La causa denominada por la prensa como “El Audi de Urribarri” tuvo un cierre definitivo en los Tribunales de Paraná hace casi un mes, cuando los representantes del Ministerio Público Fiscal y la defensa de dos empresarios llegaron a un acuerdo que puso fin al caso. Uno de los empresarios que fue investigado fue sobreseído, mientras que otro se acogió a la probation, suspensión de juicio a prueba.

Los dos empresarios que habían quedado bajo investigación, fueron Jorge Aníbal Pérez, director suplente de Kaskira SA, y Gustavo Adolfo Vázquez, director de la firma. Al primero le dictaron el sobreseimiento definitivo por cuanto no se pudo probar su conexión con la compra del Audi A1 y la posterior dádiva en beneficio del ex gobernador Sergio Urribarri. Vázquez, en tanto, se acogió a la probation.

El abogado Miguel Cullen, que junto a Guillermo Varotrelli ejercieron la defensa técnica de ambos empresarios, solicitó al juez el sobreseimiento de Pérez y a su petición se sumaron los fiscales Patricia Yedro y Santiago Brugo.

El juez de Garantías Humberto Franchi hizo lugar a la solicitud y dictó el sobreseimiento definitivo de Pérez, “dejando a salvo su buen nombre y brindándole mis sinceras disculpas por todo lo que le ha ocurrido”.

A casi un mes del cierre del caso, el abogado Miguel Ángel Cullen, remarcó que a su defendido se lo investigó durante un año y no se lo pudo vincular a ningún ilícito. “El propio fiscal reconoce que estuvieron un año investigándolo a Pérez, tratando de vincularlo con el tema del Audi y no pudieron. Por eso acompaña el pedido de sobreseimiento”.

En ese sentido, sostuvo que a Pérez “se lo investigó durante un año y se llegó a la conclusión de que no había cometido ningún ilícito, no había participado de ninguna forma posible en la expedición de las tarjetas azules”.

Luego el letrado explicó que “el sobreseimiento sólo se puede dictar cuando hay certeza negativa. Es decir había certeza de que el hecho no existió”. Y agregó para redondear la idea que “solamente se puede dar una sentencia de sobreseimiento si no tengo dudas de que no existió delito, de que el hecho no fue cometido por la persona o que el hecho en sí no estaba tipificado. Esto es lo que sucedió con Pérez”.

Cullen resaltó que el sobreseimiento “no fue sacado en tres días”, sino que el empresario Pérez fue investigado durante un año y que no se encontró prueba alguna en su contra. “Se lo investigó a más no poder. Lo sometieron a la necesidad de buscar abogado y a pesar de todo no pudieron llegar a generar una duda de que pudiese haber hecho un ilícito”, finalizó.

Antecedente


El caso del Audi A1 se conoció el 7 de septiembre de 2016, a través de una publicación de Análisis Digital, que reveló que Urribarri y su esposa fueron habilitados a conducir el automóvil que entonces era propiedad de la firma Kaskira SA, con domicilio en Uruguay 775, piso 4, de Capital Federal.

El vehículo de alta gama fue adquirido por la empresa el 11 de mayo de 2015 y después emitió permisos –cédulas azules- para que puedan conducirlos Urribarri, su esposa, Ana Lía Aguilera, y una tercera persona, que sería chofer de la empresa.

Ante la información periodística, los abogados Rubén Pagliotto y Guillermo Mulet denunciaron en fiscalía el presunto delito de dádivas. El 21 de septiembre de 2016, la empresa vendió el automóvil a una mujer llamada Marta Teresa Castro; y el 7 de diciembre, la Justicia le secuestró el auto a esta nueva dueña.

Jorge Aníbal Peréz y Gustavo Adolfo Vázquez, presidente y vicepresidente de Kaskira SA, respectivamente, son los empresarios que quedaron en la mira de la fiscalía. Pérez es socio de la empresa Kaskira SA, y participa de la explotación del Hotel Howard Johnson Mayorazgo. También era titular de la firma Productores Independientes Asociados (PIA) SA, que explota la señal de Canal 9 Litoral.

Luego de un año de investigación, Pérez fue sobreseído; mientras que su socio accedió a la suspensión del juicio a prueba: deberá cumplir tareas comunitarias en beneficio de la Fundación Crisálida, una ONG que trabaja en pacientes oncológicos que son derivados desde el Hospital San Roque.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora