Lleva once días la toma de la Clínica España por parte de sus trabajadores.
Y nada parece cambiar: nada parece funcionar, todo está igual como era entonces.
Han hecho gestiones los empleados, han tomado el mando de las negociaciones en procura de la reapertura de la clínica.
Han ido donde las autoridades del PAMI y se han entrevistado con el interventor, Julio Barci, pero sin éxito.
Entregaron un petitorio al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y se han sentado a la mesa con el ministro de Gobierno de Entre Ríos, Mauro Urribarri.
En todos los casos, piden lisa y llanamente la intervención del Estado de forma urgente “para que se hagan las gestiones pertinentes para mantener la fuente de trabajo y evitar el fraude laboral por parte de la empresa”.
El bioquímico Sergio Valin, último administrador de la Clínica España, decidió hace un mes una medida insólita: dejar de recibir pacientes. La determinación se cumplió a rajatablas, y dos semanas después, el sanatorio ubicado en calle España empezó a ser un sitio abandonado a su suerte.
La Clínica España es de las denominadas “PAMI dependientes”, y cualquier retraso en el pago de las facturaciones por parte de la obra social de los jubilados le producía un agujero financiero en su administración.
No sólo eso: también ha navegado con varias administraciones que no han dado pie.
La consecuencia, 70 trabajadores en la calle, y 40 camas que perdió el sistema de salud en la provincia.
Pero además, 10 mil jubilados que estaban capitados para su atención en la Clínica España y de quienes ahora PAMI no se hace cargo: deambulan entre el Hospital San Martín y la nada.
Los trabajadores han cobrado sólo el 50% de los salarios de marzo, aunque les deben el mes de septiembre y el medio aguinaldo de 2015.
No hay por ahora ninguna salida, aunque los trabajadores esperan, siempre, el milagro.
Víctor Losse, titular de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Entre Ríos (Acler), ha dicho que el mal es general, y eso no hace sino presentir lo peor.
Mientras, la Clínica España sigue en ascuas, esperando que suceda lo que hasta ahora no sucede, y que por fin las puertas se reabran y todo vuelva a ser como antes.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.