Cristhian Panceri, abogado de Jorge Sapetti, nuevo propietario de una parte del Asilo San Miguel, contiguo a la parroquia Nuestra Señora de la Piedad, en Paraná, rechazó la denuncia penal de la Iglesia por el supuesto delito de usurpación contra el médico odontólogo. «No hay usurpación, la Iglesia no tiene derecho sobre el inmueble», expresó el letrado.

Además, anticipó cuál será el destino del edificio: «Jorge Sapetti quiere poner una fundación que se llamará Infancia Digna, que contendrá a los menores o personas que hayan sufrido maltrato, violencia, abuso sexual y trata de persona. También va a poner consultorios. Se va a cuidar la estructura del edificio, que es un patrimonio arquitectónico e histórico de Paraná».

Este viernes, la Iglesia de Paraná presentó una denuncia penal firmada por el arzobispo Juan Alberto Puiggari, el párroco de Nuestra Señora de la Piedad, y un grupo de laicos. En el escrito, elaborado por el abogado Mario Martínez, se exige que la Justicia dirima el conflicto que se entabló, primero, entre la Iglesia local y la comunidad de las monjas Franciscanas Terciarias de la Caridad, y ahora con Sapetti, que desde hace un año tiene la titularidad del edificio.

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En diálogo con Entre Ríos Ahora ,el abogado Panceri, quien representa al médico Sapetti, nuevo propietario del edificio que surgió en 1899, señaló: «En primer lugar, hay que decir claramente que no hay una usurpación. Para hacerlo tenés que entrar haciendo abuso de confianza y apoderarte de algo. Y acá la Iglesia no tiene derecho real sobre el inmueble».

El edificio se encuentra ubicado entre calles Paraguay e Italia. En la denuncia, la Iglesia señaló que la construcción «constituye un bien eclesiástico destinado a los fines propios y específicos de la Iglesia Católica: edificado en el siglo XIX por el arquitecto Arnaldi, fue propiedad del Apostolado de la Oración, que lo donó a dos religiosas de la Congregación Hermanas Terciarias Franciscanas de la Caridad el 2 de abril de 1921”.

Luego agregó que “pasó a ser propiedad de la Congregación referida mientras que la Parroquia Nuestra Señora de la Piedad y su Comunidad han hecho uso parcial del inmueble a partir del 27 de febrero de 1965, ocasión que el templo fuera donado al Arzobispado de Paraná”.

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Sin embargo, el representante legal cuestionó la postura eclesiástica local que llevó el conflicto a la Justicia: «La Iglesia es la que estaba usurpando, porque el inmueble era de las Hermanas Franciscanas. Hay que dejar en claro que la Iglesia no tiene ningún título de posesión o contrato de comodato».

«Véase la mala fe que tuvieron que, cuando hicimos la constatación del inmueble, el mismo párroco alegó que habían cambiado la cerradura. Tuvimos que requerir a las Hermanas Terciarias Franciscanas para poder ingresar por la puerta trasera», agregó el letrado.

Enseguida, indicó que si bien desconoce el contenido de la denuncia, ya que aún no se le notificó de la misma, reiteró que la Iglesia no cuenta con documentación que avale ser propietaria del edificio. «Conmigo comunicó el abogado Mario Martínez y me hizo saber que iban a hacer una denuncia. Me dijo que querían la tenencia pacífica, pero que al no ser así iban a la Justicia».

«Mi cliente es un comprador a título oneroso y de buena fe. En cuanto al futuro del edificio, Sapetti quiere poner una fundación que se llamará Infancia Digna, que contendrá a los menores o personas que hayan sufrido maltrato, violencia, abuso sexual y trata de persona. También va a poner consultorios. Se va a cuidar la estructura del edificio, que es un patrimonio arquitectónico e histórico de Paraná», finalizó.

 

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.