«Doctor, tengo derecho, como una persona mayor, a decir lo que pienso… ¡Cállense todos! ¡Cállense todos, carajo!!».

El juez Martín Luis Furman, titular del Juzgado Civil y Comercial N° 7, explicaba, durante la tarde del sábado 26, con un tono paciente, las medidas que había resuelto -la ocupación de una propiedad familiar incluida en la sucesión de Luis Félix Etchevehere, en la Bajada de Los Vascos al 800, a favor de Dolores Etchevehere, en respuesta a una medida cautelar- y tenía enfrente a todo un clan familiar que le reclamaba a viva voz.

De pronto, el griterío patricio se vio interrumpido por el reclamo destemplado de la mater familias, Leonor María Magdalena Barbero Marcial, madre de Dolores, Luis Miguel, Arturo Sebastián y Juan Diego Etchevehere: llamó a todos a silencio, y empezó con un planteo ya conocido: «Yo voy a hacer lo que corresponde, y lo tienen que grabar». Dijo que a su hija, Dolores Etchevehere, no le corresponde nada de la herencia familiar que reclama por cuanto en 2018 firmó un acuerdo privado por el cual cedió su parte a cambio de dinero y bienes inmuebles.

Una parte de la familia da esa versión. La que sigue.

El 14 de septiembre de 2018, a las 11, Las Margaritas SA, la empresa que conforma la familia Etchevehere, dueña del campo Casa Nueva, en Paraje El Quebracho, en el acceso a Santa Elena, realizó una asamblea general extraordinaria en la sede de Urquiza 1.123, tercer piso, el sitio donde funcionó hasta 2018 la Redacción de El Diario.

La asamblea se concretó con la presencia de los “accionistas que representan el cien por cien del capital social y de votos”: Leonor María Magdalena Barbero Marcial; Luis Miguel Etchevehere –representado por su madre Leonor-; Sebastián Etchevehere, Juan Diego Etchevehere y el abogado Santiago Yofre Solanet, “quien concurre en representación de la accionista Dolores Etchevehere conforme poder adjuntado en fecha 7 de noviembre de 2017, escribana Sandra Lampolsky”.

El primer punto del orden del día fue la designación de “dos accionistas para firmar el acta de asamblea”, y fue Arturo Sebastián Etchevehere quien propone “que los accionistas firmantes sean la presidenta del directorio, Leonor Barbero Marcial y el representante de la accionistas Dolores Etchevehere, Dr. Santiago Yofre Solanet”.

El segundo punto fue la “aceptación del acuerdo privado de adjudicación y partición de bienes”.

Dice el acta: “La presidenta del directorio Leonor B.M. de Etchevehere informa que se ha llegado a un acuerdo privado de adjudicación y partición de bienes que comprenden tanto los incluidos en el sucesorio del Dr. Luis F. Etchevehere como los incluidos en las sociedades anónimas que pertenecen a los herederos del causante».

En el caso de Las Margaritas SA, se lee en el documento, “se ha acordado con fecha 31 de agosto de 2018 y registro ante escribano público José Luis Zuffiaurre, Reg 158, una escisión societaria consensuada por todos los integrantes de las SA que cosigna lo siguiente: ´Acordar escisión societaria y/o por otro método legal de separación societaria de Dolores Etchevehere como socia de Las Margaritas SA (a definir de común acuerdo como fuera mencionado precedentemente) por el cual se le otorgará el campo denominado Los Cachorros (387,29 hectáreas divididas en 4 lotes similares) y las parcelas agrícolas 1 Oeste (37,60ha) 2 Oeste (24,29 ha) 5 (67,19 ha) pertenecientes a lcampo denominado Casa Nueva”. Y deja constancia que “la separación se deberá suscribir dentro de los 60 días del presente, adjudicando los mencionados fundos a la sociedad/es de propiedad de Dolores Etchevehere, que está última informará y aportará los antecedentes”.

“A los fines de proceder a la separación societaria (a través de una escisión u otra forma legal elegida entre las partes) de Dolores Etchevehere y Las Margaritas SA, Leonor Barbero Marcial, Juan Diego, Luis Miguel y Arturo Sebastián Etchevehere se obligan a preparar un balance previo de corte, disponer de los títulos de propiedad y antecedentes societarios y labrar un acta de Asamblea Extraordinaria unánime a tal fin y Dolores Etchevehere a ceder la totalidad de sus acciones (12,5% del porcentual accionario, es decir el 100% de sus derechos y acciones) y así proceder a la firma de la separación societaria”, dice el acta.

El documento que los Etchevehere exhiben como certificación de que Dolores no tiene nada para reclamar a la familia señala que Leonor Barbero Marcial, Juan Diego, Luis Miguel y Arturo Sebastián Etchevehere “se obligan al momento de suscribirse la escritura de traslado de dominio de los bienes mencionados a entregar a Dolores Etchevehere los títulos de propiedad de los inmuebles que se separan de Las Margaritas SA”.

“Considerando que en el establecimiento Los Cachorros se encuentra hacienda que fue adquirida a Dolores Etchevehere por los restantes sucesores (Sucesión Etchevehere Luis Félix) como así también por la firma Las Margaritas SA, la adjudicataria otorga en capitalizacióna a partir de la escrituración a Las Margaritas SA este predio por el ´termino de 1 año”, detalla.

Y agrega que por cuanto los tres lotes cedidos a Dolores en Casa Nueva “se encuentran en aparcería agrícola por convenio firmado con anterioridad  entre Las Margaritas SA y Cereales Bolzán SRL, es que Las Margaritas SA se obliga al pago el 20 de abril de 2019 de 2 qq (quintales) de Soja a Dolores Etchevehere por cada hectárea efectivamente cultivada, independientemente del resultado agrícola que haya tenido el colono. Al finalizar dicho convenio, la titular del predio Dolores Etchevehere podrá optar por un nuevo contrato con la firma Las Margaritas SA”.

Dolores Etchevehere pone en seria cuestión esa versión de una parte de la familia. Y ése es, precisamente, la madre de todas las batallas. En la web del Proyecto Artigas, que cobijó las acciones judiciales de la menor de los Etchevehere, se lee: «El 4 de agosto de 2009, Luis Félix Etchevehere se encontraba internado y entubado en Buenos Aires, luchando por su vida. Sin embargo, según el acta de directorio de Las Margaritas S.A. estaba en Paraná, presente en la reunión donde le delega a Leonor Barbero Marcial la administración de la principal empresa del Grupo Etchevehere, dueña de 5.000 hectáreas de campo. Su esposa e hijos varones falsifican la firma para tomar de facto la administración de los campos. Esa acta fue utilizada posteriormente para realizar todas las maniobras financieras fraudulentas ya descritas». Y agrega: «El 6 de septiembre de ese mismo año falleció Luis Félix Etchevehere. Una vez más, la esposa e hijos varones utilizaron el recurso de la falsificación de firma -esta vez la firma de Dolores Etchevehere- para tomar de facto la administración de los bienes heredados y dejarla en manos de Leonor Barbero Marcial».

En el año 2010, agrega, «Dolores Etchevehere solicitó su parte de la herencia para afrontar una difícil situación económica que ella atravesaba debido a un complejo estado de salud provocado por la presencia de un tumor que desencadenó dos operaciones, y, finalmente, en la extirpación del órgano afectado. Leonor Barbero, su madre, le puso como condición que le cediera las acciones que le correspondían de Sociedad Anónima Entre Ríos a precio vil y las cuotas en Etchevehere Rural S.R.L. Por incumplimiento de la propia Leonor, este acuerdo quedó rescindido en el 2016, fecha en la que Dolores re asume su carácter de socia en ambas Sociedades».

La sucesión de los Etchevehere está tramitándose en el juzgado de Furman. El magistrado acudió el sábado a la cuadra de calle Los Vascos donde se domicilian todos los integrantes de la familia, excepto Dolores. La mujer pidió al juez que le asigue, del acervo familiar, una casa y un sueldo mensual. El juez hizo lugar al pedido de una vivienda. Pero cuando estaban haciendo la toma de posesión apareció el resto el clan familiar y se armó una batahola.

Entonces, el juez decidió revisar lo resuelto: dejó sin efecto la ocupación de la vivienda, y ordenó a los hermanos y a la madre a pagarle el alquiler de una vivienda destinada a Dolores.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora