Unos 13 mil estudiantes del último año de la escuela secundaria serán evaluados este martes en Entre Ríos en el marco del cuarto operativo Aprender que instrumenta el Ministerio de Educación de la Nación. La prueba se hará sobre las asignaturas Lengua y Matemática, en tanto que el miércoles se hará un muestre en establecimientos educativos escogidos previamente para recoger conocimientos y estado de los procesos de aprendizaje en Ciencias Naturales y Formación Ciudadana.
Aquí en Entre Ríos serán evaluados 13.616 mil alumnos de 518 escuelas, sin suspensión de las actividades escolares, según explicó Adriana Wendler, directora de Planeamiento Educativo del Consejo General de Educación (CGE), y responsable del operativo de evaluación.
En 2018, el operativo de evaluación Aprender involucró en Entre Ríos a 983 escuelas -829 del ámbito estatal, 154 del sector privado-, con la participación de 18.294 estudiantes, pero entonces de nivel primario, a diferencia de este año que corresponden al nivel medio..
A pesar de las críticas y cuestionamientos –la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), el mayor sindicato del sector docente, se ha opuesto a estas evaluaciones “estandarizadas”, como plantean- el nivel de participación de escuelas y de alumnos ha crecido en los últimos tres operativos.
El Aprender surgió durante el gobierno del presidente Mauricio Macri y se realizan todos los años. Y se aplicaron en reemplazo del Operativo Nacional de Evaluación (ONE), surgido en la década de 1990, que primero era anual, después bianuales y al final cada tres años.
En Entre Ríos, el operativo de evaluación Aprender tuvo en su primer año, 2016, la participación de 956 escuelas y 17.386 estudiantes; al año siguiente, 2017, 968 establecimientos educativos tomaron parte y 17.526 alumnos; y en 2018, tomaron parte 983 escuelas y 18.294 alumnos.
En el operativo Aprender 2018, los estudiantes entrerrianos tuvieron una mala nota en Matemática. En el caso de Lengua, el 72,1% de los estudiantes alcanzaron niveles de desempeño “satisfactorio” o “avanzado”, mientras que un 8,0% se estuvo “por debajo del nivel básico”. En tanto, en Matemática el 54,3% de los estudiantes alcanzó niveles de desempeño “satisfactorio” o “avanzado”, y el 20,9% de los estudiantes se ubicó “por debajo del nivel básico”.
Si se compara la evolución en el desempeño de los estudiantes, en el operativo Aprender 2016 el el 63,5% de los estudiantes tuvieron un desempeño “satisfactorio” o “avanzado” en Lengua, mientras que en Aprender 2018 ese índice subió al 72,1%.
En Matemática, en 2016 el desempeño “satisfactorio” o “avanzado” lo alcanzó el 55,3% de los estudiantes relevados por el operativo de evaluación, mientras que en 2018 ese porcentaje cayó un puntos, y se ubicó en 3l 54,3%.
«Este tipo de evaluaciones surgen por consenso del Consejo Federal de Educación, y arroja datos, herramientas para que a nivel institucional se puedan ver logros y las fallas, como para que se puedan después revisar las políticas educativas que se aplican», dijo Wenldler en diálogo con el programa Puro Cuento de Radio Costa Paraná.
El operativo Aprender arrancó en 2016 con los dos niveles, primario y secundario, pero a partir de 2018 eso varió: ese año se evaluó al nivel primario, y este año, al secundario.
El trabajo en las escuelas se hará con los docentes aplicadores, que serán controlados por los veedores, que son el equipo directivo de cada escuela. En teoría, nadie conoce los items de la evaluación y los estudiantes tienen alrededor de una hora para el examen, con una tolerancia de 10 minutos; luego, 15 minutos de recreo, e ingresan a la segunda prueba, según sea primero Matemática o Lengua.
La evaluación se realiza durante el horario de clase y sólo involucra a estudiante de sexto año de la secundaria.
Los estudiantes tienen vedado el uso del celular durante la evaluación Aprender.
Oposición de Agmer
El operativo de evaluación, sin embargo, cuenta con el rechazo de Agmer.
El gremio ha planteado que reconoce «la importancia de la evaluación como parte del proceso educativo y de nuestro trabajo cotidiano en las escuelas», pero a la vez advirtió «que las pruebas estandarizadas y la aplicación masiva de dispositivos de evaluación, desde el Ministerio de Educación de la Nación, no se acercan a los sentidos formativos que desde las pedagogías críticas y el conocimiento construido como gremio le asignamos a la evaluación de los aprendizajes».
«Sabemos por experiencia acumulada y múltiples referencias en otros países que estos operativos buscan impactos mediáticos sociales que desgasten nuestra tarea docente mostrando resultados que no consideran contextos, culturas institucionales, trayectorias ni procesos, centrando la mirada en supuestos rendimientos y desempeños de estudiantes y docentes que no dan cuenta de la realidad educativa y social en la que se inscriben y que no se vinculan con políticas que atiendan a las necesidades o promuevan de manera compleja la solución de los mismos», observó.
Y fustigó: «Sabemos que connotar la evaluación con perspectivas de control y medición no resuelve la desigualdad educativa, ni propicia una educación pública inclusora con igualdad de oportunidades. Por el contrario, promueve la clasificación y estigmatización social y educativa responsabilizando a sujetos individuales de la ´calidad educativa´ que debe garantizar el Estado».
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.