inclusive, el incumplimiento de los acuerdos paritarios. Con la vieja y antidemocrática costumbre de cerrar listas de oradores cuando es vital poner esfuerzo en los consensos, refuerzan los vicios antidemocráticos. No se protege ninguna “institucionalidad” haciéndole los mandados al autoritarismo de Macri y Bordet», señaló la Rojo y Negro.
Y agregó: «Así como un decreto no cierra un conflicto; tampoco una resolución impuesta sin debates en las escuelas, sin la voz de los trabajadores puede representar la voluntad de las mayorías. No repitan viejos errores, algo habrán aprendido del ejemplo de Diamante. Aquel congreso a espaldas de miles de docentes movilizados abrió una herida en el vínculo con los afiliados que sólo se cierra con el respeto a la voluntad que surge de las mayorías docentes».
La Agrupación Ñandubay, de Federal, planteó: «Es posible que un nuevo apresuramiento para llamar a congreso por parte de la comisión directiva central intente limitar los tiempos de asamblea y minimizar el debate entre «aceptar-rechazar» conciliación obligatoria. No está demás mencionar que ni siquiera hubo reunión la comisión directiva central, por lo que hablamos de decisiones de mínima participación. Independientemente de esto, creemos que nuestro verdadero debate debe darse en torno a si corresponde y cuándo la conciliación».
La agrupación Conti Santoro, de la costa del Uruguay, planteó, sin vueltas, un rechazo a la conciliación judicial; en igual sentido se pronunció la Carlos Fuentealba, que es minoría en la conducción de la seccional Uruguay de Agmer.
La hora de la verdad, sin embargo, será el congreso de este lunes, en Villaguay.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.