Un hombre con una causa por violencia de género contra su expareja ingresó al domicilio de ésta, la golpeó y la amenazó de muerte. El hecho ocurrió este jueves a la medianoche en Paraná, y tan sólo cuatro días después de que un juez le otorgara la libertad, a pesar de que la fiscalía y la defensa pidieron que continúe con prisión domiciliaria.
En la medianoche del jueves, Alejandro Rivas fue hasta la casa de su expareja, MS, y la agredió brutalmente. Luego de romperle el labio superior de un cabezazo, tomó una tijera, cortó un mechón de cabello y le dijo que iba a matarla. Luego se retiró del lugar, pero fue detenido por personal policial que fue advertido por la víctima.
Apenas tres días antes, el lunes 14, el juez de Garantías Jorge Alberto Barbagelata Xavier le había otorgado la libertad, al rechazar el pedido de prórroga de la prisión domiciliaria solicitada, en conjunto, por la Unidad Fiscal de Violencia de Género y la defensa oficial del acusado.
Este viernes por la tarde, el juez que liberó a Rivas el lunes “enmendó” su decisión: le dictó la prisión preventiva por dos meses, y lo mandó a la Unidad Penal Nº1 de Paraná.
Esta vez, el magistrado hizo lugar al pedido de la fiscal de la Unidad Fiscal de Violencia de Género, María Eugenia Smith, quien solicitó que Rivas permanezca detenido hasta que se lleve a cabo el juicio oral y público, o por el término de 90 días. El juez decidió que sean 60 días (dos meses), con el fin, dijo, de que en ese plazo se lleve a cabo la audiencia de remisión de la causa a juicio o que se plasme un acuerdo de juicio abreviado. El defensor oficial, Jorge Luis Balbuena, solicitó, sin éxito, que a su defendido se le aplique la prisión domiciliaria.
Semanas atrás, Rivas firmó un acuerdo de juicio abreviado por una pena de cumplimiento efectivo de tres años de prisión por la causa de violencia de género y la acumulación de otras, que son en su mayoría hurtos. Sin embargo, ante el nuevo delito, la fiscalía anunció que dicho acuerdo no va a prosperar y que la causa será elevada a juicio oral y público. No obstante, se dejó abierta la posibilidad de alcanzar un nuevo abreviado, pero con una pena más elevada.
En la audiencia del viernes 18, la fiscal Smith señaló que el acuerdo de juicio a abreviado quedó sin efecto porque Rivas “ha dado cabal demostración de su falta de internalización de la norma y una vez más ha cometido gravísimos hechos contra la señora S.”.
Haciendo uso de su derecho a declarar, Rivas dio una versión que no convenció a la fiscalía. Negó que se haya presentado en la casa de su expareja, y aseguró que se la encontró por casualidad en un kiosco, y que la mujer lo insultó.
La fiscal Smith dijo que “no alcanzó a conmover en ningún punto los dichos de Rivas respecto de su causal encuentro con la señora, en tanto que la credibilidad de los dichos de la víctima de ningún modo puede ser puestos en tela de juicio. Es más, aunque Rivas niegue el ingreso al domicilio de la señora, él de ningún modo podía acercarse al domicilio en un radio de 200 metros”.
Como dato psicológico, Smith dijo que Rivas tiene cierta obstinación por “demostrar simbólicamente a la víctima que la norma penal no rige para él, y que cualquier medida que se adopte sobre él no va a hacerle mella. Es decir, que es inútil que se lo denuncie”.
Luego solicitó la prisión preventiva en la Unidad Penal Nº 1 de Paraná, dado el riesgo procesal de entorpecimiento de la investigación y de la integridad de la víctima.
Finalmente, el juez de Garantías, que había liberado a Rivas el lunes, decidió que permanezca detenido en la Unidad Penal N° 1 por un plazo de dos meses. El magistrado dijo que fijó ese plazo con el fin de que se acelere la audiencia de remisión a juicio o el acuerdo de juicio abreviado que pongan fin al caso.
Especial para Entre Ríos Ahora.