El abogado Carlos Reggiardo presentó una denuncia contra el fiscal de Coordinación de Paraná Ignacio José María Aramberry ante el Jurado de Enjuiciamiento.
Reggiardo le reprocha al integrante del Ministerio Público Fiscal haber mentido cuando declaró como testigo en el proceso de jury que se sustanció contra la Procuradora Adjunta y Fiscal Anticorrupción Cecilia Andrea Goyeneche, destituida por el Jurado deEnjuiciamiento el 24 de mayo pasado.
El código penal valora de tal manera la VERDAD que ha dispuesto penas de hasta 10 años de prisión a quien prestare falso testimonio. He denunciado en el HJE al. Dr. IGNACIO LUIS MARIA ARAMBERRY por mal desempeño de sus funciones. Ha mentido en el Jury a Cecilia Goyeneche.🧵
— CARLOS G. REGGIARDO (@WILLYREGGIARDO) August 12, 2022
«El Código Penal valora de tal manera la verdad que ha dispuesto penas de hasta 10 años de prisión a quien prestare falso testimonio. He denunciado en el Honorable Jurado de Enjuiciamiento al doctor Ignacio Luis María Aramberry por mal desempeño de sus funciones. Ha mentido en el Jury a Cecilia Goyeneche», anunció Reggiardo a través de su cuenta de Twitter.
Al respecto, agregó: «Las causales de mal desempeño se suman al falso testimonio prestado para defender a Cecilia Goyeneche y su marido (Sebastián Orlando Bertozi), fue a la vista de muchos fiscales. Un fiscal no puede sentarse a mentir sin consecuencias». En ese punto, amplió: «Su actitud con (Mario Martínez) Deiloff, el haber omitido prueba que vinculaba a Bertozzi con (Pedro) Opromolla, los allanamientos y muchas más irregularidades, para garantizar impunidad al matrimonio Goyeneche-Bertozzi».
Reggiardo fue uno de los denunciantes de Goyeneche ante el Jurado de Enjuiciamiento, que abrió el proceso de jury que terminó en la destitución de la Procuradora Adjunta. También la denunciaron los abogados Rubén Pagliotto y Guillermo Mulet.
El 3 de mayo, en el marco del proceso de jury a Goyeneche, Aramberry declaró como testigo junto a otra fiscal, Patricia Yedro, ambos a cargo de la investigación penal por los contratos truchos en la Legislatura -expediente hoy en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que debe resolver de competencia-, y
Entonces, Aramberry dijo que Goyeneche les informó que «compartía derechos en un fideicomiso con Opromolla y que era su intención de cederlos. Esto lo puso en conocimiento del Procurador» Jorge Garía.
Especificó que al pedir la inhibición de bienes sobre los imputados de la causa Contratos y que se trabara un embargo, la medida alcanzó a un inmueble de calle La Paz, cuyo fideicomiso compartieron la fiscal acusada y el imputado Opromolla. «Nos comentó que tenía el 100% de ese inmueble, que lo compartió antes en un 50% con el imputado. Nos dijo que ya no era de titularidad del imputado», declaró Aramberry.
A pesar de ello, puntualizó que durante la investigación «no constatamos ninguna pérdida del principio de objetividad» de parte de Goyeneche y que su actividad fue «impecable». «De advertir el quebranto a la objetividad no tengo dudas que el Procurador se lo hubiese dicho», añadió.
Yedro y Aramberry también fueron preguntados por las partes sobre el testimonio del testigo Mario Deiloff, quien dijo haberse sentido intimidado cuando declaró como testigo en la causa Contratos y en donde reconoció tener contratos truchos con el Senado y que trabajaba como cadete de Integral Asesoría. Su paga salía de una pequeña porción de un contrato legislativo, y la mayor parte quedaba en el estudio contable.
En la acusación a Goyeneche se afirma que habría maltratado a Deiloff porque éste mencionó a Orlando Bertozzi, esposo de la fiscal, como integrante del estudio investigado.
Yedro dijo que no participó de la entrevista porque ese día estuvo en una capacitación; mientras que Aramberry señaló que entrevistó al testigo junto a Goyeneche. Agregó que al día siguiente repasaron la entrevista grabada con Yedro y allí decidieron pedir el allanamiento y el secuestro del celular del joven por entender que estaba ocultando información.
Ambos justificaron la medida mencionando que lo hicieron con otros testigos del caso que mantenían contacto con imputados o se mostraron reticentes a colaborar. También subrayaron que no recibieron ninguna instrucción de Goyeneche tendiente a beneficiar a Opromolla u otro acusado.
Cabe recordar que la maniobra investigada en el expediente Contrtos abarcó una década, de 2008 a 2018. Según la Fiscalía provincial, el monto sustraído en ese período asciende a 52.927.878,50 dólares, lo que actualizado a mayo de 2021 cuando se pide la elevación a juicio (cotización dólar oficial $93,75 al 28/05) sería de $4.961.988.609.
El esposo de la fiscal y su amistad con Opromolla
A su tiempo el esposo de la fiscal, Sebastián Orlando Bertozzi, dio una extensa explicación sobre su relación de amistad con Opromolla, que incluyó viajes vacacionales al exterior. Explicó que tuvo una larga amistad con él y Krapp y que en 1998 conformaron un estudio contable. Lo denominaron OKO (Opormolla, Krapp, Orlando).
Contó que rápidamente dejó de pertenecer al estudio porque en mayo de 1999 se fue a Estados Unidos, donde continuó con su formación profesional y que regresó en 2008 para instalarse en Paraná, y que desde entonces nunca tuvo una relación comercial o de servicios con ellos. Apuntó que, tras vivir en España, regresó a Paraná en 2008 y que retomó la amistad con Opromolla, pero que «ya no era como antes». Finalmente, ese vínculo, dijo, se cortó en 2018.
—¿Por qué cesó la amistad? -consultó Justet.
—Porque Opromolla estaba vinculado con la causa Contratos de la Legislatura.
Ante una consulta sobre si al regreso de España tuvo un vínculo comercial con Opromolla, Orlando Bertozzi reiteró que «no tenía ningún vínculo comercial» y que se desempeñó en un estudio de arquitectura. Explicó que sí le daba sus clientes al contador Opromolla y que incluso propuso al estudio de arquitectura que su amigo preste servicios «llevando la parte tributaria» de los fideicomisos que administraban allí.
Preguntado sobre cómo su esposa y Opromolla terminan siendo fiduciarios en dos fideicomisos, señaló: «Convencí a mi esposa a invertir en el fideicomiso, a pesar de ser reacia a hacerlo. Confió en mí y aceptó invertir en medio departamento de dos fideicomisos. El otro 50% le dije que se quede tranquila porque iba a invitar para que invierta a Opromolla, que era de mi confianza».
Asimismo, afirmó que su esposa y Opromolla «nunca tuvieron contacto» y que él fue «el nexo entre ambos».
De la Redacción de Entre Ríos Ahora