No importa que esa sombrilla colorida esté destruida, con los flecos colgando. Es su medio de trabajo. Con la sombrilla hace malabares en la calle, un modo distinto de los buscavidas que se reparten por toda la ciudad. Los espectáculos circenses que ocurren en las distintas esquinas de la ciudad distraen a los automovilistas. Y los buscavidas se ganan unos pesos de la solidaridad de los otros. La vida, muchas veces, se sostiene como se puede.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.