Aunque la dimisión lleva varias semanas, recién hoy la Iglesia de Paraná oficializó la renuncia del rector del Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, Eduardo Jacob, y la designación de su reemplazante, Cristian Torres.
La novedad, de forma escueta, se conoció esta manaña, sin que se precise cuál será el nuevo destino del exrector, que había llegado en 2013, en medio del sacudón que produjo hacia el interior de la Iglesia Católica la ventilación del caso de los abusos del cura Justo José Ilarraz.
A esa investigación, que lleva adelante la Justicia desde septiembre de 2012, le siguieron, en junio de 2015, la causa que se abrió en Villaguay contra el cura Marcelino Ricardo Moya, y en Nogoyá, sobre el sacerdote Juan Diego Escobar Gaviria. Pero no son los únicos bajo sospecha.
Jacob había llegado al Seminario en los primeros días de enero de 2013.
Entonces, se conoció que el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, aceptó la renuncia presentada por el rector del Seminario Arquidiocesano, Mario Alberto Haller, quien había asumido en el cargo en 2005, en reemplazo de Ramón Dus, entonces designado obispo de Reconquista, Santa Fe.
Entre otras medidas que decidió entonces, luego de la implosión del caso Ilarraz, Puiggari también relevó del cargo de delegado episcopal de Educación al sacerdote José Francisco Dumoulin, y lo trasladó de Paraná a Villaguay. Luego, a finales de 2015, Dumoulin terminaría renunciando en medio de duras acusaciones por encubrimiento contra la cúpula de la Iglesia en torno al caso Ilarraz.
También junto con esas medidas internas, la Iglesia aceptó la renuncia a su cargo de párroco en Nuestra Señora del Carmen de Nogoyá del cura Javier Balcar, quien luego fue trasladado a la Parroquia del Carmen, en Paraná, de donde también renunció. Luego de vivir bajo el ala de Puiggari en la casa episcopal de la Costanera, fue enviado a Lucas González, para cubrir la vacante que dejó Escobar Gaviria tras la apertura de una causa judicial por abusos.
Quien ahora dimitió al cargo de rector del Seminario, Eduardo Jacob, fue testigo en la investigación diocesana que ordenó realizar en 1995 el entonces arzobispo Estanislao Esteban Karlic, y que tuvo a su cargo el cura abogado Silvio Fariña Vaccarezza. Su testimonio está incorporado al expediente que la curia envió a la Justicia, y que se agregóal expediente “Ilarraz Justo José s/Promoción a la corrupción agravada”, una investigación penal que está a punto de ir a juicio oral.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.