Después de que la Cámara de Diputados lo suspendiera del cargo de presidente de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ) y le redujera el sueldo a la mitad al abrirse el proceso de juicio político en su contra, el juez Carlos Alberto Chiara Díaz prepara su contraataque. Y lo dará en el terreno que mejor conoce: la Justicia.
Chiara Díaz le dijo a Entre Ríos Ahora que está preparando una acción de amparo para recuperar el sueldo completo de vocal del STJ.
El 13 del actual, la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad un dictamen en el que resolvió “promover el procedimiento de juicio político al doctor Carlos Alberto Chiara Díaz por haber incurrido en la causal de mal desempeño en sus funciones”; suspenderlo en su función y acusarlo ante la Cámara de Senadores, que se convirtió así en el tribunal.
El artículo 145° de la Constitución de Entre Ríos, dice: “Desde el momento en que la Cámara haya aceptado la acusación contra un funcionario público, éste quedará de hecho suspendido en el ejercicio de sus funciones, gozando de medio sueldo”.
El mismo día 13, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad también el inicio del juicio político al juez Chiara Díaz.
El juez dice que esa medida lo perjudica patrimonialmente y que no piensa quedarse de brazos cruzados. Y vuelve sobre un asunto en el que se siente cómodo: carga la acusación contra la presidenta del STJ, Claudia Mizawak, de quien dice que Diputados le ha dispensado un tratamiento más benévolo en el trámite de juicio político que ahora la involucra.
“Hasta ahora la llevan despacito, como a Castrillón en su momento”, dice, al notar que le han otorgado días hábiles y no días corridos para contestar la acusación.
–¿Le llamó la atención que Mizawak no quedara incluida en el listado que envió el STJ a Diputados con el detalle de los días de víaticos utilizados?
–A todos nos llamó la atención que la presidenta no fuera incluida. Habilidosamente, se excluyó de ese informe. Ella cree estar excluida de la obligación de rendir cuentas de sus viejas. Ha investido el cargo de presidenta del Superior con las características propias de un tribunal medioeval.
–Usted ahora está suspendido en el cargo.
–Es una cuestión inédita. Me estoy sometiendo a este proceso, para que no digan que soy un rebelde sin causa. Pero ahora que han dispuesto reducirme el sueldo, pensé en un amparo. Lo estoy estudiando. Tengo tiempo. Daría lugar a un amparo esta decisión que han tomado con mi sueldo. No es que yo quiera ganar más o que quiera hacer ostentación. Yo soy bastante austero. Lo que tengo es fruto de mi esfuerzo, y tengo como justificarlo. En mi familia, no tenemos la sospecha de haber recibido plata en negro o tener denuncias penales. Tampoco tengo hijos o parientes nombrados en la Justicia. Lo que tengo es fruto del esfuerzo. Por decoro, no he nombrado hijos o primeros, como han hecho otros, que han llegado de la calle.
–¿Va a ir con un amparo contra la reducción del sueldo?
–Es que no me pueden sacar la mitad del sueldo. Esto no tiene límites. Yo tengo mis obligaciones, tengo compromisos asumidos, y no me pueden reducir el sueldo a la mitad de un día para el otro. No quiero que me roben lo mío. Si me sacan la mitad del sueldo, sin tener condena, sería la habilitación para cualquier cosa. Estaría chocho el señor de María Grande (lo dice por el presidente de la Comisión de Juicio Político, Diego Lara, NdelR), conseguir tanto poder. Cuando él quemó mil libros, no tuvo mayor repercusión. Y parece que eso no sonó mal, quemar libros, porque nadie le pidió que rindiera cuentas. Un amparo se resolvería a mi favor, no me pueden quitar la mitad del sueldo sin pruebas. Cualquier tribunal resolvería mejor que la comisión investigadora. Aplicaría un sentido común.

Ricardo Leguizamón
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.

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