La cerveza en envases de plástico llegó a Paraná.

Ya no en envases de vidrio. Ya no en latas.

No. La tendencia ahora que busca imponerse es la cerveza “en plástico resistente, flexible y aprobado para uso alimenticio”.

Antes eso era una práctica de kioscos de barrio, y de negocios que buscaban las reglamentaciones que prohíben la venta de alcohol a menores. La ordenanza N° 8.385, sancionada en 2002 por el Concejo Deliberante de Paraná, prohíbe la venta de alcohol a menores de 18 años.

Una vía para pasar por alto esa veda fue la venta de bebidas en envases descartables: con la veda impuesta por ordenanza, se popularizó la venta de cerveza “suelta”, en envases descartables de gaseosa.

Pero ahora, la venta de cerveza “suelta”, que era patrimonio exclusivo de kioscos de barrio, se extiende a la movida más “cool” de la ciudad, y la cervecería top de Paraná lanzó esta semana la venta en envases de plástico, descartable.

Los envases tienen nombre de tendencia fashionista: “globeer”.

“Desde hoy podes llevar las mejores cervezas de Russell a donde quieras, de una forma simple, económica y descartable.

GLOBEER™: plástico resistente, flexible y aprobado para uso alimenticio.

Solo por hoy: promo por 50 pesos cualquiera de los estilos (500cc). En los próximos días nos están llegando los Globeer XL de 1500cm3 para que puedas disfrutar también con amigos.

Pedilo junto con el sorbete!”, dice la promoción que lanzó Russel Beer Pub, el siempre concurrido local ubicado en Salta al 300.

Aunque la tendencia que procura imponer la venta de cerveza en envases de plástico tiene algunos años de experimentación.

En Japón las botellas de plástico han estado en uso desde el 2010 en vinos, y en 2015 comenzaron a experimentar con la cerveza.

El envase plástico pudiera tener problemas para retener el gas que hace efervescente la cerveza, por lo que el vidrio y el aluminio han prevalecido. Tres años atrás, Heineken se había anotado un logro importante cuando se acogió a los lineamientos del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, que exigían utilizar productos lo más sustentables posibles, publicó un informe de la BBC.

En esa oportunidad lanzó una edición especial de cerveza embotellada en polietileno tereftalato (o PET, por sus siglas en inglés).

La botella era de 330 mililitros y repetía el diseño y el color de la botella tradicional de vidrio de la empresa.

En total, según el reporte de sustentabilidad de la empresa holandesa, se sirvieron unas 1.6 millones de cervezas Heineken en botellas PET, las que posteriormente fueron recicladas para la producción de fibras de poliéster.

Pero más allá de las razones ambientales, la razón fundamental tenía que ver con la seguridad, que siempre ha sido una preocupación cuando se expenden productos en envases de vidrio o aluminio durante eventos de grandes magnitudes.

Por ello, los envases de plástico han estado sobre la mesa para la industria cervecera desde hace tiempo.

Las botellas de plástico son más ligeras y duraderas que las de vidrio.

El envase de la cerveza requiere colores opacos, para evitar que la luz del sol afecte la composición del sabor. Sin embargo, el plástico no impide que permeen gases como oxígeno y dióxido de carbono, lo cual impacta directamente el sabor que tiene la cerveza.

En otras palabras, la cerveza se puede quedar sin gas antes de destaparla, porque el dióxido de carbono que contiene la bebida y la hace efervescente se escapará más fácilmente que en un empaque de vidrio o metal.

El vidrio también ofrece un beneficio adicional: genera un sabor neutro, dado que químicamente no interactúa con el líquido.

En cambio, el PET sí incide sobre el sabor. Por ejemplo, en condiciones normales de almacenamiento los líquidos embotellados con PET adquieren un nivel no riesgoso de antimonio, un químico utilizado para formar el plástico.

Pero, si la temperatura se incrementa, también lo hará el antimonio en tu bebida, lo cual puede producir irritación de los ojos y los pulmones, y causar problemas respiratorios, del corazón y del estómago.

Las latas de aluminio tienen en su interior un recubrimiento especial para evitar que el aluminio pase a la bebida.

La otra razón por la cual el plástico no se ha consolidado es por el color. Productos como la cerveza requieren de colores opacos que impidan que la luz del sol afecte la composición de la bebida.

Yoshinori Isozaki, presidente de Kirin, empresa que se muestra confiada frente a los riesgos que este tipo de envases representa para la cerveza. Aunque es posible crear botellas plásticas con el mismo color que las de vidrio, se tendría un problema posterior en el proceso de reciclaje, según recoge la BBC.

El color ámbar de la botella de PET, combinada con las capas adicionales necesarias para proteger la bebida, harían más complicado el proceso de reciclaje que las botellas transparentes que utilizan las bebidas gaseosas.

El otro reto para el PET se encuentra en el propio proceso de elaboración de la cerveza.

Una vez envasada, la cerveza pasa por una etapa de pasteurización, sometidas a agua a altas temperatura para calentar el líquido y así matar cualquier microbacteria que pueda haber sobrevivido al proceso de destilación.

El vidrio y las latas de aluminio pueden pasar sin problemas esta fase, pero las botellas de PET requieren un fortalecimiento que incrementa, a su vez, los riesgos mencionados anteriormente.

Frente a esto, la botella que utilizará Kirin contará con una cubierta especial que le permitirá proteger el contenido de los efectos del medio ambiente.

Adicionalmente, los primeros cargamentos serán distribuidos en paquetes sellados para evitar el efecto del medio ambiente durante el proceso de distribución.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.