La Justicia rechazó hoy el pedido de nulidad formulada por los defensores de Juan José Canosa, presidente durante los dos períodos del urribarrismo del Sistema de Crédito Entre Ríos (Sidecreer), contra dos denegatorios del fiscal que lo investiga, Juan Malvasio.
Malvasio no hizo lugar a dos peticiones: la primera, del propio Canosa, que solicitó que le sea recibida su testimonio en el marco de la causa que lo investiga por la comisión de dos delitos, enriquecimiento ilícito y negociaciones incompatibles con la función pública. El otro pedido rechazado por el fiscal fue para que sea citado a declarar como testigo uno de los principales denunciantes de Canosa, el titular del bloque de senadores de Cambiemos, Raymundo Kisser.
En la audiencia de discusión de pruebas que tuvo lugar hoy en Tribunales, la titular del Juzgado de Garantías N° 1, Susana María Paola Firpo, no hizo lugar a los planteos de los defensores Raúl Barrandeguy y Candelario Pérez. “No se ha violado ninguna garantía constitucional”, dijo la magistrada al anunciar la resolución tras oír los alegatos de Barrandeguy y Malvasio.

El fiscal Malvasio, y los defensores Barrandeguy y Pérez.

El fiscal Malvasio, y los defensores Barrandeguy y Pérez.

Firpo le hizo notar al veterano Barrandeguy, con cierto tono docente, cuáles son los mecanismos que rigen el nuevo sistema acusatorio en la provincia tras la reforma del Código Procesal Penal, y le recordó que es el Ministerio Público Fiscal el encargado de llevar adelante la investigación, y quien define la marcha de la causa. Además, le dijo al defensor que, si creía conveniente el testimonio de Kisser, podía pedirlo. “La defensa puede recabar el testimonio de Kisser”, sugirió, a lo cual Barrandeguy, dirigiéndose a la jueza, respondió con cierto tono de sorna: “A ver, explíqueme, así aprendo”.
El hecho novedoso de la jornada fue el anuncio de que Canosa será citado a declarar como imputado en la casa sobre negociaciones incompatibles con la función pública el próximo viernes 11, a las 9. Esa decisión fue comunicada por el propio Malvasio a los defensores.
En realidad, la causa original, denominada “Raymundo Kisser s/Denuncia”, se abrió en dos legajos: uno que investiga el enriquecimiento ilícito y otro, las negociaciones incompatibles con la función pública.
Pero Barrandeguy dijo no encontrar elementos para reprocharle a Canosa a nivel judicial que, dijo, incluso se ha mostrado colaborativo con los fiscales. “Nuestro defendido se ha mostrado dispuesto a colaborar. Renunció al secreto bancario. Renunció al secreto fiscal. Y todo eso en pro de la investigación que se lleva adelante”, dijo el defensor.
Incluso, aseguró, el extitular de Sidecreer, cuando supo que le iban a allanar su domicilio, “abrió las puertas de su casa” y “ha dicho que pone a disposición todos los elementos de prueba que posee”. Incluso, aseguró que el allanamiento que la Justicia ordenó el lunes 30 de enero en el domicilio de la suegra de Canosa, Sofía Montefiori, en el edificio de calle Buenos Aires 461, no tuvo razón de ser. Según Barrandeguy, hasta esa vivienda, que habita la mamá de la defensora oficial Paula Montefiori, se llevó a resguardar documentación que iba a ser usada para el trabajo de la defensa. Y que estaba dispuesto a poner a disposición de la Justicia.
Esa documentación –junto a otras carpetas enviadas por las actuales autoridades de Sidecreer—servirá para determinar si Canosa benefició a parientes y amigos con las contrataciones y licitaciones que él mismo firmaba.
La telaraña es grande.
Estando en Sidecreer, Canosa compró a su hermano, Carlos Alberto Canosa, a través de la suegra de éste, Mirta Graciela Gueler, U$S 262.300 en indumentaria y uniformes para el personal de Sidecreer.
También compró a su cuñada, Alicia Susana Cuestas (pareja de Carlos Alberto Canosa), y a la hermana de esta, María José Cuestas, y al esposo de esta última, Diego Aníbal Urba (amigo personal de Juan José Canosa), a través de Excelcom SA otros U$S 635.000 dólares en insumos informáticos.
Mirta Gueler, suegra del hermano de Juan José Canosa, es la madre de María José y Alicia (presidenta y directora de Excelcom SA respectivamente), y es suegra también de Diego Urba, otro integrante de la sociedad anónima, amigo personal de Juan José Canosa y concuñado de Carlos Alberto Canosa.
Esos datos los publicó el sitio www.noticiauno.com.ar.
Mirta Gueler es esposa Néstor Cuestas, padre de María José y Alicia (suegro de Carlos Canosa y Diego Urba), integrante de los Hermanos Cuestas.

Sidecreer pagó sólo a dos proveedores (a Excelcom SA por insumos informáticos y a Mirta Gueler por indumentaria) la suma de U$S 897.300 dólares.

Esos insumos e indumentaria fueron comprados por el Directorio de Sidecreer al mando de Juan José Canosa para la supuesta “actualización tecnológica y modernización de la empresa” y para “proveer uniformes al personal de la empresa”. Aunque algunos de los bienes también se adquirían para luego ser “donados” en el marco del programa de Responsabilidad Social Empresaria creado e implementado por el Directorio de Sidecreer en el año 2012.
Los documentos revelan que en la gestión Canosa se pagaron a una empresa (cuyos integrantes estaban vinculados familiarmente al presidente de Sidecreer) U$S 635.000 dólares por la compra de insumos informáticos. Y a una persona física (vinculada familiarmente al titular de Sidecreer) la suma de U$S 262.300 dólares en concepto de compra de uniformes y ropa (remeras y shorts de fútbol, cofias y delantales).

De la Redacción de Entre Ríos.