La revuelta de la Policía Bonaerense en demanda de mejoras salariales, que este miércoles llegó a las puertas de la Residencia Presidencial de Olivos, mereció el reproche de todo el arco polítio.
También los gremios reaccionaron con duras condenas hacia una manifestación que puso en riesgo la vida institucional en el país.
La Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) expresó su «profunda preocupación y repudio frente a las acciones desestabilizadoras que están teniendo lugar en nuestro país, y que se manifiestan en convocatorias, discursos y campañas mediáticas claramente intimidatorias y hasta con presagios golpistas».
«Esta situación -aseguró el gremio de los docentes- nos pone en alerta, como a toda la sociedad argentina, que ya no está dispuesta a tolerar que se atente contra el sistema democrático de gobierno en el que elegimos vivir».
Al respecto, agregó: «Sabemos que detrás de estas intentonas se esconden los intereses mezquinos de quienes pretenden conservar todos sus privilegios y nos preocupa tanto como el avance de la derecha en la región que ha hecho pie en los países hermanos como Honduras, Bolivia y Ecuador».
Para Agmer, ahora, «cuando el mundo está en emergencia sanitaria, no hay margen para estas actitudes desestabilizadoras, que buscan generar divisiones en un momento que demanda solidaridad y responsabilidad para salvar las vidas».
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ratificó su compromiso «en defensa de la democracia. Es preocupante ver una manifestación armada, con los elementos que le da el pueblo argentino, rodeando la residencia de un presidente elegido democráticamente».
La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Autónoma planteó que la presencia “de efectivos armados de la Policía Bonaerense en las inmediaciones de la Quinta Presidencial de Olivos y las declaraciones de sus voceros suponen un exceso en el legítimo”. Y aseguró que “una demanda salarial no puede establecerse bajo una peligrosa amenaza a las instituciones y la democracia”.
En tanto de la CTA Entre Ríos manifestaron «preocupación ante las protestas policiales que se han desplegado en distintas jurisdicciones del país. Alertamos sobre toda posible confusión entre estos movimientos, sus posibles ribetes destituyentes y los reclamos salariales que las y los trabajadores venimos llevando adelante por una necesaria recomposición salarial que acompañe nuestros esfuerzos solidarios ante la pandemia. Los policías no son un sindicato sino una fuerza estatal que no deja de tener mucho que aclarar respecto a la violencia institucional y particularmente ante la muerte de Facundo Castro, donde exigimos el urgente esclarecimiento y el juzgamiento de los responsables».
De la Redacción de Entre Ríos Ahora