La historia ocurrió así: un grupo de padres de chicos que asisten a la Escuela Técnica Juan Domingo Perón, de San José de Feliciano –ubicada a 7 kilómetros de la ciudad- lograron apartar del negocio del transporte de estudiantes al hijo de la diputada provincial Ester González, Walter Darío Páez.

No fue un hecho fortuito: los padres venían denunciando las precarias condiciones en la que viajaban sus hijos, y las situaciones graves que ocurrían: habitualmente los vehículos en los que viajaban sus hijos -sin habilitación, con choferes sin carné- se rompían a mitad de camino. La consecuencia, los alumnos llegaban a clase tarde, caminando.

Como suponían que había cierta «connivencia» entre el director de la Escuela Juan Domingo Perón, Silvio Ruiz, y el transportista, llevaron la preocupación a la directora departamental de Educación de Feliciano, Sandra Lucrecia Vargas, que puso al corriente a la  titular del Instituto Autárquico Becario Provincial (Inaubepro), Claudia Gieco. En la nota que envió a la presidenta del Inaubepro, la funcionaria de Educación manifiesta que “fehacientemente existieron y existen tales irregularidades”, y que “dichas falencias se han querido solucionar desde el ciclo  lectivo 2018, arbitrándose todos los medios e instancias para buscar resolver tales problemas, no pudiendo lograr nunca mejorar” el servicio. Su persistencia, agregó,  “obstaculiza el normal desarrollo de clases, poniendo en riesgo la integridad física de los alumnos”.El jueves llegaron a Feliciano funcionarios provinciales, según dijo Juan Burns, uno de los padres que reclamó por las deficiencias del transporte, con la certeza de que «eran cuatro o cinco padres radicales lo que estaban haciendo problemas, pero se encontraron con un grupo bastante grande muy indignada.

Diputada Ester González.

Burns detalló que el hijo de la diputada González –que antes de sentarse en una banca en la Legislatura, en 2017, fue directora departamental de Educación en Feliciano- se presentó en la reunión de padres y adujo que tenía en trámite de regularización todas las irregularidades señaladas por los padres. “Pero lo cierto es que no tiene colectivos a su nombre; después, presentó unos coches como propios un viernes y al lunes siguiente se rompieron. Un día no prestó el servicio, y después apareció con colectivos distintos. No pudo presentar documentación que lo habilite como transportista, además”, explicó.

En ese escenario, las autoridades de Inaubepro resolvieron un camino salomónico que dejó las cosas más o menos en igual estado de situación: Páez, el hijo de la diputada, seguirá prestando el servicio de transporte, aunque su paquete de transportados se vio sensiblemente disminuido. Los padres consiguieron que las autoridades les den la libertad de contratar otro transportista y eso hicieron. De los 140 alumnos que utilizaban los colectivos de Páez, 91 se fueron con otro prestador.

En medio, ocurrió un hecho polémico: supuestamente desde la Escuela Juan Domingo Perón pretendieron hacer cambiar de posición a los padres que ya habían resuelto abandonar a Páez. Sucede que los padres, luego de relevar a todos las familias, entregaron las planillas a la escuela. Enterados de esa situación, decidieron conformar un nuevo listado, pero ya no lo dejaron en manos del rector Ruiz sino que fueron directamente a la Dirección Departamental de Educación, para que desde allí se envíen a Paraná.

Ahora, y una vez que Inaubepro apruebe al nuevo transportista, convivirán dos servicios: el de Páez y la empresa Hermanos Miño, que pudo certificar con documentación que tiene choferes y vehículos en regla.

De todos modos, el hijo de la diputada González se aseguró la continuidad con al menos 50 alumnos de la Escuela Técnica Juan Domingo Perón. Continúa transportando a los 40 alumnos que asisten a la Escuela N° 6 Crucero General Belgrano de Distrito Basualdo, a 20 kilómetros de Feliciano.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.