“Con el respeto que se merece voy a tomar la frase de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, donde dice que no es magia, es todo una gran base de esfuerzo y trabajo”.
Eso dijo la tarde del jueves 8 de octubre de 2015 el intendente de Colón –fue reelecto en diciembre por otro período—, Mariano Rebord, cuando inauguró, junto al exgobernador Sergio Urribarri, en el acto de inauguración de la Casa Educativa Terapéutica, en el barrio Santos Justo y Pastor, un dispositivo de tratamiento para personas con problemas de adicciones.
Fue parte de un ambicioso proyecto que había anunciado en agosto de 2014 el entonces titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), el cura Juan Carlos Molina, de muy estrechos vínculos con la ahora gobernador de Santa Cruz, Alicia Kirchner.
Entonces, Urribarri y el cura Molina anunciaron la construcción de ocho centros de prevención y rehabilitación de jóvenes con adicciones. “Vamos a ponernos a trabajar para que los centros puedan cristalizarse rápidamente”, se apuró a decir entonces Urribarri. Se emplazarían en Paraná, Concordia, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay y Colón, y se invertirían $124 millones en obras.
El sacerdote Daniel Petelin, que participó del acto en el que se hizo aquel anuncio y hoy es delegado de Caritas Concordia, se quejó de que de todo lo anunciado, poco se ha hecho.
Ahora, además, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), denunció que los trabajadores de esa casa de Sedronar en Colón que sí se hizo funcionar están en pésimas condiciones: el gremio habló de despidos, salarios atrasados y falta de insumos en el dispositivo de asistencia.

Casa Educativa Terapéutica de Colón.

Casa Educativa Terapéutica de Colón.

La problemática se expresó en el plenario provincial de Salud de ATE realizado la semana pasada en la ciudad de Concordia: en marzo fueron despedidos cuatro talleristas que trabajaban con personas con consumo problemático de drogas, a lo que se suma que se adeudan tres meses de haberes (recién el sábado cobraron febrero y marzo) y la falta de insumos de todo tipo. “En abril el gobernador Gustavo Bordet estuvo en Colón y prometió que si el Sedronar a nivel nacional no se hacía cargo de los cuatro despidos la Provincia los iba a absorber, con contrato de monotributistas o de otras modalidades”, contó el secretario general de ATE, seccional Colón, Jorge Souza. “El gobernador no ha cumplido con la palabra”, sentenció.
El titular de la seccional Colón informó que la semana anterior se mantuvo una audiencia con la subsecretaria de Abordaje Territorial del Sedronar, Lidia Saya, a quien se la puso en conocimiento de la problemática que afrontan los trabajadores. “Hubo una discusión bastante fuerte”, recordó, y subrayó que los empleados nunca dejaron de trabajar, pese a las todas las dificultades que se les vienen presentando.
El delegado del sector Federico Defranchi explicó que existen dos modalidades contractuales, por un lado el régimen que contempla al equipo técnico a través del Ministerio de Salud de la Nación, mientras que el resto de los empleados recibe una beca estímulo que otorga el Sedronar, quienes recién el sábado cobraron los meses de febrero y marzo. “Es un centro de día con un equipo terapéutico, integrado por trabajadoras sociales, psicólogas, una médica, y se realizan talleres de musicoterapia. Tenemos cuatro compañeros que realizan talleres de música, de arte, pintura, huerta, video, fotografía, que dependían del ex-Ministerio de Planificación. Al disolverse el Ministerio el Sedronar nos avisa que no hay presupuesto para esos trabajadores. Ellos son un eje fundamental dentro de una casa con las características como la nuestra”, detalló sobre un conflicto que parece profundizarse.

En este centro realiza un trabajo articulado entre la Nación, Provincia y el municipio de Colón, pero en la práctica el convenio de colaboración no se cumple, según confirmó Defranchi. En su opinión esto lleva a que se desliguen responsabilidades entre los diferentes actores. Así lo graficó el delegado gremial: “El municipio te dice que el Sedronar tenía que bajar un recurso y no lo cumplió, el Sedronar sostiene que el municipio tenía que asumir los insumos que no están. Como no hay nada firmado uno empieza un trabajo de hormiga que implica recorrer pasillos y hacer preguntar a los funcionarios para saber a quién hay que demandarle”.

Respecto de la carencia de insumos básicos señaló que no tienen papel higiénico, alimentos, dado que trabajan con una población que requiere una dieta rica en nutrientes. “Comemos arroz blanco, y necesitamos verdura, fruta y carne. Desde eso hasta artículos de limpieza. Esto se resuelve con los compañeros haciendo una vaquita, si no hay merienda compramos pan y mermelada”, dijo en forma categórica.

En la dependencia actualmente 19 trabajadores están abocados diariamente a abordar de manera integral el consumo problemático de drogas en contextos de alta vulnerabilidad social.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.