Marcelo Lischet es un nombre y un apellido que se repite en el servicio de transporte público de pasajeros en la ciudad. Marcelo Lischet fue quien firmó, en representación del consorcio que ganó la concesión, Buses Paraná, y que supuso el inicio de una nueva etapa en el manejo de los colectivos en la ciudad. Más o menos así. Las empresas son las mismas, Mariano Moreno y Ersa Urbano. Desde el gobierno de la ciudad indicaron a comienzos de año que con la firma del contrato de concesión, «comenzarán a concretarse progresivamente las nuevas mejoras establecidas en la licitación, como la circulación en horario nocturno, de nuevos recorridos que permitirían cubrir la franja horaria entre las 1 y las 5.30; la rebaja del costo del boleto, en un 20%, en horarios no pico de 8 a 11, para incentivar el uso en esa franja y descomprimir los momentos de mayor movimiento; la implementación de un sistema de líneas combinadas, que permitirá en un lapso de 60 minutos, trasladarse sin tener que abonar otro boleto; cambios en recorridos de los barrios; la incorporación de más unidades; y el retiro de los lugares de guarda de unidades, hoy situados en el ejido urbano y en zonas con alta densidad demográfica de la ciudad». De momento, todo sigue igual. Las unidades circulan sucias, a destiempo y no hay ningún sistema de control a la vista que permita avizorar alguna mejora en el corto plazo. ¿Ocurrirá algún día?

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.