Los obradores suelen pasar por alto las más mínimas reglas de urbanidad. Las empresas que levantan edificios en torre cortan calles, trepidan el asfalto, suben camiones a las veredas, rompen cañerías, asuntos así. La construcción del «shopping» en la vieja Fábrica de Fósforos conlleva contratiempos parecidos. El ingreso y salida de vehículos ocurre por calle San Lorenzo. Y el peatón soporta las barreras que se ponen. La vereda, literalmente, desapareció. Y para seguir camino hay que cambiar de acera. Una barrera y vehículos estacionados impiden avanzar. Un ley corriente ahora en la ciudad: todo se puede.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.