Desde febrero, la Justicia entrerriana está en ascuas con una pericia que no se realiza, no tiene fecha y, peor aún, es incierto cuándo ocurrirá ello.

El dato no parece menor. El Poder Judicial de Entre Ríos tiene una sola perito contable. Se trata de María Florencia Ara, en cuyas manos recaen las peticiones de todos los tribunales y fiscales para que certifique números, analice costos, verifique contabilidades.

Ara depende del presidente de la Sala de Procedimientos Constitucionales y Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Daniel Omar Carubia. De modo que cualquier informe pericial dependerá del humor del juez Carubia.

La llave para iniciar una pericia, o poner fecha a un eventual futuro trámite pericial, la tiene Carubia.

Ara fue designada en el cargo por acuerdo general del STJ el 1° de marzo de 2016. Fue nombrada como «Oficial Mayor Técnica -Contadora- Provisoria de la Sala Nº 1 de Procedimientos Constitucionales y Penal del STJ».

Entre febrero y septiembre, el Ministerio Público Fiscal hizo tres peticiones a la perito Ara para que se expida respecto de una pericia contable en la causa que se le sigue a un grupo de empresarios de la construcción que fueron contratados por el exgobernador Sergio Urribarri en el marco de la Cumbre de Presidentes del Mercosur que se realizó en Paraná en diciembre de 2014.

En Tribunales aluden a esa causa de un modo coloquial: «Mercosur Obras». Así la diferencian de otra investigación penal que tiene abierta el exgobernador Urribarri, la «causa Nelly». Se trata de un expediente que arde: en el marco de aquella Cumbre del Mercosur, Urribarri ordenó la contratación en forma directa la difusión de tres spots televisivos con la firma Nelly Entertainment SA, del empresario farandulero Jorge «Corcho» Rodríguez, el mismo que está salpicado seriamente en la investigación por la ruta de las coimas de la firma constructora brasileña Odebrecht.

Urribarri le pagó a «Corcho» Rodríguez $28 millones para difundir esos videos con el fin de promocionar la Cumbre, pero que en realidad, es la hipótesis de la Fiscalía, sólo sirvieron al fin de posicionar su figura en el mercado nacional en el marco de su frustrada intención de presentar su candidatura a presidente de la Nación. O sea: el «Sueño Entrerriano». Un sueño que para la Justicia encuadraría en el delito de peculado.

Aquella Cumbre del Mercosur, entonces, abrió dos investigaciones penales sobre Urrubarri: la causa «Nelly» y la causa «Mercosur obras».

En esa segunda causa están imputados por el supuesto delito de fraude a la administración pública los empresarios Miguel Marizza (Caballi SA), Néstor Iván Szczech (Szczech & Szczech), Rubén Grasso (Cemyc ) y Daniel Hereñu (OICSA), más la titular de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), Alicia Feltes. La sospecha de la Fiscalía es que durante las contrataciones que hizo el Gobierno con esas firmas se pagaron sobreprecios.

La determinación del monto de esos sobreprecios, y cómo se llegó a esa conclusión deberá ser peritado por la perito contable Florencia Ara, que tiene el trámite desde febrero último.

La investigación


El 29 de octubre de 2014, Urribarri firmó el decreto Nº 3.974, que puso en vigencia un “convenio de colaboración” entre la Unidad Operativa Mercosur, creada especialmente para canalizar los gastos de organización y la logística para la Cumbre de Presidentes del Mercado Común del Sur que tuvo lugar en Paraná a mediados de diciembre de ese año.

El acuerdo lo firmó el titular de la Unidad Operativa Mercosur, Félix Céspedes, ahora eyectado de la administración del gobernador Gustavo Bordet, con la Delegación Entre Ríos de la Cámara Argentina de la Construcción, entonces presidida por Néstor Iván Szczech.

Así, se puso en marcha el denominado Operativo de obras, servicios y provisiones de bienes esenciales para la Cumbre del Mercosur. Alicia Feltes, actual titular de  Vialidad, fue designada coordinadora general de ese comité, y se le otorgaron, según el convenio, “amplias facultades ejecutivas para disponer las acciones tendientes a la contratación y materialización de los trabajos necesarios”.

Ese comité, además, se integró, en representación de la Cámara de la Construcción, por Miguel Marizza, presidente de Caballi Construcciones SA, “quien será el único interlocutor válido en la coordinación de todo lo atinente al convenio con la Provincia”.

El acuerdo previó que sería Marizza el encargado de “realizar internamente” en la Cámara de la Construcción una “preselección de empresas que luego servirán para ser propuestas al coordinador general (Feltes) para la ejecución de las obras, servicios y/o provisión de bienes” destinadas la organización de la Cumbre.

El miércoles 19 de octubre de 2016, el fiscal Juan Malvasio realizó allanamientos en las sedes de las firmas, en la Cámara de la Construcción y en la oficina de la titular de Vialidad, Alicia Feltes. De aquel operativo, el acusador público se llevó computadoras, documentación y hasta el teléfono celular de la funcionaria. Mientras, solicitó información a la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip), a la Dirección de Inspección de Personas Jurídicas y al Tribunal de Cuentas de Entre Ríos.

Cinco constructoras cobraron más de $38 millones en la Cumbre Mercosur. La empresa Cemyc SRL (Grasso) cobró $ 12.979.337,82; Antonio Caballi SA, de Marizza, se alzó con $ 12.683.198,14; Szczech & Szczech SA cobró $6.88.198,97; le siguió OIC SA, que percibió $5.644.639,94. En último lugar se ubicó Luis Losi SA, con $ 535.184,34.

Los trabajos se realizaron en las dos sedes que tuvo la Cumbre: la Escuela Centenario y la Vieja Usina. Se colocaron carpas, mobiliario, plantines de ambientación, decoración, instalación de equipos de audio y videos, banners, servicio informático y de limpieza, entre otros elementos para el funcionamiento del encuentro continental.

La investigación penal que busca determinar si efectivamente se pagaron sobreprecios a las empresas que realizaron obras en la Cumbre Mercosur está detenida por esa pericia que espera desde febrero y que, aún más grave, no tiene fecha.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.