Sus vidas, desde aquel día, cambiaron inexorablemente.
Quizá no lo supieron entonces –cómo saberlo—pero ese día, aquel día, era el primer día de una vida con otra rutina.
C, de 12 años, y su hermana C, de 10, pasaron ese día, aquel día, de una vida familiar rearmada a estar al cuidado de extraños, y frente a una fiscal y a una defensora, después.
Fue después de ese día, el 2 de diciembre de 2016.
Fue una mañana de diciembre.
Un grupo de empleados de una repartición municipal ubicada en calle Alem, alertó a la Policía y al Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) de lo que juzgaron una situación extraña, irregular: adentro de una camioneta Toyota, estacionada cerca, había un nene solo que había pasado así, solo, durante horas.
Llegó la Policía, llegó el Copnaf.
El auto tenía las puertas abiertas.
El nene se bajó, y empezaron las preguntas. Cómo había llegado hasta ahí, quién lo había dejado, por qué había pasado tantas horas –aproximadamente 4—sin compañía de un adulto.
Después de las preguntas, llegaron las certezas: se estaba frente a un presunto caso de maltrato infantil. Y lo que siguió fue la intervención de la Justicia.
Ese fue el escenario que los técnicos del Copnaf anoticiaron.
El chico había sido dejado allí por el abogado Martín Navaro, que entonces era asesor legal de la Defensoría del Pueblo de Paraná, cargo que perdió después de que se desatara el escándalo. Navarro explicó que había acudido al trabajo junto al chico, y su hermana, una nena de 10 años. La nena había bajado con él a la Defensoría; el chico, se había quedado durmiendo en la camioneta.
Pero el nene pasó varias horas en la camioneta, mientras Navarro siguió con su rutina.
Los dos nenes, hermanos, estaban en guarda preadoptiva en la casa de Navarro y su esposa, Viviana Almada, pero ese mismo viernes 2 fueron apartados del hogar y puestos al cuidado de una mujer y después de una familia guardadora, pero finalmente fueron derivados a un hogar de menores de Concordia.
Ahí están todavía.
Se abrió una causa penal, tras la denuncia de la defensora Lorena Cali. E intervino la fiscal Natalia Tafarel. La causa, más de dos meses después, no ha derivado en ninguna medida, a no ser la resolución de exclusión de los adoptantes, Navarro y Almada.
Mientras, quedó en suspenso el trámite de adopción definitiva, que se tramita en el Juzgado de Familia de Diamante.
El 1° de octubre de 2013, la entonces jueza de Familia de Diamante, María Eleonora Murga –ahora jueza de Familia N° 3 en Paraná– firmó una resolución contraria a las recomendaciones de los equipos técnicos.
Murga autorizó el inicio del período de vinculación de los hermanos con el matrimonio de Martín Navarro y Viviana Almada, a quienes les otorgó la guarda preadoptiva el 11 de diciembre de 2014.
Lo hizo en contra de las opiniones de los técnicos.
Según el defensor general Maximiliano Benítez, “hubo una clara oposición al otorgamiento de la guarda”.
Se opuso la entonces defensora de menores de Diamante, Noelí Ballhorst; se opuso el Registro de Adoptantes.
La jueza Murga hizo otra cosa, contraria a las recomendaciones. Aunque no formalizó la entrega en guarda definitiva. Ese trámite quedó congelado en la Justicia de Familia de Diamante.
La actual jueza Ana Cristina Quinteros Fagetti aguarda que se resuelva la causa penal contra Navarro-Almada, pero esa causa no registra avances significativos.
Mientras, los dos hermanos siguen alojados en un hogar de Concordia. En tanto, la Justicia tarda en expedirse.
En medio, se venció una medida excepcional que había pedido a la Justicia el Copanf: que el matrimonio Navarro-Almada no se acerque a los nenes.
La Justicia dispuso una perimetral por 60 días, que ya venció, y hubo que renovarla. El 5 de febrero, el Copnaf pidió otros 60 días. Vencido ese plazo, el futuro de los hermanos deberá ser resuelto.
En medio, el matrimonio Navarro-Almada se presentó en el Juzgado de Familia de Diamante y pidió que le sean devueltos los chicos que tuvieron consigo hasta diciembre pasado. La petición no prosperó.
Pero la Justicia deberá resolver, más temprano que tarde, el futuro de los chicos: si los autoriza a volver con los Navarro-Almada, o los inscribe en una nueva lista de niños en condiciones de ser adoptados.
En ese caso, los hermanos tendrán que volver a empezar.
Otra vez.

De la Redacción de Entre Ríos ahora.