Vecinos de la zona norte de la ciudad de Paraná denunciaron que en campos linderos a áreas pobladas colocan trampas que utilizan una técnica de lazos con el objeto de cazar por el cuello a ciervos Axis que deambulan por el monte.

La cuestión es que en esta estratagema han caído perros que suelen realizar incursiones libres por fuera de sus hogares, corriendo serio peligro de muerte. La situación fue objeto de denuncia policial este 6 de septiembre.

Una damnificada logró rescatar a su mascota que ladraba, justo cuando observó el accionar de un sujeto que aparentemente estaba instalando este método de cetrería. El extraño se escabulló y no pudo ser atrapado por las fuerzas de seguridad.

En los distintos grupos de WhatsApp de la vecinal comenzó a comentarse la novedad y algunos testimonios aseguran que no es la primera vez que mascotas no han vuelto a verse y se ven en riesgo por estos dispositivos, según pudo saber ERA Verde. También confirman que es habitual ver tropillas de cérvidos cruzar Blas Parera en horarios crepusculares. La inquietud y el debate quedó abierto para para definir qué acciones en común se podrían llevar adelante.

En La Toma Vieja de la capital entrerriana todavía perduran amplios lotes con sectores de monte. Es una zona que se ha ido poblando los últimos años sin planificación urbana y un desarrollo inmobiliario improvisado, donde barrios sociales, casas y mansiones se edifican en un sector que cuentan con la declaración de área natural protegida, donde convive un valioso acervo vegetal, de fauna silvestre autóctona y exótica. En este último caso se encuentran los ciervos Axis (axis axis). Oriundos de la India e ingresados a la Argentina por el Uruguay, donde se lo introdujo a principios de siglo XX, estos especímenes han tenido una reproducción libre de predadores naturales, desplazando los autóctonos: el guazuncho o viracho.

En efecto, los ciervos Axis forman parte del paisaje de La Toma Vieja. Pocos vecinos de ese sector de la ciudad pueden afirmar que no vieron nunca alguno de estos animales. Se han reportado casos de habitúes a un coqueto bar y restaurante de Darwin y Blas Parera que los han visto pasar por esa esquina. De hecho, en ese corredor de Blas Parera que va desde Ambrosetti a Echeverría, más al norte entre Jozami y Los Robles, y pasando El Guayacán persisten amplios sectores verdes sin urbanizar donde pululan en busca de alimento. Lo mismo a lo ancho, de Oeste a Este, entre Blas Parera y López Jordán. Distintos vecinos de estas manzanas consultados por ERA Verde confirman que han tenido encuentros cercanos de avistamientos. Uno de calle Gobernador Crespo también señaló que ha visto osamentas de estos animales que han quedado luego que son cazados o muertos en un enfrentamiento con canes. Un vecino de Los Robles comentó que su perro, que suele tener incursiones en un amplio radio de su hogar, se ha topado con estos animales, y no es el único.

Atrapado

En este escenario y con estos antecedentes, este sábado 6 de septiembre por la mañana se produjo un hecho inusual. Fue cuando una vecina llamó a su perro que había salido a pasear y lo escuchó aullar desde el interior de un campo ubicado entre Jozami y Los Robles. Cuando acudió a los llamados de sus ladridos, vio que un sujeto se escabullía del lugar y encontró a su mascota atrapada por un lazo de una trampa casera para ciervos, comentó. Ante la situación dio aviso a la policía, ante la sospecha que la persona que observó irse era quien instaló el sistema de sujeción, pero los uniformados no lograron dar con él.

“No es sólo por mi perro, le puede pasar a cualquiera”, comento la vecina que había dado a conocer lo sucedido en el grupo de WhatsApp, luego que un integrante de la vecinal Parque del Río consultara al respecto. Fue en ese ámbito que se conoció que “esto ya pasó hace un tiempo atrás y dejaron de poner y ahora se nuevo”, comentó uno de los miembros del chat. La puesta en común de la problemática abrió el debate sobre el qué hacer, ya “los vecinos tienen sus mascotas en riesgo”, aportó otra voz a ERA Verde quien explicó que: “Ponen esas trampas para cazar ciervos que andan en la zona. Lo dejan atado a una rama en forma de lazo grande y cuando el animal pasa tira y se ajusta automáticamente por eso no pueden soltarse solos”.

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora