El analista de costos de la Secretaría de Seguridad Vial, Movilidad y Ordenamiento Urbano de la Municipalidad de Paraná, Carlos Maisterrena, fue uno de los participantes en la audiencia pública realizada del 15 de diciembre en torno de la nueva concesión del transporte público de la ciudad.

Su exposición abrió dudas y preguntas sobre cómo se congeniará el mejoramiento del servicio que se plantea en el proyecto del pliego de concesión elaborado por el Ejecutivo y aprobado el jueves, considerado como la base de análisis en la audiencia, con la factibilidad económica real.

En el inicio, el especialista, contador público y docente, dio algunas precisiones metodológicas sobre su análisis. Dijo que se basó en los estudios de costos de cada cambio de tarifas desde 2015 en adelante, por lo que aclaró que no tiene una temporalidad estructurada, y que la estimación fue realizada en dólares –un promedio entre el oficial y el blue- con el fin de mostrar datos comparativos.

Apoyado en gráficos comparativos, comenzó por marcar la evolución del costo por kilómetro: En “los sistemas de transporte de todo el mundo, una de las principales variables es cuánto cuesta mover el colectivo un kilómetro”, remarcó.

Con estadísticas basadas en los cambios de tarifas desde octubre de 2015, dijo que el costo estuvo aproximadamente entre 1.60 y 1.30 dólares el kilómetro recorrido durante mucho tiempo. “A partir de 2024, que hubo un reacomodamiento de precios relativos, el costo del kilómetro en la ciudad de Paraná aumentó y llegó a estar en 2 dólares, 2,10 dólares. Nunca había estado en esos valores”, destacó.

En este punto, hizo una aclaración. Explicó que el análisis de costos realizado –que dan esos resultados- contiene “los déficit del sistema”. Es decir que si, por ejemplo, se hubiese tenido una flota con las condiciones exigidas por el pliego actual, “ese costo sería mucho mayor”. Los valores estimados fueron calculados en base a las condiciones de la flota en la actualidad, de una antigüedad promedio de 13, 14 años. En cambio,  si la antigüedad promedio rondará los 5 años, ese costo sería mayor, ilustró.

Seguidamente detalló que avanzando en el análisis, intentó -en base a estimaciones de costos futuros- calcular cuánto costaría el kilómetro en 2025, de acuerdo al esquema de servicio que plantea el nuevo pliego de bases y condiciones. Y el resultado estimado anuncia un salto en el precio: de 2 dólares a 4 dólares por kilómetro recorrido.

Y ese aumento considerable se explica –apuntó- en las condiciones establecidas en el nuevo pliego para la próxima concesión del servicio, prevista para 2025, que busca actualizar la antigüedad de la flota, contar con coches más modernos, con sistemas de calefacción, de aire acondicionado, con distintos servicios, con rampas. Esos requisitos y condiciones de servicio están previstos en el pliego actual, pero “no se cumplen”, afirmó Maisterrena.

Carlos Maisterrena.

 

Quién paga

“El salto del costo del kilómetro va a tener un impacto muy importante para lo que es la prestación del servicio y la financiación de esa prestación. Vamos a pasar de andar en un sistema que viene pauperizándose año a año a querer pegar un salto de calidad, y ese salto de calidad alguien lo tiene que pagar”, redondeó en relación a la evolución de los costos.

El peso de los subsidios

El especialista señaló otro aspecto importante para el análisis de costos: los subsidios. La estructura de este flujo de recursos ha ido cambiando y ha tenido grandes modificaciones en el último tiempo, además del impacto de la inflación.

Mediante gráficos, marcó la evolución del efecto inflacionario sobre los subsidios y a su vez las decisiones estratégicas y políticas que han tomado distintos gobiernos, tanto nacionales como provinciales.

En 2015, el subsidio era enteramente nacional y ascendía a 785.000 dólares. “Todos los meses recibía el sistema de transporte 785.000 dólares”, remarcó, tras señalar que “era un número muy importante que servía para mantener las tarifas”. Pero ese esquema nacional fue bajando por una cuestión inflacionaria. Entonces de 785.000 dólares mensuales se pasó a 600.000 dólares por mes. “Un impacto muy importante”, acotó. Cuando asumió Mauricio Macri la Presidencia cambió el sistema: se definió una reducción significativa del subsidio nacional y el traspaso del resto a las provincias. “Entre Ríos particularmente no cubrió esa normativa que expresaba que tenía que suplir lo que la Nación dejaba de aportar”, recordó.

Y a modo de ejemplo mencionó que en julio de 2020, la Nación aportó 219.000 dólares promedio y la provincia 129.000 dólares. Es decir, que la provincia “no aportó lo mismo que dejó de aportar la Nación. Y eso fue, de alguna manera, así durante un buen tiempo hasta 2023 que recién ahí la provincia equiparó lo que la Nación aportaba”. De todas formas, señaló que “esa equiparación igual nunca era suficiente porque no llegó a cubrir lo que aportaba la Nación”. Es decir, que “la provincia se hizo cargo a medias de ese proceso de absorción de los costos del transporte”, concluyó.

Luego, con el gobierno Javier Milei, se sacó el subsidio nacional y quedó el subsidio provincial que “en dólares se vino muy abajo, con un proceso inflacionario. Pasó a aportar 246.000 dólares el año pasado a aportar hoy 125.000 dólares”, puntualizó.

En tanto, en la proyección para el año que viene, dado que la provincia va a aportar solamente por la ciudad de Paraná ya que el área metropolitana no está comprendida por la nueva concesión, el resultado que arrojó el análisis es un aporte de 116.000 dólares.

Con estos números, el especialista reflexionó respecto al cambio de condiciones: de casi 800.000 dólares que ingresaban por mes se estaría cobrando menos de 200.000 dólares. “Esto ha sido una de las razones clave por las cuales el sistema de transporte se ha visto afectado significativamente. Esta plata que nos deja entrar a nosotros como ciudad, al sistema de transporte en particular, alguien la tiene que cubrir”, enfatizó.

¿Y cómo se ha ido cubriendo hasta ahora? “En parte, con incremento de tarifas, en parte con aumento del aporte municipal, y en gran parte con la pauperización de los servicios de transporte”, sostuvo el especialista. Es decir, con la antigüedad de la flota y la reducción de frecuencia de colectivos, de la cantidad de kilómetros recorridos. Esta situación “ha sido de alguna manera, no exclusivamente, pero sí de una manera muy fuerte, a causa de la baja de subsidios”.  Es que, según afirmó, se llegó a tener más del 60 % de la tarifa cubierta por subsidio, mientras que hoy alcanzaría a menos del 10 %.

 

Cada vez menos pasajeros

Otro dato en el que puso énfasis fue en el índice de pasajeros por kilómetros (IPK). Se trata de “un indicador clave para el sistema de transporte”, que da cuenta de la cantidad de pasajeros promedio que hay en un kilómetro recorrido por el colectivo. Se viene advirtiendo –dijo- cómo el corte de boletos ha venido bajando y también la cantidad de kilómetros que se ha recorrido, sostuvo. Según estimaciones, la ciudad de Paraná tiene la necesidad de un recorrido de un millón de kilómetros al mes, con la proyección por el área metropolitana, “hoy andamos en 650, 700 mil kilómetros mensuales”.

Por lo tanto, se ha registrado una reducción de la cantidad de pasajeros significativa y de la cantidad de kilómetros que hacen las flotas. Y esa realidad la tradujo al índice: el “IPK es cercano a 2, en algún momento tuvimos 2,4 de IPK. Mientras tanto, por ejemplo, la ciudad de Córdoba tiene 3 de IPK”, es decir la cantidad promedio de pasajeros en el colectivo. Cuánto más bajo sea este índice, más alta será la tarifa, remarcó.

En el caso de Paraná, por la frecuencia, la calidad de servicio, se ha visto reducida la cantidad de pasajeros por kilómetros recorridos.

Siguiendo con el caso de la ciudad de Córdoba, detalló que tiene cerca de 4 millones de kilómetros recorridos para un millón y medio de habitantes aproximadamente. Proporcionalmente, “nosotros tendríamos que tener un millón de kilómetros recorridos si quisiéramos tener un servicio parecido”, agregó.

Por último, y respecto del nuevo esquema planteado, expresó que “hay que tener conciencia que pasar de un sistema de transporte que viene siendo deficitario, en términos de servicio, a un buen sistema de transporte va a costar, le va a costar plata al municipio, va a costar en términos tarifarios también. Y entiendo que ese proceso va a ser complejo de transitar”.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora