Bovril -a 125 kilómetros de Paraná, en el departamento La Paz- es una ciudad hundida en una crisis terminal: el gobierno municipal no puede cancelar los salarios de agosto, y los trabajadores iniciaron el lunes 16 un paro por tiempo indeterminado.

El intendente local Alfredo Blochinger (Cambiemos) ha gestionado auxilio a la Provincia, aunque el ministro de Economía, Hugo Ballay, ha planteado la imposibilidad de seguir aportando a una administración que no corrije su déficit estructural, según contó el titular de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Oscar Muntes.

Blochinger ha acudido también al Gobierno Nacional, y solicitó un nuevo Aporte del Tesoro Nacional (ATN), que de momento no llega. Es por eso que de los 100 empleados de planta, sólo han percibido su salario de agosto apenas 4 empleados. Sólo se han cancelado las obligaciones con los «subsidiados», empleados precarizados que contrata la Municipalidad y que están cumpliendo con los servicios. «Es una guerra de pobres contra pobres. Los subsidiados cobran entre $3.500 y $5.000 por mes», indicó Muntes.

Este martes habrá una reunión entre los sindicatos, el intendente Blochinger y el secretario de Trabajo, Fernando Quinodoz, aunque el titular de ATE no es demasiado optimista respecto del resultado de ese encuentro. «Esto se soluciona poniendo el dinero que hay que poner para pagar los sueldos. El problema salarial es grave. Y a eso se suman deudas con distintos proveedores», señala Muntes.

-¿Qué intervención puede tener Trabajo? Ya dictó la conciliación obligatoria y todo sigue igual.

-Sí, es una intervención de buenos oficios, de buena voluntad. La intención es acercar a las partes. Pero la única forma de destrabar el conflicto es pagar los salarios. Para nosotros es nada más que una buena intención. Pero si el otro lado, no se consigue la plata el paro va a continuar. La única salida es que se paguen los salarios.

El futuro inmediato para los trabajadores de la Municipalidad de Bovril es incierto.

El intendente Alfredo Blochinger (Cambiemos) espera que el Ministerio del Interior de la Nación gire un Aporte del Tesoro Nacional (ATN) para regularizar el pago de salarios y volvió a plantear la imposibilidad de sostener un esquema en el que el Estado municipal hace frente a la falta de empleo en el sector privado con la existencia de “precarizados”, que prestan servicios a la Municipalidad mediante el pago de sumas que rondan los $3.000 al mes.

De igual modo, se mostró sorprendido por la medida de fuerza de los municipales, que se adoptó tras el fin de la conciliación obligatoria, el jueves 12, que había dictado la Secretaría de Trabajo, y en medio de un serio enfrentamiento con la viceintendenta Gabriela Lescano. El martes, Blochinger irrumpió en la sesión del cuerpo deliberativo y exigió el tratamiento de la ordenanza de emergencia económica, que fue presentada hace tres meses por concejales de Cambiemos.

“Me sorprendió la decisión de los trabajadores. Si bien uno entiende que están en plan de lucha, habida cuenta de los atrasos salariales que venimos teniendo, lo que hay que decires que no hay cesación de pago. En ningún momento se dejó de pagar. Estamos con cronograma anunciado para pagar los salarios de agosto. Me llama la atención la rapidez con la que se ha tomado esta decisión de paro por tiempo indeterminado. Acabamos de salir de una conciliación obligatoria en la que se plantearon distinta alternativas para salir de esta crisis. Bovril tiene un agujero financiero.  Brovil es una ciudad en la que permanentemente  suceden estas cosas. Tenemos una pobreza estructural, y una falta de fuentes de trabajo, y  el Municipio se constituye en una gran contención social”, explicó Blochinger al programa Puro Cuento de Radio Costa Paraná 88.1.

El martes 10, sesionó el Concejo Deliberante de Bovril, y entre su temario del día no incluía el tratamiento del proyecto de emergencia económica -entre octubre y marzo rigió una, en mayo el intendente quiso prorrogarla por decreto, y los concejales la rechazaron-, pero el jefe comunal se hizo presente en el recinto y reclamó a los ediles su tratamiento sobre tablas. Blochinger llegó acompañado por sus funcionarios y un grupo numeroso de subvencionados, y se generó un momento de tensión al punto de que la viceintendenta pidió la intervención de la Policía.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.