Las calles y las aceras de la ciudad muestran postales que sorprenden. Los paredones, también. El ingenio, la mordacidad o el misterio se cuelan en los letreros que se escriben en paredes, en puertas, en portones, que se cuelgan de los postes de luz. «No está en venta. No se vende. Consultar», dice el cartel escrito en un portón sobre calle Enrique Carbó.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora