No es una frase. Es real. El cartel, puesto en uno de los acceso principales a Paraná, está atado con alambre a una columna. Está atado con alambre y torcido, de modo que no sirve para nada. Nadie lo ve. Nadie lo lee. No sirve de indicador. Pero está atado con alambre. No es lo más grave. Quizá el pavimento destruido, quizá las banquinas sin mantenimiento, quizá la maleza que se corta muy de vez en cuando. Quizá la ausencia generalizada de cartelería. Quizá.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.