El cese del alerta meteorológico para la zona llevó a los organizadores de la Peregrinación de los Pueblos a confirmar su realización, que en las últimas horas había quedado en duda en función de los pronósticos de lluvias y tormentas.
De modo que hoy, puntualmente a las 5 de la tarde, los peregrinos partirán desde la ermita a la Virgen ubicada en uno de los accesos a Hasenkamp, para llegar mañana, cerca de las 18, al Santuario de La Loma, en el sur de la ciudad, después de haber caminado 90 kilómetros.
La información que dieron a conocer los organizadores de la peregrinación que une Hasenkamp con Paraná es que la XXIV° edición se cumple tal cual lo previsto, aunque previnieron que esa situación podría rectificarse pero sólo en caso de que llueva en las horas previas al comienzo.
Tras el cese del alerta meteorológico que regía para la provincia de Entre Ríos, desde la organización de la Peregrinación de los Pueblos confirmaron este viernes por la noche el desarrollo de la multitudinaria manifestación de fe que une ambas ciudades a lo largo 90 kilómetros de caminar en la ruta, según informó FM Corazón, la radio de la curia.
La larga historia de esta peregrinación, que arrancó en 1983, registra dos suspensiones por lluvia, 2004 y 2006, mientras que en 2012 la fecha de realización fue cambiada por el mal estado en el que estaban las banquinas debido a la lluvia.
Todo lo demás, es una historia digna de ser contada. Y conocida.
Esa vez, ese primer año que arrancó la Peregrinación de los Pueblos, cuando ni siquiera se llamaba así, el cielo desató su furia.
Llovía con furia y pasión. El horizonte era una línea de agua y barro, de siembra y relámpagos. El miedo no es zonzo, pensaron entonces aquellos dos muchachos que se habían agazapado malamente debajo de un eucalipto, al costado de la ruta, cerca de nada, lejos de todos.
Jorge Quirós y Amelio Rodríguez, aquel día de aquel año de aquella tormenta eran dos muchachos de veintipico. Se habían propuesto caminar casi 90 kilómetros siguiendo un designio misterioso: unir a pie su pueblo, Hasenkamp, con Paraná, andando casi todo el tiempo de noche.
El viernes 14 de octubre de 1983, a las 19, rezaron el rosario en la Parroquia San José, y media hora después estaban en la ruta, la ruta provincial 32, las mochilas al hombro, comida y agua en las mochilas al hombro, una imagen de la Virgen María en los brazos. Nada más.
Era un viernes abierto, una tarde azul. Quince kilómetros más adelante el cielo se transformó como en una escena bíblica: nubes y truenos, viento aciago y relámpagos, y estos dos muchachos caminando en la ruta, mochilas al hombro, rezando.
Una lengua de luz partió el cielo en dos, y un sonido de fin del mundo los paralizó. Decidieron salir de donde estaban, cobijados por aquel eucalipto, y empezaron a caminar. Llegaron hasta una estación de servicio, en el empalme de las rutas 126 y 127. La luz se había cortado y diluviaba.
Ocurrió el primer misterio: cuando pisaron la estación de servicio, volvió la luz. Y enseguida, paró de llover.
Pero la peregrinación había fracasado. La primera vez, al menos.
Lo intentaron otra vez.
El viernes siguiente, el viernes 21, octubre, 1983, siete de la tarde, la hora señalada.
De noche, peregrinando, haciendo altos, recobrando fuerzas, rezando, dándose ánimo. En la ruta. Primero El Palenque; después La Picada, y en La Picada, la posibilidad de hacer un alto en un comedor, pero en el comedor no los quisieron.
Siguieron. Cerca de la medianoche del sábado, llegaron a La Loma.
Así empezó todo. Así empezó la Peregrinación de los Pueblos que entre hoy y mañana promete reunir a multitudes en la ruta.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.