La denuncia por abuso sexual que formuló  Juan Luis Turano contra su padre, Juan Carlos Turano,  exjuez en La Paz,  entre 1994 y 2000,  vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), dará un paso clave este lunes, a las 8,30, cuando se presente en la Unidad Fiscal de Violencia de Género y Abuso Sexual del Poder Judicial para formalizar la acusación. El caso, que se conoció el lunes 29 de agosto, cuando el muchacho, de 37 años, se presentó en Tribunales, está ahora en manos del fiscal Facundo Etienot.

Después de que el caso cobrara difusión pública, la repercusión ha ido creciendo. Muchas personas se han acercado a él, lo han contenido y han compartido testimonios y experiencias; incluso, algunos que han sido docentes en las escuelas a las que asistió siendo niño y que supieron más o menos de forma directa de la situación familiar que atravesó. Juan Luis Turano contó que siendo niño fue abusado sexualmente por su padre.

Ha dicho, con el dolor y la conmoción que eso supone, que “cuando era chico, mi papá almorzaba y luego se iba a Club Social y mi mamá, al golf. Cuando regresaba, ingresaba a mi habitación, que estaba en la entrada de la casa, y me tiraba al piso. Me introducía los dedos en la boca y me hacía cerrar los ojos, yo escuchaba como se bajaba el cierre del pantalón y en ese momento perdía el conocimiento, porque estaba arriba mío y me asfixiaba. Cuando me despertaba, sentía un hormigueo en el cuerpo y mi papá estaba al lado mío”.

«Estos hechos ocurrieron reiteradas veces, hasta que comenzó a venir a Paraná por su trabajo, ya que iba a asumir como vocal en Tribunales. Yo rogaba que llegue el lunes, porque él viajaba y no quería que sea viernes, porque sabía que él volvía a nuestra casa”, expresó.

Caso Turano: por qué denuncié a mi papá

 

En una charla directa con Entre Ríos Ahora, contó cómo ocurrieron esos hechos, cuál es su origen y qué espera ahora que su caso llegó a la Justicia.

«Esta familia siempre me trató mal, siempre me golpeaba, siempre me metía miedo», dice. Esta familia son los Turano, su familia, o algo que alguna vez entendió como su familia. «Cuando empecé a hacerles frente, cuando empecé a darme cuenta de las cosas, me amenazaban: si yo hablaba, iban a salir a decir que había abusado de mi hermana menor.  Un invento para que yo me alejara de la familia y no hablara nada de lo que yo había vivido dentro de esa casa», cuenta.

Lo que vivió adentro de esa casa fueron los abusos de parte de su padre, según denunció en la Justicia. Fue abusado siendo niño, en La Paz, en la casa que habitaban los Turano.

Ahora, dice, se sacó una mochila de encima.

Se lo ve aliviado. Pero temeroso.

-¿Los Turano no son tu familia biológica?

-Tengo entendido de que soy adoptado. Eso es lo que me dijo esta mujer -se refiere a la esposa de Turano- cuando yo tenía 7 años.  No sé si lo dijo para que yo me quedara con esa idea para siempre. La libreta de familia dice que soy hijo legítimo de ellos. En ningún lado dice que soy adoptado. Aunque hace tres años encontré a mi mamá verdadera y lo primero que me dijo ella cuando fui a su encuentro fue: «Yo nunca te voy a decir quién es tu padre». Intenté después varias veces  preguntarle, pero siempre me respondía lo mismo. Me dijo que en algún momento lo íbamos a hablar. No la volví a ver nunca más.

-¿Por qué te vas de la casa de los Turano?

-Me voy porque me echaron de la casa. Me echaron a los 18 años. Me echaron como perro, con un bolsito y me llevaron a una pensión. Me llevó una señora que trabaja ahí. Ni siquiera fue uno de ellos. Me dieron provista de comida y me dejaron ahí. Pagaron un par de meses la pensión y después se olvidaron de mí.

-Ahora tu caso tuvo mucha repercusión. ¿Alguien de tu familia se comunicó con vos?

-De poarte de ellos, nadie. Me llamó un excuñado mío preguntándome si era cierto. Le dije que así como lo había hecho conmigo -los abusos- tambiérn lo había hecho con una de mis hermanas. Y dudo si no lo está haciendo con alguna de mis sobrinas.

-¿Cuándo tomaste conciencia de los hechos?

-Fue dificil, porque cada vez que lo veía a mi padre, sentía un miedo terrible. No quería que estuviera en la casa. Después, cuando fui creciendo, me fui dando cuenta, me fui revelando. Me hacían faltar la comida. Por eso salía a pedir a las panaderías. No tengo vergüenza de decirlo: tenbía hambre. Comía un platito al mediodía, y a la noche, una taza de leche y un poco de pan. No teníamos desayuno ni merienda. Ni mate te dejaban tomar. Cuando esta mujer me dijo que era adoptado, me empecé a excluir. Hice cosas de chico, de chico rebelde: le robaba a mi mamá los anillos de oro que tenía para comprar comida. Pero esta gente inventó que yo era drogadicto, que era un vago y yo jamás en mi vida me drogué, nunca fui vago, siempre laburé. Lo poco que tengo lo gané laburando. Siempre me quisieron dejar mal ellos.

-¿Cómo fue tu relación con Turano?

-Me cagaba a palos todo el tiempo. Por ahí, cada tanto, salíamos a caminar cuando estaba bueno. No teníamos relación. Cuando estaba en La Paz, pasaban estos hechos que yo relaté (se refiere a los abusos, NdelR). Pasaba en cerrado en una pieza. Siempre vivía encerrado. Para lo único que salía era para limpiar la casa. Había momentos en los que no había empleada doméstica, y limpiaba yo y mis hermanas la casa.

-¿Qué te llevó a hacer la denuncia?

-Me saqué una gran mochila porque es duro vivir así toda tu vida. Es duro. Y qué me llevó a denunciar: es que hay dos nenas que están viviendo con ellos, y temo que les esté pasando lo misnmo. Yo no quiero ni pido nada para mí. Yo quiero que la gente sepa que ellos demuestran ser una familia ejemplar y no lo son. Me saqué una mochila, que la gente sepa que no es todo como se aparenta. Él parece una persona correcta, pero no es para nada una persona correcta. Si hizo estas cosas, no es para nada correcto.

-¿Esperas condena?

-Si. Me gustaría que pague por lo que hizo. No fue solo violación sino apropiación de niño lo que hicieron. Me sacaron de mi madre. Los papeleos fue todo falsificado. Él era juez de Paz en La Paz. Cómo puede ser que yo haya nacido el 2 de enero del 85, y me anotaron en abril del 86. Yo sé que el va a manejar todo esto ahora que hice la denuncia. Lo  va a hacer como hizo en el juicio de mi hermana (Agustina). En ese juicio manejó todo por el solo hecho de cuidar el apellido. No podía quedar el caso como que la hija del doctor Turano se mató. Tenía que encontrar un culpable. Pero yo estoy seguro que mi hermana se mató. Porque en esa casa pasaban muchas cosas turbias. Y quiero que se haga justicia.

Se refiere a la condena de Pablo Actis.

El 5 de julio de 2016, la Sala Primera de la Cámara del Crimen condenó a la pareja Agustina Turano, Pablo Actis, por el asesinato. El presidente del tribunal, Miguel Giorgio, adhirió a la tesis del Ministerio Público Fiscal, que estuvo representado por María Carolina Castagno, y consideró acreditado que Pablo Actis resultó responsable de la muerte de Turano. “Hasta que encontraron el cuerpo de Turano, Actis tuvo el tiempo suficiente como para modificar la escena en su favor. Además, el imputado presentaba en su cuerpo signos inequívocos de haber entrado en lucha con otra persona. La lucha entre víctima y victimario fue hasta que el encartado hizo prevalecer su superioridad física. Actis, luego de golpear y dar muerte a su pareja por compresión manual en el cuello, lo que provocó la asfixia, llegó a montar un escenario de suicidio por ahorcamiento para enmascarar el resultado que él mismo provocara”, concluyó el presidente del tribunal.

Actis fue condenado  por homicidio doblemente agravado por el vínculo, en un contexto de violencia de género. Actis recibió la pena de prisión perpetua.