El intendente de Paraná, Adán Humberto Bahl, dirigió este domingo su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, y,  como ocurrió en diciembre, al asumir el cargo, ocupó buena parte del tiempo en trazar un duro diagnóstico sobre la herencia que le dejó su antecesor, Sergio Varisco.

“Han pasado 82 días desde que asumimos. Desde el primer momento, hemos pasado a la acción para la resolución de situaciones que no podían esperar, como la crisis de la basura”, dijo Bahl, y de ese modo puso foco en una serie de situaciones irregulares que dejó la gestión Varisco. Cuando arrancó la actual gestión, Paraná era un basural a cielo abierto producto de una medida de fuerza de los trabajadores municipales.

“Los primeros días fueron impactantes. La ciudad nos golpeó con su puño más cruel”, detalló, con prosa creativa. Pero enseguida anotó que el diagnóstico que hicieron el primer día de gestión “fue superado por la realidad, producto de la irresponsabilidad de quienes gobernaron y dejaron a Paraná sumida en un caos”.

En estos primeros 82 días de gestión, aseveró el intendente, hubo que “construir lazos con Nación y Provincia”, y ahora se está en la etapa de restablecer esas relaciones de modo de conseguir la concreción de “obras estratégicas”, como la culminación de la obra de Circunvalación a Paraná, un proyecto que consideró “clave”.

También habló de un convenio con la Secretaría de Energía para extender la red de gas natural a la zona sureste de la ciudad, que beneficiará a 1.400 familias, y de un acuerdo con Enersa para “mejorar” la iluminación, por cuanto el convenio “Led” genera mucho gasto y no del modo más eficiente, según ha recordado el secretario de Hacienda, Eduardo Macri.

“Nuestra ciudad necesita soluciones y nueva infraestructura. Sabemos que el contexto es adverso, pero no nos quedamos de brazos cruzados”, apuntó luego. Y habló de los déficits en infraestructura en Paraná. “Cada día llueve con más intensidad en menos tiempo, y la ciudad tiene que prepararse”, apuntó.

Más adelante, bregó para que el Municipio “vuelva a ganarse el respeto y la confianza de los vecinos”.

Pero enseguida dio cuenta de lo que le dejó la gestión Varisco: el 40% de la planta de personal de la Municipalidad de Paraná fueron designaciones de la última gestión, detalló Bahl, lo que supuso la incorporación a la plantilla de más de 2.000 personas. Y enumeró: 42 personas más por  mes; más de 2 trabajadores por cada día hábil. “Algunas designaciones se hicieron sin la contrapartida presupuestaria. Como resultado, en diciembre abonar salarios constituyó todo un desafío, una imposibilidad. Hoy este problema ha sido superado”. subrayó. 

Después de destacar que su gestión se caracterizará por “respetar los derechos de quienes trabajan”, criticó que durante el varisquismo “el empleo público se constituyó en una chequera de campaña”. Y aludió que en 2019 se produjeron 532 recategorizaciones, “muchos de ellos funcionarios”.

Por eso, anunció la instrumentación de un programa de “transparencia” en la carrera municipal, y dijo que en breve se llamará a concurso para cubrir cargos en la Administradora Financiera Municipal (AFIM) y en los Juzgados de Faltas.

En su repaso de lo heredado, dijo que en la Municipalidad se carece de un inventario patrimonial: en los últimos años se han adquirido bienes que no se registran. Y por eso ocurre lo que ocurrió: al asumir la actual administración observó que de 69 motoguadañas que en teoría eran patrimonio público, sólo se encontraron 14; de 20 motosierras, hallaron 1. “Esto es una falta grave, y una expoliación al pueblo de Paraná”, fustigó el intendente.

Para suplir esa falencia, dijo que se firmó un acuerdo con la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) para relevar lo que hay y lo que falta. “Si detectamos incongruencias o desvíos, será puesto a consideración de la Justicia”, anunció.

Deuda y agradecimientos

Un punto central del discurso de Bahl fue la deuda que heredó de Varisco, unos $ 1.500 millones.

“Entre todos los paranaenses, aportamos aproximadamente $200 millones en tributos municipales. Necesitaríamos más de medio año sin abonar salarios, sin adquirir combustible para los camiones, ni comprar insumos para potabilizar el agua, ni pagar el alumbrado público, y aún así no habríamos podido pagar la deuda que se contrajo. De ese total de $1.500 millones, más de $600 millones no estaban presupuestados”, señaló.

En su gestión, agregó, “quisimos darle certeza a la deuda”, y por eso se puso en marcha un régimen de verificación, aprobado en la ordenanza de Emergencia, que el Concejo aprobó por mayoría, sin el voto de los concejales de Paraná Futura, en diciembre pasado. “Pagaremos solo a quienes demuestren que la ciudad les debe. Tenemos un compromiso moral y político con el pueblo”, aseveró. “No vamos a permitir que nadie más nos vuelva a estafar”, añadió.

Bahl agradeció especialmente el trabajo del Concejo Deliberante, que en una sesión extraordinaria despachó las 4 ordenanzas que envió el Ejecutivo. El agradecimiento fue puntual: a los 8 concejales del Frente Creer Entre Ríos; los tres radicales, y los dos del PRO. Dejó afuera de los agradecimientos a los 2 de Paraná Futura, que no votaron la Emergencia Económica.

Salud, transporte, cultura

Destacó Bahl la conformación del Consejo Social Paraná contra el Hambre y el acuerdo con la Nación para la distribución de la tarjeta Alimentar, que llegó a 7.700 familias. Califió como “injusto, inhumano e irracional” que haya paranaenses que pasen hambre.

También habló del acuerdo con la Policía para trabajar en conjunto con el cuerpo de inspectores municipales en el control del tránsito en la ciudad. Y detalló que los primeros operativos sobre el transporte público permitió detectar la existencia de unidades de taxis, remises y colectivos funcionando sin habilitación.

De los colectivos no dijo mucho: reiteró que su administración no tiene deudas con la concesionaria Buses Paraná, y que se ha retomado el control con GPS de las frecuencias. “Se han detectado demoras y se han librado multas”, dijo, en una breve referencia.

Ponderó luego el trabajo hecho desde el área Cultura, el especial el programa “Activá Verano”, que recuperó espacios públicos como el Thompson, el Balneario Parque, la Costanera y el Anfiteatro Héctor Santángelo, y la organización de la Fiesta del Mate. En 2019, comparó, la grilla costó $50 millones; este año, menos del 10% de esa cifra, con una grilla más importante y más variada.

Al final, planteó: “Nuestra ciudad tiene que reponerse, salir de las urgencias, y planificar un futuro transformador. Tenemos que salir de la crisis para liberarnos y proyectarnos”.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.