No hay ley que proteja las fachadas antiguas de la ciudad. El bum inmobiliario arrasa con todo, y el aprovechamiento al máximo de las parcelas ubicadas en las zonas más demandadas provoca que donde hubo casas bajas ahora se levanten torres. En calle Corrientes, entre Victoria y Nogoyá, hubo una de esas fachadas antiguas, de otro siglo, pero ahora ya no. El martillo pasó por encima con todo, y ahora ya no queda nada.

 

 
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.