La administración del gobernador Gustavo Bordet citó a los docentes para mañana, miércoles, para hablar de salarios, aunque les anticipó que no hay nada para repartir.
El encuentro se dará dos días antes de que la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) se encuentre en su congreso provincial, en La Picada, para definir si el lunes los maestros vuelven o no a clases.
En ese marco, el Gobierno convocó para este miércoles a los dirigentes de los cuatro gremios que representan a los docentes entrerrianos a fin “de continuar encontrando puntos de coincidencia en el debate salarial y para avanzar proyectos conjuntos sobre la mejora de las condiciones de trabajo y la calidad educativa”, según la información que distribuyó el Ejecutivo.
«La capacidad adquisitiva de nuestros trabajadores se ha reducido. Esto está claro, del mismo modo que todos sabemos que la recomposición salarial está supeditada a las condiciones económicas y financieras de la provincia», dijo el ministro de Gobierno, Mauro Urribarri, que compartirá el encuentro con la dirigencia docente junto a su par de Economía, Hugo Ballay, y el presidente del Consejo General de Educación (CGE), José Luis Panozzo.
«El gobernador Gustavo Bordet lleva adelante una gestión de puertas abiertas; y cada planteo de nuestros trabajadores de la educación será atendido como lo hemos hecho siempre. Encontrar el punto de equilibrio entre las necesidades de los docentes y las capacidades del Estado para satisfacerlas es nuestra obligación. Y estamos dispuestos a cumplirla», puntualizó el titular de la cartera política.
El encuentro será mañana a las 18 en la Casa de Gobierno.
En marzo, el Gobierno cerró el acuerdo salarial con los docentes en la provincia, y dispuso una mejora en blanco del 29 % promedio, aunque con la incorporación del incremento sobre el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) –que pasó de $ 510 a $ 1.210— el aumento salarial para los maestros fue del 36 %; en el caso del cargo testigo, el maestro de grado sin antigüedad, el aumento resultó del 37 %.
De ese modo, el mínimo garantizado de bolsillo, pasó de $ 6.800 a $ 8.225; y en agosto próximo, será de $ 9.329.
Pero ese acuerdo, que fue aceptado en una difícil votación sindical de Agmer, se declaró como “insuficiente” y se dejó sentado que se exigiría una nueva negociación salarial para el segundo semestre. “El impacto de la inflación sobre los bolsillos de los trabajadores fue muy duro en lo que va del año, no se cumplieron las previsiones del gobierno nacional de una inflación del 25 % y el mismo ministro de economía de la Nación reconoce que la inflación se ubica por encima del 40 %. Estos aumentos se han dado más fuertemente en alimentos y productos que utiliza la clase trabajadora y nada hace prever que la inflación se detenga en los próximos meses puesto que ya se escuchan voces desde sectores del poder que plantean una posible nueva devaluación”, señaló un pronunciamiento de Agmer.
Ahora, sin discusión salarial de por medio, y en medio de la incertidumbre, el gremio se encamina a su congreso provincial del viernes, del cual podría surgir la aplicación de medidas de fuerza al reinicio de las clases luego del receso.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora