La Iglesia Católica tiene ahora un alivio económico con la decisión que adoptó, este viernes 15, el Poder Ejecutivo Nacional al resolver una nueva apertura de la cuarentena, que incluyó la habilitación de las “actividades religiosas individuales en iglesias, templos y lugares de culto de cercanía, correspondientes a la Iglesia Católica Apostólica Romana” con un protocolo para la observancia estricta de las medidas de prevención ante la pandemia de coronavirus.
La circulación ahora de fieles permitirá la vuelta de los aportes económico de los fieles.
Desde la Parroquia Nuestra Señora de La Paz, de la ciudad de La Paz, publicaron un protocolo mínimo de asistencia a los templos, y además de recomendar la distancia social de 2 metros y permitir que sólo dos personas se sienten en cada banco, invitan a los fieles a llevar alimentos para donar a Cáritas y piden además colaborar “con los gastos de la parroquia”.
José María Aguilar, párroco de San Roque, de la ciudad de Victoria, planteó de modo crudo una realidad: el “quedarnos en casa”, dijo, “alteró mucho la economía habitual, ya que nuestros ingresos se basan fundalmntalmente del encuentro de personas, en particular de las misas. Como toda familia, la parroquia tiene también gastos fijos que hay que seguir cumpliendo. En estos últimos meses han sido más los egresos que los ingresos”.
Con los fieles dando vueltas por los templos, regresarán los aportes económicos.
La nueva normativa prevé que los lugares de culto «pueden permanecer abiertos siempre y cuando sea para que los feligreses y miembros puedan concurrir para requerir asistencia espiritual, con acuerdo previo con el ministro de culto, y realizar oraciones individuales, atendiendo a las disposiciones sanitarias vigentes y tomando los recaudos necesarios de distancia e higiene», tal cual establece el protocolo de la Iglesia..
No está permitido, de momento, la celebración de misas, que siguen suspendidas. Los templos abrirán de 9 a 16, y se permitirá hasta un máximo de 10 personas. Y con un mecánica tal que se disponga de una puerta para el ingreso y otra puerta diferente para el egreso de las personas en todos los casos que sea posible, de modo de armar un circuito para evitar entrecruzamiento.
Además, en la puerta de entrada habrá una persona que controlará el número de ingresantes de acuerdo a la capacidad del espacio, le colocará alcohol en gel a los ingresantes que vaya autorizando.
Se dispondrán de las siguientes medidas de higiene:
a. Se dispondrá de solución de agua con alcohol al 70% y/o alcohol en gel a la entrada y a la salida del templo.
b. Se deberá concurrir con tapaboca y/o barbijo. c. No se permitirá que haya más de una persona por banco.
También, se deberá respetar la distancia mínima de dos metros entre todas las personas.
Cada templo, mientras permanezca abierto, contará con al menos una persona que se encargue de la sanitización del lugar. La misma deberá controlar que se respeten las distancias y se higienice el espacio y los objetos (bancos, imágenes, etc.)
Una vez cerrado el templo, se procederá a su desinfección con los desinfectantes aconsejados por los especialistas.
Al ingresar al templo se proveerá a quienes ingresen, de alcohol en gel o alcohol al 70% para desinfectarse las manos.
No se pondrá agua bendita en las distintas fuentes que haya en el templo.
Se deberá colocar a la entrada y la salida trapos de piso mojados con agua con lavandina, que se renovarán cada hora para desinfectar el calzado de los asistentes. Las puertas del templo deberán permanecer abiertas para permitir la ventilación durante las horas de funcionamiento.
También el protocolo prevé que el personal del tempo colocará señalizaciones en el suelo y en los bancos para hacer respetar las normas de distanciamiento social. Además, se cuidará la distancia entre cada banco, incluso se evaluará la posibilidad de quitar algunos de ellos.
Además, en las paredes y las puertas se colocarán recomendaciones de higiene y recordatorios de que no está permitido tocar ni manipular objetos, superficies e imágenes, según el protocoloque dio a conocer el Arzobispado de Paraná.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora