La Asociación de la Magistratura y la Función Judicial de Entre Ríos repudió la agresión que sufriera este fin de semana en La Paz el expresidente y actual vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Emilio Aroldo Castrillón, un incidente que ocurrió en cercanías de su casa -es oriundo de esa ciudad- con un grupo de comerciantes que, luego, denunciaron al magistrado.
Pero a la vez de repudiar que el magistrado se vea involucrado en un escándalo en la vía pública. Al respecto, la entidad remarcó que “quienes ejercen la función judicial –al igual que cualquier miembro de los poderes públicos del Estado- tienen vedado en toda circunstancia proferir públicamente improperios, insultar, injuriar, discriminar, y valerse de su condición funcional para efectuar reclamaciones informales a la autoridad”.
“La extralimitación y falta de conducta respecto del cargo que se ocupa degrada la función, el respeto y la confianza que el Poder Judicial debe garantizar a la ciudadanía en un Estado constitucional de Derecho”, apuntó.
«Bajo ningún aspecto la violencia es el medio para dirimir controversias en un Estado constitucional», cerró el Consejo Directivo de la entidad.

El video viral
Los improperios que profirió Castrillón, a los que alude la entidad que nuclea a los jueces, quedaron registrados en un video viral.
«Andá a la puta que te parió. Sos puto. Andá a tu casa, hijo de mil puta. Acá me golpeó este ladrón de mierda de la esquina, de este negocio. Estoy todo golpeado, culpa de ustedes que no controlan, el Covid y las pelotas», se lo escucha insultar al juez del STJ.
«Esto no es un boliche bailable, ¿dónde está la autorización acá? Ese gordo de mierda fue el que me agredió”, le manifestó a los funcionarios policiales que llegaron al lugar.
La denuncia de los kiosqueros
Como contó Entre Ríos Ahora, dos comerciantes y un empleado de un kiosco de La Paz, ciudad ubicada a 165 kilómetros de Paraná, denunciaron por daños y amenazas a Castrillón, quien la madrugada de este último09 domingo protagonizó un escándalo en un local de calle Sáenz Peña y Belgrano, lindero a su casa.
El magistrado hizo saber a los medios su versión de los hechos: que cerca de las 2 solicitó al dueño del comercio que baje el sonido de la música y que, ante la negativa, la discusión subió de tono y terminó siendo golpeado por cuatro personas. Además, aseguró que en el lugar había cerca de 300 personas que no cumplían los protocolos sanitarios por la pandemia.
Mariano Lukacs, dueño del kiosco, refirió en sede policial que alrededor de las 1,44, cuando se encontraba trabajando en el maxikiosco “El Kioscaso”, del cual es dueño, “se hizo presente el señor Emilio Castrillón y sin dar motivo empezó a voltear las góndolas del negocio, tirándole una botella de cerveza al empleado que se encontraba atendiendo”.
Además, aseguró que al vocal “lo sacaron a la fuerza” y que “en el exterior comenzó a amenazarme con quedarse con toda la esquina la cual es propiedad de la familia y amenazando en prender fuego la esquina”. “Lo llevé a los empujones hasta la casa, la cual está a 20 metros, hasta que llegó la policía. También me amenazó diciendo ‘hagan la denuncia, total yo soy el dueño de la ciudad’”, agregó.
El descargo de Castrillón
Este lunes por la mañana, Castrillón dijo que «uno de los propaladores de música es un medio hermano del fiscal”.
Se refirió así a Facundo Barbosa, integrante de la Unidad Fiscal de La Paz, que quedó al frente de la investigación de los incidentes que protagonizó el magistrado la madrugada del último domingo. Se trata del hijo exdirector de Juntas de Gobierno durante la gestión de Sergio Urribarri, Carlos Barbosa.
Castrillón dijo que en las primeras horas del domingo salió de su casa y «fui directamente a pedirle al que estaba en el kiosco, que no sabía quién era y resultó ser empleado –no el dueño-, que me contestó mal y me dijo que la música no era de ellos”. Eran las 1,45 del domingo y quien lo atendió en el kiosco “tenía los ojos hinchados, no sé si de alcohol o de otras sustancias”.
El vocal del STJ aseguró, en declaraciones al programa A quien corresponda, de Radio de la Plaza, que en ese momento “estaba enojado, no excesivamente” pero ingresó al lugar “para exigir que bajen la música”. Al respecto, agregó: “Cuando yo entré en el lugar, el empleado quiso dar vuelta al mostrador para correrme, y ahí le puse un exhibidor en el camino para poder salir sin que me agarre. Al salir, me caí en unos escalones y ahí me patearon en el piso entre tres o cuatro, me fisuraron tres costillas, me lastimaron todos los brazos. Me trastabillé, caí en la vereda y ahí me patean en el piso hasta que me levanté y salí”.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora