«Sé que muchas personas están preguntando en relación al caso Bairon en Villaguay. Les comento. La denuncia está hecha, intervino la policía, Fiscalía y el Área de Inspecciones. Se pudo constatar la causa del deceso y hay una causa penal abierta en curso. El problema es que estamos en Feria Judicial. Cuando se reactive la Justicia voy a hacer la presentación como parte querellante e intentar darle impulso para que no quede en la nada».

La abogada Cecilia Domínguez comenzó a intervenir otra vez en un caso de maltrato animal en Entre Ríos. En este caso, un hecho que derivó en la intervención de la Policía: la denuncia en la Jefatura Departamental Villaguay se concretó el 13 de este mes. Y apunta a un miembro de las Fuerzas Armadas, apostado en el Regimiento de Infantería Mecanizado 5, con asiento en Villaguay, quien habría dejado abandonado a un perro, de nombre Bairon, que finalmente murió.

«Lo compró a perrito. Al principio lo cuidaba, estaba con él, salían a pasear junto con su pareja. Luego, lo dejó abandonado y según muchas personas no lo alimentaba. Cuando se fue de vacaciones, y lo dejó al perro tirado en el fondo de la casa, sin avisar a nadie para que le diera de comer o le cambiara el agua. Por eso, las personas que quisieron ayudar al perrito no pudieron ingresar a darle asistencia y tuvieron que pedir el auxilio de la Policía», contó la letrada.

En ese estado, el perro Bairon finalmente murió.

«Con la intervención de la Policía y de Fiscalía, se ingresó al domicilio, se retiró el cuerpo de Bairon y se constató la causa de la muerte. Todo eso está acreditado y está en Fiscalía de Villaguay», indicó la letrada. La fiscal Virginia Dropsi, de la Unidad Fiscal Villaguay, intervino en la tramitación de la denuncia.

Cuando se reinicie la actividad en la Justicia, el 1º de febrero, Domínguez, se constituirá como querellante con la ONG Conciencia Animal.

La abogada Cecilia Domínguez ha sido parte en un caso que marcó jurisprudencia en Entre Ríos en lo relativo a derechos del animal.

En 2021, la jueza Fátima Anahí Polizzi, titular del Juzgado de Familia y Penal de Niños y Adolescentes de Villaguay, dictó un fallo inédito en Entre Ríos en una causa de violencia de género: extendió la medida cautelar de protección hacia la mujer denunciante con alcance también a las mascotas convivientes.

Al  momento de resolver, la magistrada tuvo en cuenta un fallo dictado en mayo de ese año por la Justicia de la provincia del Chaco, y consideró «pertinente la cautelar interesada, por estimar que las mascotas pueden ser utilizados como medios para ejercer violencia contra la mujer, maltratarla, amenazarla, y coaccionarla».

La sentencia fue resaltada por la abogada Cecilia Domínguez, proteccionista, que actúa en la causa en representación de la víctima.

Así, y a los fines de protección de la víctima denunciante «y evitar que sus mascotas se conviertan en un medio para causar daño y sufrimiento a la misma”, resolvió ampliar las medidas cautelares resueltas en beneficio de la mujer, y prohibir a la expareja «la realización todo acto de daño, lesión, ocultamiento, traslado o cualquier tipo de maltrato de las mascotas convivientes de la victima», que conviven con la víctima, «bajo apercibimiento de incurrir en el Delito de Desobediencia Judicial (…), todo ello en el marco de las cautelares de prohibición de realizar actos molestos, perturbadores e intimidatorios» resueltos el último 3 de septiembre.

Fallo inédito: una cautelar por las mascotas en causa por violencia de género

 

Se basó en lo resuelto por el juez Juan Pablo Lubary, titular del Juzgado de Niñez, Adolescencia y Familia  de Resistencia, Chaco, que intervino en una causa por violencia de género: una mujer que, tras una convivencia con un hombre a lo largo de 8 años, se había separado en buenos términos, aunque en el último tiempo había empezado a ser víctima de hostigamientos por parte de su ex. El caso alcanzó un grado de virulencia tal, que la mujer denunció al hombre por haber irrumpido en su vivienda, secuestrándole dos perros. Entonces, acudió a la Justicia y pidió su restitución con el argumento de que «los mismos son parte integrante de su familia, y que representan un sostén emocional en su vida».

En su resolución, el juez Lubary relata la mujer denunció que su ex «se llevó a sus perritos y no los regresó; ella se cansó de reclamárselos pero no los devuelve, para ella son como sus hijos y sabe que esto lo hace para lastimarla, para dañarla emocionalmente, ya que la afecta muchísimo a ella como a todo el grupo familiar. Que no se anima a ir a buscarlos por temor a que le pueda pasar algo ya que es una persona muy violenta. Sigue diciendo que solo hay tres cosas que le importan en la vida: sus hijos (a los que ya se acercó); su trabajo (la acosó) y sus ´perrhijos´ como ella los llama y con los que se quedó».

El juez dispuso la prohibición de acercamiento del ex a la víctima, le otorgó a la mujer un botón antipánico, y además resolvió lo siguiente: «Párrafo aparte, debemos señalar que estamos en presencia de la utilización de los animales (dos perros) como instrumentos para causar daño y sufrimiento psicológico a la Sra. N. A. B. y sus hijos. En estas situaciones, los animales son utilizados como chivos expiatorios, mecanismos para maltratar a la pareja o los hijos, para someterlos, amenazarlos, para evitar que se vayan y/o para asegurar su silencio respecto a su situación de víctimas».

 

Foto Ilustrativa

De la Redacción de Entre Ríos Ahora