“¡Basta de impunidad, violadores presos ya!!”, reza el cartel amarillo con letras negras que sostienen Belén Sánchez y María Elena Vega. Están en Santa Elena, ciudad del departamento La Paz, a 150 kilómetros de Paraná, que cada tanto es noticia por un nuevo caso de abuso sexual.

El jueves 19, Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual contra Niñas, Niños y Adolescentes, ambas participaron de las actividades para visibilizar la problemática. Llevan barbijos amarillos, color distintivo de la agrupación de madres de víctimas de abuso sexual infantil.

La historia de Belén y María Elena se cruzó el 25 de abril de 2017. Fue cuando la primera decidió publicar en Facebook que había sufrido abusos cuando niña por parte de dos integrantes de la congregación de los Testigos de Jehová local. La segunda, en ese entonces, era secretaria del área de la Mujer de la Municipalidad y, al conocer su caso, intervino para acompañarla a llevar la denuncia a la Justicia.

Matías Vargas y Vito Panza fueron los denunciados en la Fiscalía de La Paz. A la denuncia de Belén se le sumó la de otra joven. El caso quedó en manos del fiscal Facundo Barbosa que, tras dos años de investigación, pidió la elevación de la causa a juicio. La causa también contó con el impulso de la abogada de Belén, Valeria Burckhard, quien pide 20 años de cárcel para los acusados.

El juicio a los Testigos de Jehová se iba a concretar este año, en mayo, pero a raíz de la pandemia fue suspendido y se fijó realizarlo el 10, 11 y 12 de marzo de 2021 ante el tribunal conformado por los jueces Carolina Castagno, Gustavo Pimentel y Elvio Garzón.

“Voy a declarar como testigo en el juicio, porque Belén también fue mi alumna. Yo viví sus crisis en la Escuela Maipú, porque era tutora de los alumnos. Me ocupaba de resolver los problemas que tenían en el desarrollo del estudio. Tenía que canalizar qué le pasaba al chico para poder ayudarlo”, cuenta Vega a Entre Ríos Ahora.

Tras el recambio político de 2019, en el que asumió nuevamente Domingo Daniel Rossi, Vega dejó la Secretaría de la Mujer. A pesar de ello, sigue acompañando a las mujeres y familias que denuncian casos de abuso. “La gente me golpea la puerta de casa y me piden ayuda y cómo les voy a decir que no”, dice y recuerda una variedad de casos de abuso o conflictos familiares en el que ha intervenido últimamente.

Ahora, cuenta que acompaña a una familia cuya hija fue víctima de abuso por parte de un joven y que la Justicia aún no ha resuelto el caso. Esa inacción quedó en evidencia en las calles de la ciudad: las mujeres empapelaron postes y paredes con el rostro del abusador. “Hace un año que no han dictado ninguna medida y este hombre sigue molestando a la niña”, advierte Vega. “Vamos a seguir acompañando hasta que haya una resolución judicial”, agrega.

“El abuso no es algo que superas, es algo con lo que vivís”

Hoy, a tres años de la denuncia que cambió su vida, Belén Sanchéz salió del anonimato y cuenta en primera persona su lucha para visibilizar los casos de abuso en su pueblo, acompañando a otras mujeres en el proceso.

“Nos reunimos en la Plaza a las 10,30. Allí entregamos folletos sobre prevención del abuso sexual infantil y también se habló de la Educación Sexual Integral. Dialogamos con las madres que acaban de denunciar y el proceso que están pasando sus hijas, como tener ataques de pánico y de no poder dormir por las noches”, cuenta en diálogo con Entre Ríos Ahora.

“A la tarde nos reunimos en la Costanera Alta, fuimos unas cien personas, más o menos. Se reunieron muchas familias de niños. Tuvimos una charla respecto al derecho de los niños y de ahí salimos cantando, con carteles y con distanciamiento social», agrega.

En el trayecto, la manifestación de mujeres pasó frente a la casa de un joven de 20 años que recientemente fue denunciado por abusar de una nena. “Marchamos pidiendo a los vecinos que no sean indiferentes ante estas situaciones. Algunos vecinos nos aplaudían. Cuando pasamos por la casa de una persona denunciada, la familia medio que se nos burló, pero pudimos calmar la situación y seguir”.

“Íbamos pegando carteles con las imágenes de los denunciados. Después pasamos por la Iglesia Brasilera, que tiene a una persona denunciada guardada ahí. Finalizamos la marcha en el Juzgado de Paz, el cual quedó decorado con las caras de estos abusadores y lo llenamos de carteles y globos”, añade.

La jornada también fue propicia para desahogarse, como en un gran grupo de ayuda. “En las charlas había chicas que, como yo, habían denunciado y sufrieron abuso de niñas. Algunos pudieron narrar su experiencia y compartirla. Es muy bueno que la gente vea que estamos cansadas. Las mamás están cansadas de ir a los Juzgados y no se haga nada. Lamentablemente tenemos que salir a las calles para visibilizar esto. Tenemos que ser pacíficas con toda la bronca encima, porque estos abusadores andan como si nada y las víctimas están completamente desprotegidas”, denuncia.

Enseguida, Belén advierte el malestar y la zozobra ante la acumulación de causas de abuso en el pueblo. “Este día en especial, las mamás y las víctimas que pasamos por esto salimos a luchar. Nos mostramos fuertes. Ya estamos cansadas de que se acumulen las denuncias. Yo les voy a creer a los chicos y lamentablemente la sociedad no ayuda mucho. Me sentí de vuelta una nena, sensible, pero también me sentí acompañada y salí a acompañar a las mamás y a las chicas que están pasando por esta situación”.

La indiferencia social ante los casos de abuso y el encubrimiento en algunas familias también fue tema de diálogo en la jornada de prevención contra el abuso infantil. Al respecto, Belén comenta: “Hay muchas familias que encubren y no hablan nunca de estos casos. La verdad, debería marchar todo Santa Elena, sin importar de qué partido político sean o de qué religión sean. Más por los chicos vulnerables. Que un chico hable tiene un gran valor, pero hay niños que se lo guardan, como yo, que después le termina haciendo daño”.

“A veces me siento esa niña con miedo y desprotegida otra vez. Es más, veo las caras de ellos –por los denunciados de abuso- en mis sueños. El abuso no es algo que superas, es algo con lo que vivís”, sentencia.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora