Este viernes fue el Día D en el juicio por las causas Narcoavioneta y Narcomunicipio que tiene contra las cuerdas al exintendente de Paraná, Sergio Varisco.
La Fiscalía General del Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná, comenzó sus alegatos críticos este viernes en el juicio que ventila las causas Narcoavioneta y Narcomunicipio.
La jornada inició después de las 9 con la ampliación indagatoria del ex intendente Sergio Varisco. Y luego se abrió la etapa crítica del juicio donde, en líneas generales, se repasa la prueba producida en el debate y se la encuadra jurídicamente.
Después de la indagatoria de Varisco, el alegato de los fiscales José Ignacio Candioti y Leandro Ardoy tuvo una primera parte hasta el mediodía. Durante ese tiempo, los fiscales hicieron un racconto de los hechos plasmados en los requerimientos de elevación a juicio. Posteriormente, en una segunda instancia, el fiscal Candioti repasó todos los testimonios producidos en el debate.
El lunes, a las 10, se retomará la alegación con la parte final. Se precisará el rol y vínculo de cada imputado en los hechos acusados, se encuadrará penalmente y se harán los pedidos de penas, si así lo entienden los fiscales.
La extensa ronda de alegatos comenzó con el Ministerio Público Fiscal (MPF) en la voz del Fiscal General José Candioti. El fiscal inició su acusación ante el Tribunal Oral Federal (TOF) con la conocida causa de la narcoavioneta. Mientras que el fiscal Leandro Ardoy se encargó de enumerar las pruebas y argumentar la acusación por el expediente conocido como narcomunicipio. En este artículo se mostrará la introducción de los alegatos del MPF que está previsto que supere las 10 horas de alocución acusatoria.
“No queda duda que estamos ante una verdadera organización dedicada a la comercialización de estupefacientes a gran escala integrada por múltiples integrantes. Es la organización criminal más importante que hemos juzgado hasta ahora”, aseguró Candioti ante los jueces Lilia Carnero, Noemí Berros y Roberto López Arango.
En esa línea, explicó que la Policía Federal Argentina (PFA) logró avanzar minuciosamente en la investigación hasta determinar el organigrama de la organización y luego realizar el operativo que frustró el descenso de los 317 kilos de marihuana en el campo de los hermanos Ghibaudo.
Respecto a la magnitud de la banda, Candioti explicitó: “Hay funcionarios municipales involucrados. (Hernán) Rivero estaba a cargo de la Unidad Municipal Nº2; (Miguel Cebolla) Leguizamón era el subdirector. Está comprobado que Daniel Celis controlaba la UM2, hay contactos internacionales que dan muestra del comercio. Se comprobó la magnitud a través de los medios con los que contaban: campos para pistas de aterrizajes clandestinas y una logística que le permitió que descienda un avión para traer más de 400 paquetes con estupefacientes”.
En esa línea, el fiscal fustigó: “Todos los hechos relatados tienen su relato con prueba documental y testimonial”.

Candioti fue enumerando una serie de procedimientos de la PFA y otros expedientes judiciales que se articularon en la investigación y se pudo determinar que estaba orquestado todo por los hermanos Daniel Tavi y Miguel Titi Celis. En estos procedimientos fueron involucrados Miguel Cebolla Leguizamón, Guillermina Valde, Fernanda Orundes Ayala (una de las parejas del Tavi Celis), Patricia Corradini (pareja del Titi Celis), entre otros.
El fiscal hizo mención al artículo periodístico de la edición papel de la revista Análisis con fecha de junio del 2016, titulada «Los tentáculos del Narco», en la cual se describe la inserción de la banda de Tavi Celis en la Municipalidad de Paraná y cómo la información de la investigación periodística fue chequeándose con las pruebas recolectadas por la PFA. Este fue el artículo que generó la famosa llamada de Pablo Hernández al «Tavi» Celis que tomó estado público. “Todo el mundo sabe que manejo la Unidad Nº2”, le espetó Celis a Hernández en ese llamado.
En ese tramo Candioti involucra a Hernán Rivero (director de la UM2) y Cristian Javier Silva. Celis es quien le solicita a Silva la adquisición de más de 100 bidones para cargar combustible y esto se comprobó en una escucha. El fiscal explicó que hubo varias conversaciones entre Celis y Silva hablando de combustible: “Primero Celis le pidió nafta, después nafta de alto octanaje y al final le pidió aeronafta”.
Además, Candioti se refirió al presunto negociado con zapatillas que tenía Silva, Rivero y Griselda Bordeira, también funcionaria municipal: “Te propongo el negocio de tu vida, es como que llegue Papa Noel”, le dijo Silva a Rivero en una escucha.
También hizo referencia al pedido del líder narco a Rivero para que le entregue dos camiones de recolección de residuos sin GPS para el traslado de “muebles”. En realidad, los muebles eran droga.
Candioti demostró en sus alegatos que Tavi Celis fue quien comenzó con la logística para traer la droga desde Paraguay en avioneta y que tras su detención el que se encargó de comandar desde afuera fue Titi Celis.

El fiscal explicó que cada hermano tenía una estructura que, según se logró corroborar en la investigación, actuaron en conjunto para la comercialización de droga y el traslado de los 317 kilos desde Paraguay. Dentro de la banda del Titi estaban Julio Vartorelli y Miqueas Córdoba.
“Fernanda Orundes Ayala no tuvo nada que ver, es una persona de trabajo”, había argumentado Tavi Celis en su indagatoria. Sin embargo, las escuchas muestran que la pareja de Celis integraba la banda para comercializar droga y en los diálogos se muestra cómo ella y Silva iban al bunker de Cabeza de Fierro (Víctor González, tres veces condenado por narcotraficante). En la banda del Tavi también estaba María Laura Zurita, gracias a la cual se determinó el trabajo articulado con la banda del Titi Celis por conversaciones telefónicas.
“En diciembre del 2016 se empieza a hablar en concreto. Celis y Silva habían empezado a diagramar con el posible aterrizaje de una avioneta con droga. Celis estaba detenido y la PFA siguió con la intervención de su teléfono porque era posible que siga con el negocio desde la cárcel. Le manda un mensaje a un contacto en Corrientes y le dice que hable con su hermano. ‘Hace de cuenta que estás hablando conmigo’, le dice y le pasa el número con el nombre de contacto Titi”, describió Candioti.
Allí recordó la indagatoria de Marcos Velázquez quien reconoció haber buscado pistas de aterrizaje clandestinas por encargue de Sergio Baldi. Dicho encargue fue propuesto por Baldi en la cárcel, cuando Velázquez lo fue a visitar el 31 de diciembre del 2016. “Velázquez dijo que buscaron las pistas y que participó Gastón De la Fuente, un personaje muy importante”, aseguró Candioti.
De la Fuente, apodado El Cordobés, era el piloto que debía supervisar el terreno para el aterrizaje. “En marzo del 2017, la PFA pide escucha de modo directo porque se dan cuenta que no están tan lejos del aterrizaje. Titi Celis viajó a Córdoba con Patricio De la Rosa para entrevistarse con el piloto de la narcoavioneta, según se comprobó en la investigación.

“Es como en una película”, dijo sorprendida y con una risa Orundes Ayala al escuchar el nivel de detalle de la descripción de Candioti.
Se demora el narcooperativo por la operación de vesícula a la que debió someterse Celis y en eso aparece Luis Céparo, el encargado de contactar a los hermanos Omar y Raúl Ghibaudo, propietarios del campo donde termina aterrizando la avioneta. Candioti relató cómo los hermanos fueron con Céparo a comprar el combustible y lo guardaron en su campo de María Grande. El combustible era para que la avioneta pueda irse una vez descargada la carga. Céparo se contacta con De la Fuente por estos campos.
“Ahí la PFA se encuentra con que hay una organización importante y hace un organigrama que pone arriba a los dos Celis”, explicó el fiscal.
“Miguel Celis con Céparo y los Ghibaudo coordinan un encuentro con el piloto en el campo de María Grande. La PFA hace un seguimiento donde obtienen fotos y se puede observar que está la camioneta negra de Miguel Celis y donde están con dos personas de nacionalidad paraguaya, esto reconocido por el propio Miguel Celis en su indagatoria”.
La lluvia comenzó a postergar el aterrizaje ya que estaba programado en María Grande para el 22 de mayo y termina siendo el 28 de mayo en el otro campo de los Ghibaudo, en Colonia Avellaneda cerca del puerto de la balsa que te lleva a Villa Urquiza.
“La PFA estaba en el campo antes del aterrizaje desde hacía tiempo y lo primero que ven pasar es la camioneta Saveiro blanca. La PFA es cauta porque si bien es la camioneta De la Rosa, aseguraron que no vieron quién iba conduciendo. Luego de que pasa la Saveiro blanca, hay un mensaje de Miguel Celis que dice ‘está todo despejado’”, explicó Candioti. La camioneta la manejaba Miguel Celis –reconocido por él en la indagatoria- y luego del mensaje enviado “la PFA ve que la avioneta sobrevuela la zona y se dirigen al campo”, aseguró el fiscal.
Cuando la PFA llega al lugar, encuentra que se habían descargado los 317 kilos de marihuana y había dos camionetas en el lugar: la de José Marcial Caballero y la de los hermanos Ghibaudo. “Al lado de la avioneta estaban los hermanos Ghibaudo, Céparo y Caballero se dio a la fuga para luego ser hallado”.
Narcomunicipio: “El acuerdo excedía largamente lo político”
El fiscal Ardoy se encargó de introducir la acusación respecto a la causa Narcomunicipio. Hay que recordar que en el primer expediente el exintendente Sergio Varisco, el exconcejal Pablo Hernández y la funcionaria Griselda Bordeira habían sido citados como testigos. La investigación continuó y los terminó involucrando como partícipes de la banda. “Es una suerte de continuidad y un ahondamiento en los nexos que tenían los narcotraficantes con funcionarios políticos de la Municipalidad de Paraná”, explicó Ardoy.

“Desde el gobierno municipal no sólo se permitió el ingreso de personas vinculadas al narco, sino que parte de los funcionarios integraban la banda y llevaban adelante actividades ilícitas”, describió en base a uno de los informes de la PFA.
El fiscal mencionó escuchas, mensajes y comunicaciones entre los integrantes de la banda que justifican la acusación. Tal es el caso del mensaje que le manda Celis desde la cárcel a Orundes Ayala el 5 de septiembre del 2017: “Al fin una buena, arreglé con el intendente”.
En esta investigación quedan involucrados Hernán Rivero (titular de la UM Nº2), Eduardo Celis (hermano de los otros dos involucrados), Nahuel Celis (hijo del Tavi) y Luciana Lemos (también pareja del Tavi) quien declaró como arrepentida en la causa. También quedó implicado Alan Viola, agente de Tránsito del Municipio quien junto a Lemos se encargaban de comunicar los avances y retrocesos del acuerdo entre Celis y Varisco. Los otros interlocutores eran Hernández y Bordeira.
Lemos vivía en la casa de Celis ubicada en Don Segundo Sombra y República de Siria. La cocaína hallada en ese domicilio había llegado desde Buenos Aires con Wilber Figueroa Lagos, ciudadano peruano que se le instaló a Lemos en uno de los departamentos de atrás hasta que se materialice el pago de los kilos de cocaína.
Celis se ve afectado por el impacto económico que había generado el hallazgo de la narcoavioneta en su organización criminal. Por eso es que presionaba a Lemos para que recaude dinero proveniente de los funcionarios municipales: “Celis operaba desde la cárcel y recibía el aporte de los funcionarios”, explicó Ardoy.
“El acuerdo que aquí se intentó caracterizar como político, excedía largamente lo político. Celis le preguntaba a Viola en qué estaba lo suyo y por el dinero que los funcionarios le tenían que dar. Viola respondía que a eso lo estaba manejando directamente Hernández y Varisco”, explicó. A la hora de analizar la documental, Ardoy se refirió a las anotaciones que realizó el propio intendente –y que fueron secuestradas- en donde figuraban las sumas de dinero que Varisco le daba a Hernández.
Días antes del allanamiento en el domicilio Celis/Lemos, más precisamente el 27 de abril del 2018, Bordeira y Hernández le entregaron $30.000 a la pareja de Celis. Fue la jornada que vino el entonces ministro de Cultura Pablo Avelluto a Paraná y desde la defensa de Varisco se buscó demostrar que Varisco no tuvo nada que ver con el pago de ese dinero.
Lemos se había atrincherado en el Palacio Municipal y le mostró a los funcionarios cómo Celis la presionaba para que le entreguen dinero. Mientras tanto, tenía a Figueroa Lagos en su casa presionándola que le pague el cargamento de cocaína. En ese contexto es que Bordeira le da $10.000 y Hernández $20.000.
Al momento del allanamiento estaban en el mismo Lemos, Eduardo Cholo Celis, Nahuel Celis y llegó después Figueroa Lagos. Había poco más de 3kgms de cocaína en la mesa y se secuestraron celulares, armas y un cuaderno con anotaciones detalladas de las finanzas de la comercialización de estupefacientes. Allí estaban los nombres de Varisco, Hernández, Bordeira y Gainza, con respectivos montos de dinero. Además, había anotaciones respecto a la entrega de dinero por parte de los funcionarios que coinciden con el pago que estos le habían hecho a Lemos. “También había otras compraventa y entrega de droga”, agregó Ardoy.
También había dos compradores al momento del allanamiento, Jonathan Jesús Heintz y Juan Manuel Gómez
“Surge el evidente conocimiento que tenían Varisco, Hernandez y Bordeira respecto a las actividades ilícitas que tenía Celis. ‘Vos y Sergio dejaron entrar la droga en el partido’, le dijo Bordeira a Hernández según escuchamos en este debate. Lo que había hecho Celis era poner su organización al servicio de un grupo político en tiempos de campaña a cambio de una devolución: el manejo de la Unidad Municipal 2, contrataciones y dinero para financiar a la organización. Fue el retiro del Estado para el avance de una organización dedicada al comercio de estupefacientes”, fustigó.
Qué dijo Varisco
El exintendente Sergio Fausto Varisco brindó una corta ampliación de su declaración indagatoria ante el Tribunal Oral Federal (TOF) compuesto por Lilia Carnero, Noemí Berros y Roberto López Arango.
Varisco llegó acompañado por su pareja, la concejala Claudia Acevedo y su hija Lucía Varisco, flamante diputada provincial.
A continuación, la declaración textual y completa del expresidente municipal, imputado en la causa más importante de narcotráfico de los últimos tiempos en la provincia:
«Estoy prestando declaración bajo tratamiento médico: operación a corazón abierto y la fractura de mi cadera. Los responsables médicos me recomendaron que no venga. Estoy acá por decisión propia en contra de la opinión de mis abogados. Lo hago por dar la cara, por mi familia y mis seres queridos que pasaron momentos horribles en estos tiempos. La mayoría de mis esfuerzos tuvieron que ver con mi cargo de presidente municipal, agradezco la posibilidad de no asistir a las audiencias que me posibilitaron dedicarme a esa función especial.
«Yo ya declaré dos veces, ahí respondí a todas las preguntas. Acompañamos en un documento de más de 170 hojas una ampliación, incluso en mi primera declaración no sabía qué se me imputaba.
«Mucho tiene que ver con el tema de la política, vocación que abracé en el año 1981 en tiempos de dictadura y que nunca abandoné ni abandonaré. Hay dos maneras de hacer política, una nueva que tiene que ver con la tecnología y las redes sociales y otra que es la vieja buena política, que tiene que ver con el contacto con la gente y es la que adopté y me llevó a todos los rincones de la ciudad.
«Mis declaraciones juradas demuestran que no ha habido aumento en mi patrimonio y que además, nunca se sustrajo nada del erario público. Como lo demostraron los funcionarios municipales que declararon aquí, funcionarios de carrera no puestos por mi gestión.
«Mi actividad me llevó a hacer anotaciones personales, hasta los más mínimos detalles, muchas de estas hojas están en este Juzgado y allí está claro que el financiamiento de nuestro sector político tiene que ver con la política, nunca con el tema de la droga.
«Fui candidato que en campaña privilegió la presencia en todos los rincones de la ciudad. Esto me llevó a conectarme con casi todos los movimientos vecinales, sectores empresarios, sectores que tienen que ver con los sindicatos y este es el caso de (Daniel) Celis, que era un referente del Movimiento Vecinalista del Oeste (MVO). Nunca dije que lo desconocía o no lo conocía, me fue presentado en su momento, pero mi relación es netamente política, no hay ninguna escucha que me vincule con la droga y estos señores.
«Llegando al poder, los distintos movimientos sociales y sectores hacen sus exigencias. Si bien no hago promesas personales, la política tiene dos tipos de acuerdo, uno explícito y uno implícito en donde la buena militancia exige reconocimiento, salvar situaciones personales de empleo.
«Las pruebas y los dichos están casi todos hechos en esta causa, yo pasé por muchos allanamientos en mi hogar, en mi oficina, en mi celular, pero en ninguno de ellos hay referencia a la droga, no se encontraron estupefacientes ni nada que me vincule a eso. Por eso yo niego rotundamente haber hecho un acuerdo de financiamiento, como se me acusa en los primeros días de septiembre del 2017, con el señor Celis estando preso en la ciudad de Federal. Es algo agraviante, no existe ninguna escucha, no lo hice ni por mí ni por interpósita persona. En declaraciones de los procesados, se dijo que no hubo ningún contacto con mi persona desde que asumí, nunca tuve relación y no hay escucha telefónica que me vincule con actividades ilegales y el tema de la droga.
«Es un desatino decir que hubo promesas de obra pública, es un disparate decir eso.
«Por supuesto que hubo exigencias y reconocimientos, pero nada vinculado con la droga y quiero resaltar el hecho de que haya escuchas que no me involucran personalmente pero que hablan de incumplimiento, insatisfacción de acuerdos políticos y no de droga.
«Quiero negar cuando se me involucra en un encuentro respecto al dinero de estupefacientes en la Municipalidad, el día 27 de abril del 2018, como está probado, ese día yo recibí al ministro de Cultura (Pablo Avelluto, que acompañó la gestión de Mauricio Macri), a esa hora señalada. Luego, me movilicé a Concordia a una reunión de mi espacio político.
«Ayer se leyeron mis declaraciones indagatorias, por lo tanto, no es mucho lo que yo puedo agregar, contrariando la opinión de mis abogados que me pidieron que no declare. Puedo decir que cuando en campaña un candidato llega a un lugar, la logística y la infraestructura la aporta el sector. Muchas veces uno no conoce eso y es objeto de miles de fotografías, está atento a escuchar las quejas, los reclamos, los agradecimientos. Esta es mi manera de emprender la política.
«No hay escucha que me vincule con el tema de la droga y sí hay de las que hablan de incumplimiento político.
«El MVO participó de un tramo de la campaña, con sus idas y vueltas, con lo que dijimos en su momento y que al ganar existieron exigencias. Muchas veces tiene reconocimiento y muchas veces se dice que no. Esos pedidos vienen de los militantes de manera individual. Mi celular lo tuvo todo el mundo mientras fui intendente y camino sin custodia por la calle. Sí se participó de la campaña, pero no existió nada que nos vincule a una actividad ilícita.
«¿Cómo se entiende que luego de miles de horas de escuchas telefónicas, yo esté procesado y en todas esas escuchas no hay una sola mención que me vincule con una actividad ilegal? ¿Cómo se sostiene que después de allanamientos y documentos no haya ninguna prueba? ¿Cómo se entiende que funcionarios policiales dependientes del Ministerio de Seguridad hayan hecho un informe sesgado y parcial que fue derribado por los funcionarios de carrera que aquí vinieron? Que se haya presentado como una malversación de dinero. Pongo como ejemplo el caso de Tecnópolis.
«Esto se dio en momentos políticos que me perjudicaron notablemente y nunca me quejé. Vaya a saber por qué razón hay gente que me quiere destruir políticamente, no es fácil la dimensión mediática y soportar esa situación en los medios nacionales tergiversando lo que pasó en estos tribunales.
«Yo no creo en las casualidades, creo que hubo funcionarios nacionales que intentaron perjudicarme, si no, no me explicó por qué Patricia Bullrich tuiteó a todo el país mi procesamiento, o que haya tuiteado victimizándose de una foto acusando a mi espacio político, o que haya hablado de narcomunicipio.
«No han sido momentos fáciles en lo personal pero los he transitado sin quejarme, andando en la calle sin custodia, hablando con todos los vecinos y dando la cara como estoy dándola acá».
Fuente: Análisis