Luego de las doce horas de debate en el congreso de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) que se desarrolló este lunes en Villaguay, y que concluyó con una votación ajustada en la que se impuso la moción de acatar la conciliación obligatoria dictada en el conflicto salarial por la Justicia Laboral, se instaló la polémica hacia el interior del mayor sindicato de los maestros en la provincia.

El resultado de la votación del congreso expresa las divisiones internas: 65 congresales -todos del oficialismo provindial de la Lista Integración por un Agmer de Todos más la Isauro Vive que conduce la seccional Concordia- levantaron la mano para acatar la conciliación que dictó el sábado el juez laboral José Antonio Reviriego a pedido del Gobierno. En sentido contrario, 60 congresales -Rojo y Negro; Lista Blanca, de Victoria; Ñandubay, de Federal; y la Fuentealba, de Uruguay- mocionaron por no acatar la conciliación.

En realidad, esa era la alternativa de hierro que discutió el congreso. Y resolver el asunto insumió un debate que empezó a las 11 y concluyó pasadas las 23,30. El gremio no sólo votó acatar la resolución judicial, sino además concurrir, este martes, a las 17, a la audiencia de conciliación que citó el juez Reviriego, y, va de suyo, suspender los paros de este martes y miércoles.

Concluido el congreso, la agrupación Paulo Freire -un desprendimiento de la Rojo y Negro que integra la coalición que conduce Agmer provincial, junto a Compromiso Docente y la histórica Lista Celeste- salió a cuestionar a sectores, que no identificó, que «pretenden instalar que la disputa era si acatamos o no un fallo judicial. Por eso levantan la voz diciendo que el acatamiento del fallo es abandonar la lucha. También salen a cuestionar un congreso que se convocó para darle participación a las 17 seccionales».

«Los que militaron el desacato son los mismos que impulsaron disputar en el ámbito judicial los descuentos por día de paro y nos condujeron a la derrota. Son los mismos que le dieron a la patronal los argumentos jurídicos para aplicar hoy los descuentos», dijo la Freire, y se entiende que los dardos se dirigente hacia la Agrupación Rojo y Negro.

«Los que hablan de abandonar la lucha son los que levantaron la toma del CGE el mismo día que el gobierno de Macri reprimía a los compañeros de Ctera en Buenos Aires en el 2017. Los que militan el desacato nunca conquistaron ningún derecho para los trabajadores de la educación. Por eso hablemos con claridad: esta conducción sindical viene a disputar salarios dignos para los compañeros. No a conducirlos a la derrota».