Fernando Cañete ahora está en el llano. Desde que el Instituto Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper) fue intervenido por el Poder Ejecutivo, el miércoles, transita sus días con la posibilidad de volver a su cargo de carrera en el Poder Judicial o apurar el trámite de jubilación, que inició en 2020. Mientras, analiza el proceso que llevó a su desplazamiento del cargo de presidente del Iosper junto al resto de los seis directores obreros. No acuerda con los modos ni tampoco con los fundamentos. Así lo contó durante una charla con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7

 

-¿Fue sorpresiva la decisión de intervenir Iosper?

-No sé si fue sorpresa, fue intempestiva la decisión del Gobernador. Y fue abrupta. Nosotros no estábamos informados, había muchos rumores, sí, es cierto, pero muchas veces esos rumores son producto de algunas operaciones. Entonces, como no teníamos información lo tomamos como eso, como versiones. Por eso la intervención fue de un modo abrupto. Pero como el día previo a la intervención habían arreciado los rumores, al otro día reuní al directorio y dije que si el escollo que había dentro de la relación entre Gobierno y la obra social era mi nombre, yo no tenía ningún tipo de inconveniente en dar un paso al costado. De hecho, se habló de una convocatoria anticipada elecciones y de esa manera poder fortalecer la vida democrática de la provincia y fundamentalmente de la obra social. Eso no alcanzó y en el día de ayer (por el miércoles) se produjo lo que se produjo.

-¿Cómo se dio la llegada de la intervención?

-Nosotros llegamos tipo 7 y pico de la mañana, y había un grupo de gente. Yo la verdad que no sabía quiénes eran. Después, me entero que había un decreto. Hice copias de ese decreto y se lo entregué a los directores y ahí nos dimos cuenta de que se disponía nuestro cese. Hicimos pasar a las personas que estaban ahí, porque no estábamos para poner palos en la rueda. Entendimos que la intervención era un hecho. Sabíamos que hubo gente que estuvo impulsando esto. Moine por ejemplo; y un exdiputado nacional que ahora está en Salto Grande hablaban de la necesidad de intervenir la obra social.

-¿Se refiere a Pedro Galimberti?

-Sí, por supuesto, en varias oportunidades habló. Indudablemente eso quedó en los oídos del Gobernador y es lo que ocurrió. Me parece que se hubiese podido remediar de otra manera. En reuniones con el Gobernador había dicho que si había algún tipo de inconveniente yo no tenía problema de dar un paso al costado. No estoy atornillado al sillón.

-¿Cuál es el motivo que usted entiende que derivó en la intervención?

-El decreto dice que nosotros no oíamos lo que decía la Comisión Fiscalizadora. En esto tienen razón. El problema era que o atendíamos los dictámenes o dejábamos a los afiliados sin prestación. Los prestadors no negocian los aranceles, ellos los imponen. Mandan una nota y dicen que a raíz de la devaluación queremos tanto aumento, y la verdad que la situación es, o aceptas lo que te piden ellos o no lo aceptas, si no lo aceptas te cortan el servicio. A partir del 10 de diciembre de 2023 cambió todo. Estamos viviendo una Argentina totalmente distinta. Cambió la Argentina, y en esa Argentina los sistemas de salud están padeciendo un 120% de devaluación. A eso se suma la cantidad de tratamientos nuevos que aparecieron, sobre todo en el tratamiento del cáncer. Hoy estamos teniendo 78 pacientes nuevos por mes con cáncer, y eso demanda medicamentos oncológicos que en su gran mayoría son de altísimo costo. Fíjese, en noviembre de 2023, cada 100 pesos, 36 pesos, se utilizaban para medicamentos. En agosto de este año, cada 100 pesos, 65 pesos iban a medicamentos. En octubre, cada 100 pesos, pudimos bajarlo a 56 pesos. Quiere decir que veníamos tomando medidas que, en cierta manera, iba viendo la posibilidad de achicar ese número, que es el que está produciendo el gran déficit que estaba teniendo la obra social.

-¿Cómo cree que va a poder administrar el interventor con los mismos recursos un creciente gasto prestacional?

-Creo que, con mucha racionalidad, me parece que el señor interventor va a plantearle al señor gobernador la posibilidad de obtener mayores ingresos, porque de lo contrario va a ser imposible. En el año, el Iosper abona 8.200 millones de pesos en geriatría. Iosper fue creado para la atención de la salud, ¿qué tiene que ver la geriatría? Eso es un problema que debería hacer cargo la familia. Iosper paga 2.000 millones de pesos de maestros orientadores, algo que tendría que hacerse cargo Educación. Entonces, la manera de volver a encontrar recursos es que esos recursos sean utilizados pura y exclusivamente para garantizar la atención de la salud de los afiliados. El promedio de ingreso de la obra social es de $58 mil. De esos $58 mil, cuando uno hace el promedio del aporte de los jubilados, son $17.800. Yo pregunto, ¿cómo puede ser que con $17.800 se pretenda seguir manteniendo un nivel de cobertura tan caro como está ahora sin generar déficit?

-¿Cuál va a ser el futuro de Cañete?

-Había iniciado el trámite jubilatorio en el año 2020. Pero como todavía no estoy notificado por parte de la Caja de Jubilaciones en qué estado está mi trámite, ya mandé un mail al Poder Judicial. Mi cargo es jefe de despacho del Juzgado de Familia de la ciudad de Gualeguay, así que me vine para Gualeguay, y mandé una solicitud de información Recursos Humanos del Poder Judicial preguntando si me tengo que reintegrar, o no me tengo que reintegrar. Si me dicen que me tengo que presentar a trabajar, mañana me presentaré a trabajar.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora