La bajante del río Paraná muestra distintas caras, todas desoladoras. El río se aleja cada día más, y deja al descubierto todo aquello que alguna vez tapó el agua, que alguna vez río, playa, dársena, puerto. En la turística Villa Urquiza -a 42 kilómetros de Paraná- el río se alejó tanto que dejó los pilotes del puerto totalmente desnudos. Una estructura esquelética y seca, como seco está el río en muchos sitios.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora