El 25 de septiembre se cumplirán cuatro años de la muerte de Gabriel Gusmán, el joven de 19 años ultimado en 2018 en el barrio Capibá, de Paraná, por un tiro que salió de un arma de la Policía de Entre Ríos. La Justicia aún no ha resuelto quiénes fueron los responsables de ese final e incluso la Fiscalía archivó las actuaciones en noviembre de 2020 por entender que no tenía suficientes pruebas para avanzar.

En cambio, la causa sí pudo continuar con los abogados querellantes, que representan a la familia de la víctima, quienes apuntan desde el principio de la investigación a dos uniformados: Oscar Rodrigo Molina y Diego Sebastián íbalo. Les endilgan el delito de homicidio agravado por alevosía y cometido por funcionario policial.

Los policías fueron quienes aquel septiembre de 2018 llegaron al barrio para intervenir en una pelea entre vecinos y, según la acusación de la querella, terminaron persiguiendo a Gusmán y matándolo de un tiro en la nuca.  Los agentes, en cambio, sostienen que son inocentes y rechazan la descripción del hecho que hacen los acusadores privados.

Consultado por Entre Ríos Ahora, el abogado querellante José Iparraguirre señaló que junto a su colega Lucía Tejera buscan avanzar rápidamente para que el caso de una vez por todas llegue a juicio oral y público, donde finalmente la Justicia pueda dar una respuesta a la familia del joven de 19 años que murió practicamente fusilado de un tiro. Para esa instancia faltan algunos pasos a seguir: la declaración indagatoria de los policías y otra instancia donde se debatirá la elevación del expediente a debate oral y público.

De momento, Iparraguirre recordó que «el miercoles 21 de septiembre, a las 17,30, ante la jueza de Garantías Elisa Zilli vamos estar tomándoles declaración de imputado a los policías. Esta medida se realiza individualmente con sus abogados defensores».

Al respecto, enfatizó que esta instancia es muy importante para la querella, puesto que luego de ello «rápidamente tenemos que avanzar a la audiencia de remisión a juicio para poder llegar de una vez por todas al plenario oral y público. Allí todas las partes y el público podrémos analizar qué sucedió hace cuatro años en el barrio Capibá donde falleció Gabriel Gusmán».

«Estamos con expectativas para poder culminar con esta instancia judicial. Esperemos los imputados puedan declarar y así nosotros podemos conocer sus argumentos sobre lo sucedido con la muerte de Gabriel Gusmán. A paritir de allí la acción privada buscará avanzar rápidamente a la audiencia de remsión a juicio para discutir con la defensa las pruebas para incorporar al plenario», explicó Iparraguirre.

El abogado señaló que a los policías íbalo y Molina se les endilga el delito de «homicidio agravado por alevosía cometido por funcionario policial, que lleva pena de prisión perpetua» y refirió que de acuerdo a la descripción del hecho que hacen como parte privada acusatoria, los uniformados «intervinieron en la persecusión (de Gusmán) y en el posterior caso de gatillo fácil: lo persiguieron en un móvil policial y en un momento Gabriel detiene su huida y levanta las manos en señal de entrega. Ahí, uno de los funcionarios se baja de la camioneta y toma posición de disparo. La bala ingresa por el cráneo y le produce la muerte de forma inmediata».

Finalmente, el abogado querellante remarcó que «es sumanemente preocupante no solo porque es un caso de gatillo fácil, sino porque no puede haber un mensaje para la fuerza policial de que está habilitada a disparar en cualquier circunstancia».

«El Código Procesal y la Ley Orgánica de la Policía determinan claramente que para efectuar un disparo los funcionarios policiales tienen que estar en riesgo su vida o de terceros y no pueden para proceder a una detención disparando a una persona al cráneo», finalizó.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.