El extensísimo paro de los choferes de colectivos que se extendió entre el martes 6 y el martes 20 de este mes dejó a 110 mil usuarios sin poder utilizar el transporte público de pasajeros, y trastocó de modo sensible el movimiento económico de la ciudad.

Todavía las pérdidas económicas no han sido dimensionadas por el sector comercial -la crisis económica que siguió a la corrida cambiaria luego de las primarias del domingo 11 concitó la mayor atención-, aunque la falta de colectivos mermó la circulación en el centro, retrajo clientes en los negocios y obligó al paranaense a invertir más de sus ingresos en traslados que lo habitual: el remis y el taxi suplantaron al colectivo.

Concluida la protesta de los choferes -que demandaban el pago de salarios adeudados-, desde Buses Paraná, la concesionaria del servicio de transporte de pasajeros en la ciudad, calcularon que entre julio -5 días de paro- y agosto -15 días sin circulación de los coches- las pérdidas económicas son del orden de los $20 millones sólo en concepto de no ingreso de dinero por venta de pasajes.

El dato lo brindó Hugo Ruiz, gerente de Ersa Urbano SA, en declaraciones al programa Puro Cuento de Radio Costa Paraná 88.1. El empresario diagnosticó que «el conflicto se terminó, ya que cumplimos con la nueva paritaria y se pagó todo lo adeudado. El problema viene ahora con el Municipio para ver cómo seguimos de acá hasta diciembre. Haber solucionado este conflicto con los trabajadores nos permite volver a funcionar, y ocuparnos de gestionar cómo seguimos. Sabemos que el Municipio está gestionando una asistencia nacional de $16 millones, que es lo que haría rentable el servicio, con una tarifa de $29».

Ese aporte extra para el sistema público de transporte se origina a partir de un cálculo que hacen las empresas respecto del retraso tarifario y su impacto sobre los ingresos. En ese marco, Ersa Urbano y Mariano Moreno ya intimaron a la Municipalidad de Paraná a pagarles una deuda de $209 millones, que aunque el gobierno del intendente Sergio Varisco rechazó, desde Buses Paraná insisten en plantear.

Respecto del reclamo de los choferes, Ruiz indicó que la decisión de las empresas es no pagar los 5 días de huelga de julio, y que igual tesitura adoptarían respecto de los 15 días de agosto, aunque sobre este último punto no fue terminante. «Nuestra posición se que día no trabajado es día no pagado. Ellos tienen el derecho de huelga, pero nosotros tenemos la facultad de no remunerar por día no trabajado. En estos días de paro los empresarios no recaudamos ni un centavo -señaló-. Sería imposible hacer frente al pago de los días no trabajados ante la gran pérdida que significó este tiempo en el que no se cumplió con el servicio. Hay que entender que lo que no se recaudó durante los días de paro ya se muy difícil de recuperar».

Ruiz dijo que la Provincia confirmó que el recupero del adelanto de $12 millones que hizo el viernes lo descontará en dos tramos de 50%.  En ese marco, confió en que la Municipalidad de Paraná pueda acceder a un salvataje financiero de $16 millones mensuales de parte de la Nación para volver rentable el sistema .

«Conflicto político»


El secretario Legal y Técnico de la Municipalidad, Walter Rolandelli, opinó que el conflicto del servicio de transporte estuvo cruzado por intereses políticos que llevaron a su prolongación por 15 días.

«Esto ser tendría que haber resuelto antes. A la plata que puso la Provincia la Municipalidad la tiene que devolver, en dos cuotas.  No fue ninguna desprendida del bolsillo de (el gobernador Gustavo) Bordet. Es una plata que adelantó y que tenemos que devolver», afirmó el funcionario del gabinete del intendente Sergio Varisco.

En ese orden de ideas, adelantó que la Comuna ya obtuvo un Aporte el Tesoro Nacional (ATN) por $5 millones que destinará a sostener financieramente el transporte público y que hay serias posibilidades de conseguir una asistencia adicional de $16 millones del Ministerio de  Transporte de la Nación.

Rolandelli reprocha el rol que jugó el secretario de Trabajo, Fernando Quinodoz, que, dijo, no actuó como se esperaba para solucionar el conflicto de los choferes de colectivos. «Quinodoz tendría que haber intervenido con las herramientas que tenía. Lo que pasó acá es que primaron más las cuestiones políticas que van más allá del tema del transporte», aseveró.

«Yo creo que el conflicto estuvo cruzado por la política, sino se tendría que haber solucionado antes», apuntó.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.