Por Víctor Hutt (*)
El gobernador Gustavo Bordet sostuvo un año de acuerdos salariales que fueron aprobados por docentes y estatales, habiendo llegado a firmar acuerdos muy buenos, que contemplaban superar a la inflación por 7 puntos y además adelantar el aumento de acuerdo a la inflación prevista, para que los aumentos nos dejaran el incremento salarial por debajo de la inflación acumulada. Este tipo de acuerdos se sostuvo durante los meses de julio, agosto y septiembre.
En el mes de octubre, el gobernador Bordet rompió unilateralmente el formato de los acuerdos y debido a eso los docentes y estatales entrerrianos perdimos 10 puntos ante la inflación acumulada. Ante esa medida del Gobierno, los docentes recurrimos a medidas de fuerza, medidas que iban siendo analizadas durante todo el año y no se ejecutaban por llegar a acuerdos que considerábamos aceptables. Pero en octubre se rompió el diálogo y ante la necesidad de no perder salario ejecutamos paros tanto los docentes como los estatales.
Llegada la mesa de diálogo de noviembre, reclamamos el pago retroactivo de lo perdido en octubre y volver al formato de acuerdos salariales de meses anteriores. Ante esto sólo se nos liquidó un porcentaje para equiparar una inflación que ya era vieja, la de octubre, y se nos indicó que se cortaba el diálogo, que fuéramos directamente a hablar con el próximo gobernador, Rogelio Frigerio.
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Cuando recibamos el pago de haberes de noviembre, nos encontraremos con una pérdida respecto de la inflación acumulada que será de alrededor de 20 puntos, que se produjo entre los meses de octubre y noviembre y ante esto tendremos que sentarnos a dialogar con el gobernador Frigerio, quien seguramente acordó con el saliente gobernador Bordet recibir la provincia con salarios profundamente empobrecidos y ya nos está anticipando por los medios de prensa que no tiene pensado recomponer los salarios de acuerdo a nuestra necesidad.
Estamos viendo en la prensa declaraciones de Frigerio en las cuales expresa que no tiene fondos para abonar los salarios de diciembre, que sólo tiene fondos para el aguinaldo, lo que resulta claramente una muestra de que no tiene intenciones de recomponer los salarios para que no perdamos contra la inflación.
Sabemos que durante los meses de verano es muy difícil concretar reuniones con funcionarios del Gobierno. Estamos ante un panorama que puede ser trágico para docentes y estatales. Ya hemos perdido la actualización salarial de noviembre y corremos riesgo de perder diciembre, enero y febrero. Si eso es lo que pretende el nuevo gobernador, estaríamos ante el riesgo de perder la mitad del poder adquisitivo de nuestro salario en pocos meses, teniendo en cuenta que se anuncia que la inflación seguirá existiendo en los mismos niveles durante mucho tiempo.
Por todo lo analizado aquí, quiero denunciar el pacto Bordet-Frigerio de rebaja del salario de docentes y estatales entrerrianos, y decir también que tenemos historia de lucha suficiente para enfrentar esas medidas, que no aceptaremos que se concrete ese plan de empobrecimiento, que no podemos aceptarlo porque nuestras familias no pueden subsistir con la mitad del salario que percibimos actualmente, que ya perdió poder adquisitivo durante la primer gestión de Bordet, en tiempos en que todos los trabajadores perdieron salarios como política decidida desde el gobierno nacional de Macri, que también perdimos salario durante la pandemia y nos encontrábamos en un plan que poco a poco iba intentando recuperar ese salario perdido, mientras que ahora el objetivo es sepultar el poder adquisitivo del salario.
Como lo indica la historia de los trabajadores de la provincia de Entre Ríos, si no hay retroceso en la política empobrecedora, habrá conflicto.
Ahora, perdimos 9,7%, si comparamos lo que cobramos en octubre y la inflación acumulada. El Gobierno dice que nos compensa octubre, pero se paga en noviembre, con lo cual se consolida la pérdida de octubre.
Para tener en cuenta, mis comparaciones son sobre inflación acumulada, por lo tanto ese 9,7% queda en la mitad respecto al mes anterior. Para noviembre planteo un 33% de diferencia. La pérdida respecto a los precios actuales es de alrededor del 15%.
Podemos decir que nuestro salario cae un 15% respecto al poder adquisitivo de enero, agregando tres meses de salario congelados, diciembre, enero y febrero se podría ir al 40%. Yo pongo la mitad, como estimación aproximada. Es muy difícil predecirlo porque depende de la inflación, si sigue siendo alta o muy alta podríamos perder la mitad, por eso pongo la peor situación.
Perder un 30% del poder adquisitivo, en economías familiares que apenas llegan a cubrir las necesidades, luego de haber reducido varias, se hace imposible sostener una familia, porque ese 70% que podríamos cobrar, se iría casi todo a cubrir gastos fijos.
(*) Víctor Hutt es docente en Concepción del Uruguay. Especialista en salario de los maestros.