La fachada de la Iglesia Catedral de Paraná muestra un serio desmejoramiento. Ya ni se recuerda el trabajo de rescate de los vitrales que se hizo con aporte del Estado entrerriano. Las avaes, la erosión, la falta de mantenimiento y la falta de interés de las autoridades de la Iglesia han provocado que el edificio, monumento histórico nacional, esté hoy en su peor momento. Las escalinatas de acceso, están peor, al punto que ya ha empezado a crecer la maleza, signo inequívoco de que ni siquiera se barren.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.