En octubre de 2019, el Concejo Deliberante de Paraná aprobó la ordenanza N° 9.868 mediante la cual modificó la denominación de calle División Los Andes, desde Balbín hasta su finalización, tramo que pasó a denominarse Delia Hilda Costa.  ¿Quién fue? La propia Vecinal de las Américas contó que “la vida entera de Delia estuvo dedicada a la lucha contra la injusticia social y al reclamo activo por mejorar los derechos de la gente.  Eso le costó el exilio junto a su familia en la etapa más oscura de nuestro país, volviendo a mediados de la década del 80 a Paraná. Vino a vivir a nuestra zona a principios de los años 90, precisamente en la esquina de calle División Los Andes y Balbín, donde aún viven su amada hija Mariana Julia y su nieta Agostina. Acá siguió su militancia en derechos humanos, siendo una de las fundadoras de la Asociación de Familiares y Amigos de Desaparecidos  de Entre Ríos (Afader). Además, formó parte de la Asociación Amigos de la Casa de la Cultura de Entre Ríos y de la Asamblea Vecinalista Ciudadana de Paraná”.

El 12 de junio último, la Vecinal de las Américas pidió al intendente Adán Bahl  el cambio de cartelería y se ponga el nombre de Delicia Hilda Costa, tal cual lo indica la ordenanza N° 9.868.

Marcelo Ruggeri, expresidente de la Vecinal, escribió el texto que sigue para contar quién fue Hilda.

____

Los vecinos más antiguos seguramente recuerdan a “la Delia” recorriendo las distintas calles de la jurisdicción, visitando a muchos de ellos para saber cómo andaban y compartir unos mates. Ella siempre estuvo a disposición para ayudar, aún en los momentos en que no formaba parte de la Comisión Vecinal.

La Comisión Vecinal Delas Américas, de la cual orgullosamente formé parte durante muchos años, publicó en su facebook que hizo el trámite para que instalen los carteles con el nuevo nombre de una calle.

La calle en cuestión, anteriormente llamada División de los Andes, cambió en octubre del año pasado por el de Delia Hilda Costa (Ordenanza N° 9868, Honorable Concejo Deliberante de Paraná) en el tramo comprendido entre calles Ricardo Balbin y Lisandro de la Torre.

Por este tema se originó un debate a través de comentarios en el posteo vecinal.

Quién es esa señora para que ahora vengan a cambiarnos el nombre de la calle? Qué hizo para semejante reconocimiento? Con qué derecho?

Pues bien, voy a contar desde mi mirada personal quién fue Delia.

#NuestraDelia.

Delia fue una de las primeras personas que nos vino a saludar cuando llegamos al barrio, 25 años atrás.

Una señora flaquita que pasaba cada tanto a preguntar si estábamos bien, si necesitábamos algo. La que nos resolvía alguna emergencia, la que se ocupaba de cuestiones relacionadas a la calle, al alumbrado, al pozo negro lleno.

Así nos enteramos que presidía la Comisión Vecinal.

Tanto hacia un trámite en el municipio como te hacía un mandado.

-«Ya que voy para aquel lado paso por la farmacia a comprarle algo a la abuela fulana que vive sola, necesitan algo?».

Cuando la acompañaba dábamos veinte vueltas para un trámite municipal, de una oficina a otra, de una repartición a la siguiente. Y no abandonaba hasta conseguir una respuesta o la promesa (muchas veces vana) de solución al problema.

Y luego, antes de volver, era parar en cien lugares haciendo mandados a vecinos sin alguien que se los pueda hacer. El Dunita blanco con el que changueaba de remisera, hizo más viajes gratis que pagos. Ella era feliz ayudando. Y yo ayudándola a ella.

Por ella -y por la insistencia de Celia y Dario Valentin Rossi – supongo que me «hice» vecinalista.

Pasados unos años y por temas familiares se mudó «para el lado del Parque». Volvía sólo de visita. Pasaba cada tanto por lo de aquella abuela que vivía sola, o por la de algunos vecinos con los que mantenía contacto.

A mi me visitaba en el trabajo, me preguntaba por el barrio, me animaba a seguir dando pelea en el vecinalismo.

Ella extrañaba eso.

Decía que en su nuevo barrio- el Parque- no hacía falta casi nada.

Que un día iba a volver a acompañarme en estas luchas.

Cuando después de unos cuantos años ya tenía decidido alejarme un poco del día a día vecinalista, me avisa que se volvía a su barrio querido.

El nuestro.

Y que se ponía a disposición para lo que pudiera colaborar.

Le pedí que se postulara para presidir la Comisión Vecinal como antes. Me dijo que «ni loca». Pero aceptó acompañarme como vice. «Solamente porque sos vos…ya no estoy para tantos trotes».

La disfruté como nunca.

Tiraba mil ideas, se ponía al frente de muchos reclamos y proyectos que por falta de tiempo yo no podía.

Se bancó lo que pudo y como pudo su enfermedad, responsable en su rol vecinalista casi hasta el último suspiro.

Relatar anécdotas con Delia no da para estas humildes líneas sino para un libro.

Sólo quiero terminar diciendo que Delia vivió para ayudar a los demás. Pocas cosas la amilanaban con tal de conseguir una mejora para el barrio.

Últimamente se lamentaba que cada vez conocía a menos gente. «Creció mucho la vecinal» la consolaba yo.

Esa fue Delia.

#NuestraDelia.

La Delia de la calle Costa.

No critiquen vecinos.

Conozcan y reconozcan lo que hizo.

Honren su memoria.

No solamente San Martín o Belgrano hicieron grande la Patria y dejaron tremenda huella.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora