Cada 2 de enero, Juan Luis Turano espera un saludo de cumpleaños. Lo ha esperado siempre. En vano. Nadie lo saluda en su cumpleaños: nadie que forme ese círculo que se llama la familia. No recuerda abrazos ni besos. No los tuvo. Da vueltas en círculos en su propia historia y se descubre como un hombre solo, ahora, a los 37 años. Solo con una historia quebrada.
-Me hubiese gustado tener una familia. Pero no se pudo -dice.
A los 7 años lo dejaron solo contra el mundo.
Hasta entonces lo había cobijado una familia que, después supo, era de cartón pintado: su papá, Juan Carlos Turano, exvocal del Superior Tribunal de Justicia; la esposa de Turano, Teresa Fornero; y su madre biológica, que conoció mucho tiempo después, Olga Ocampo. Junta los pedazos de su historia y a tientas puede reconstruir su vida.
Se enoja. Se enoja mucho. Se enoja por la falta de certezas.
-Necesito que me digan si nací de un repollo, de una lechuga, o es eso que dice en la libreta de familia. Necesito conocer mi identidad -pide Juan Luis Turano.
Decidió correr ese velo oscuro que tapaba una parte de su historia: la de un niño que fue abusado. El abusador ha sido su padre, el exjuez Juan Carlos Turano. Eso lo contó este lunes frente a un fiscal, Facundo Etienot, de la Unidad Fiscal de Violencia de Género y Abuso Sexual del Poder Judicial. Contó todo cuanto pudo; todo cuanto recordó.
De grande, dice, lo atrapan los fantasmas de ese niño que fue: sueños que se convierten en pesadillas recurrentes.
Un día resolvió que tenía que poner en palabras el espanto. Y se presentó en Tribunales y denunció a su padre, el exjuez. El lunes 29 de agosto hizo la denuncia. Este lunes 5 de septiembre, agregó lo que faltaba.
-¿Qué contaste?
-No conté todo; faltaron cosas. Salí con un poquito de tristeza, de congoja, de dolor, una juntadera de sentimientos. Como digo siempre, fue sacarme una mochila enorme de encima. Estuve como cincuenta minutos en la Fiscalía. Me trataron muy bien. Era la primera vez que me encontraba en una situación así.. En el juicio por la muerte de mi hermana –Agustina Turano, muerte por la cual fue condenado a perpetua su pareja, Pablo Actis, aunque Juan Luis está seguro que fue suicidio- no me dejaron entrar. Me tenían prohibido acercarme. Me querían lejos de ellos.
-¿A qué edad ocurrieron los abusos?
-A los 6, a los 7, a los 8 años. No era todos los días. Eso pasó hasta que nos vinimos a vivir a Paraná (los Turano son oriundos de La Paz, NdelR).
-¿Nunca habías hablado de los abusos?
-Sí. Una vez, creo que fue en 2011, me presenté en la casa de los Turano, y lo enfrenté a Juan Carlos y le pedí que contara lo que me hacía. Empecé a gritarle, y entonces escucha todo Teresa, baja y me echa. Me sacó cagando. Me dijo que si seguía con eso, iba a decir que yo abusaba de mi hermana Agustina. Ellos empezaron a decir que yo buscaba plata, y eso es mentira. A partir de ese momento ya no tuve más relación con los Turano. Pero yo no buscaba plata. Solamente quería saber la verdad.
-¿Nunca pudiste acercarte a ellos después de eso?
-No, nunca.Y la pasé muy mal. He dormido en las plazas, he pasado frío, hambre. Siempre me la banqué. Y lo hice laburando. Ellos dicen que yo busco plata, y no es así. En la calle aprendí todo, porque nunca tuve familia. En la casa de los Turano no tuve nada. Ni amor, ni abrazo, ni un beso. Al contrario, siempre me fajaban. Tengo cinco vértebras desplazadas por los golpes que me daban.
Juan Luis Turano tiene un hueco en su historia. “No sé lo que es que mi papá me llame y me pregunte si necesito algo, cualquier cosa. No sé lo que es una Navidad en familia. No me acuerdo de un mensaje de feliz cumpleaños”, plantea.
-¿Cuándo es tu cumpleaños?
-El 2 de enero. Nací en 1985. Bah, quiero creer que es así, que es esa fecha. Que esa es la fecha de mi nacimiento. ¿Sabés que pasa? Soy muy desconfiado. No confío en la gente. Qué voy a confiar si me han mentido desde el día cero.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora