El viernes 15 de diciembre es la fecha establecida para que los representantes de la Iglesia Católica de Paraná, del cura Juan Diego Escobar Gaviria -encarcelado en la Unidad Penal de Victoria- y un delegado de la Asociación Clerical Cruzada del Espíritu se sienten a una mesa de negociación para acordar el pago de la indemnización que reclaman las víctimas del expárroco de Lucas González, condenado por la Justicia a 25 años de prisión por los delitos de abuso y corrupción de menores.

Son cuatro demandas civiles que entabló el abogado Mariano Navarro ante los Tribunales de Nogoyá, en el Juzgado Civil y Comercial Nº 1, a cargo de Américo Daniel Luna. El viernes 17 de noviembre hubo dos audiencias de conciliación, con los mediadores Andrés Martín Galizzi y Daniel Alejandro Galizzi, respectivamente. Este martes 21 estaba prevista una tercera audiencia, con la mediadora Patricia Urigh, pero el encuentro se pospuso. En la última reunión, el viernes 17, los representantes de la Iglesia, el abogado Mario Martínez y el contador José María Ríos propusieron que a la mesa de negociación se sentara también la Cruzada del Espíritu Santo.

En función de la participación de esa tercera parte, es que el abogado Navarro acordó con la mediadora aplazar la audiencia de este martes y hacer confluir el encuentro de todos el viernes 15 de diciembre. Para entonces, se espera que esté presente algún representante de la Cruzada del Espíritu Santo, la orden religiosa a la que pertenece el cura Escobar Gaviria. La demanda planteada por las víctimas -cuatro- es varias veces millonaria, y la pretensión de la Iglesia es que el pago de una eventual indemnización sea en parte iguales.

Escobar Gaviria nació el 13 de mayo de 1958 en Medellín, Colombia, y desde que se ordenó se sumó a la Cruzada del Espíritu Santo, una congregación que en Argentina tiene como su máximo referente al padre Ignacio Peries, el cura sanador por antonomasia, párroco de la Parroquia Natividad del Señor, en Rosario, aunque el superior de la orden, desde septiembre último, es el sacerdote Henry Wilson Echavarría, residente en Estados Unidos.

En 2006, el entonces arzobispo Mario Maulión dispuso la incardinación de todos los integrantes de la Asociación Clerical Cruzada del Espíritu Santo. Desde entonces, Maulión comenzó a ejercer la función de “obispo benévolo” o “patrocinante” de ese movimiento religioso que todavía no consigue el permiso del Vaticano para desenvolverse como congregación.Los curas de la Cruzada empezaron a llegar a Entre Ríos a partir de 2004 en adelante. Luego, lentamente fueron yéndose por distintos motivos. Escobar Gaviria fue designado por Maulión al frente de la Parroquia San Lucas Evangelista, de Lucas González, en el departamento Nogoyá, en 2005. Y ahí permaneció hasta 2016, cuando fue suspendido tras la denuncia en la Justicia de los abusos a menores.

Escobar Gaviria fue denunciado por abusos y corrupción de menores en Lucas González, y su caso fue llevado a juicio entre el 22 y el 28 de agosto últimos en el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, que en septiembre lo condenó a 25 años de prisión. Además, decidió mantenerlo con prisión preventiva hasta que el fallo quede firme. La sentencia fue apelada por los defensores del cura, Juan Pablo Temón y Milton Ramón Urrutia, ante la Cámara de Casación Penal, pero el día de la audiencia, los abogados recusaron a todo el tribunal. Así, el tratamiento del recurso quedó aplazado sin fecha, y el sacerdote, seguirá en prisión hasta que el asunto se dilucide judicialmente.

Pero ya con una sentencia en primera instancia de la causa penal, las víctimas y sus familias decidieron entablar unza demanda civil, y reclamaron un resarcimiento por esos abusos. La causa está ahora dando sus primeros pasos. A la par, avanza una nueva causa contra el cura por un quinto caso de abuso y corrupción de menores.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.