Los abogados Miguel Cullen y Guillermo Vartorelli, designados por la Iglesia para ejercer la defensa de Luisa Toledo, quien ejercer como priora del Monasterio de la Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmen, de Nogoyá, pidieron que la causa que investiga posibles delitos cometidos en esa casa religiosa salga de la órbita de la Justicia provincial y pase al fuero federal.
Cullen y Vartorelli hicieron la presentación ante el juez Federal de Paraná, Leandro Ríos. Se trata de una inhibitoria federal, recurso que ahora el magistrado giró para dictamen al fiscal Mario Silva.
De momento, la causa que abrió el fiscal Federico Uriburu continúa tramitándose en los tribunales de Nogoyá, y tiene como única imputada por el delito de privación de la libertad a la monja Toledo, quien ejerce como Madre María Isabel.
El caso de las carmelitas estalló en forma pública luego de que la revista “Análisis” publicara el jueves 25 de agosto un informe con el testimonio de dos exmonjas que relataron el duro trance que les tocó vivir en la clausura. “Nunca se pueden mirar a un espejo porque es símbolo de `vanidad´ y si alguna de ellas intenta ver su reflejo en el vidrio de alguna ventana, habrá un inmediato castigo. Hubo veces que solamente se podían bañar una vez cada siete días. Todas las semanas, como práctica habitual, hay que autoflagelarse desnuda, pegándose en las nalgas con lo más parecido a un látigo, pero con varias puntas y durante 30 minutos. El escarmiento comprende también vivir a `pan y agua´ durante una semana; el uso del cilicio en las piernas, por varias jornadas, como sacrificio o bien la colocación de una mordaza en la boca, durante las 24 horas y por espacio de siete días. En cada visita de un familiar, siempre hay una monja `de testigo´ para escuchar lo que se habla y no se permite conversar de `cuestiones mundanas´”, publicó la revista.
En estos momentos, la monja María Isabel está declarando en los Tribunales de Nogoyá.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.