Pedro Ángel Báez fue ministro de Cultura y Comunicación del gabinete del exgobernador Sergio Urribarri. Lo fue hasta el 10 de diciembre de 2015
El título no refleja cabalmente cuál fue su misión: domesticar a los medios, una aplanadora que adocenó el relato en función de los intereses de la Casa Gris: lo hizo con el manejo feroz de la pauta publicitaria y la distribución de figuras que, durante el anterior gobierno, cobraron mucha relevancia: los “comisarios políticos”.
El modo cómo administró el tándem Báez-Urribarri el dinero del Estado es un asunto que ahora trata de investigar la Justicia: ambos tienen asuntos pendientes en Tribunales. Pero esa es otra historia.
Ahora Báez ya no está en el Gobierno: ocupa una banca de legislador, y el asunto está en poner enfrente al macrismo, que es todo lo políticamente correcto que hay que combatir.
Ahora Báez es pro paro docente. Pero antes, no.
Uno de los pocos sindicatos del Estado que enfrentó a la administración Urribarri fue el de los maestros. Y Urribarri respondió con mano de hierro: durante sus dos mandatos aplicó una política de descuentos salariales sobre los días no trabajados por los maestros por adhesión a las medidas de fuerza.
El andamiaje legal para aplicar esa disposición se apoyó en el texto del decreto N° 4.949, firmado por Urribarri en 2008, y que se constituye en el basamento de los descuentos por paro.
En esa norma, la administración Urribarri señalaba que si bien “no desconoce el derecho de huelga, es un deber irrenunciable del Gobierno Provincial que las tratativas salariales o aquellas referidas a las condiciones económicas de la prestación laboral reconocen un marco legal de consenso previsto en la Ley N° 9.624” de Paritaria Docente.
Sólo entre 2008 y 2012, hubo un total de 55 días de huelga, y aplicándose los descuentos, supuso una quita de ingresos del orden de los $ 7.260 por docente.
Baez fue, durante el gobierno de Urribarri, mascarón de proa de las posturas más belicosas, particularmente respecto de los docentes y las huelgas en las escuelas.
Al inicio del ciclo lectivo 2013, Báez fustigó las medidas de fuerza de los maestros, y apoyó abiertamente la política de sancionar los días de huelga.
Entonces, dijo, según recogió «Análisis», que “para cierta dirigencia el paro de actividades y por lo tanto la afectación del proceso de aprendizaje de los niños es la única variable que tienen a mano”.
Respecto de los descuentos por paro sostuvo que “vamos a mantener ese criterio de justicia por el cual los que trabajan todos los días son retribuidos de manera distinta a aquellos que hacen paro afectando el proceso educativo de nuestros gurises”.
Ahora, 2017, Báez, recluido en su banca de diputado por el Frente para la Victoria (FPV) y con Mauricio Macri como presidente, piensa algo diferente. Este lunes posteó en su muro de Facebook una foto de la marcha docente en Buenos Aires, con este comentario: “Las calles se vuelven blancas por los miles de guardapolvos que le dicen NO a Macri en su negativa a cumplir la ley, y a su objetivo de eliminar las paritarias libres para precarizar y bajar el costo laboral.”
Así como las calles se vuelven blancas, los comentarios de Báez toman otro color respecto de los paros de los maestros.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.