Diego Dlugovitzky, presidente de la filial local de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), cobró notoriedad nacional en mayo último cuando ocurrió el escándalo entre el dirigente Ariel Cohen Sabban, a quien la actriz Esmeralda Mitre acusó por extorsión y abuso sexual.

Entonces, Dlugovizky, vicepresidente de DAIA a nivel nacional y presidente del Consejo Federal de la entidad, pidió la renuncia de toda la conducción por «carecer de legitimidad y representatividad» para continuar al frente de la entidad y «proteger» a Cohen Sabbat. Nadie renunció, excepto Cohen Sabbat.

Ahora, el dirigente paranaense decidió dar un paso al costado en todos los cargos que mantiene en las entidades comunitarias: el día es el 8 de octubre. Deja la presidencia del Consejo Federal, la vicepresidencia de la DAIA nacional y la titularidad de la delegación local, que preside desde hace ocho años.

En mayo tuvo la propuesta de presidir la DAIA a nivel nacional, pero finalmente el ofrecimiento no prosperó ante la intransigencia del resto de la dirigencia de dar un paso al costado. De haber accedido a ese puesto, hubiera sido la primera vez que un dirigente del interior alcanzara ese sillón dentro de DAIA.

-Dejas la dirigencia comunitaria. ¿Te volcas a la política? 

-Voy a estar donde me sienta cómodo y donde mis valores los vea reflejadas.

 

En realidad, Dlugovitzky ya tiene ofrecimientos para sumarse a un espacio determinado dentro del arco político provincial, aunque de momento prefiere moverse con cautela. No es la primera vez que tiene propuestas semejantes: en las elecciones de 2015 recibió varios ofrecimientos, que rechazó.

La semana pasada, la viceintendenta de Paraná, Josefina Etienot (Cambiemos), posteó en las redes sociales una foto de un encuentro con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, de la que tomaron parte, además, la diputada provincial Ayelén Acosta y el propio Dlugovitzky. Al respecto, dice: «La foto muestra una visita. Estoy terminando mi gestión en DAIA y estoy empezando a despedirme de funcionarios con los que he tenido trato. Pero además, me interesaba dejar las puertas abiertas para adelante».

«A mí siempre me interesó el trabajo en la ciudad. Siempre desde DAIA busqué lo mejor para nuestra ciudad y espero poder seguir haciéndolo desde otros espacios, seguir en ese camino. Es lo que me gusta. Lo vengo haciendo desde hace diez años. En lo que pueda ser útil para mi ciudad, lo voy a hacer. Después, veremos desde qué lugar se puede hacer. Yo no hablo todavía de espacios políticos, aunque he tenido ofrecimientos. A mí me gusta trabajar, hacer cosas. La política es interesante. Me gusta. Desde la política uno puede ayudar a mucha gente, la llegada es más amplia, más profunda. Pero desde la sociedad civil también lo he hecho. Todos podemos ayudar desde el lugar que nos toque», señala.

-O sea: ¿hay un ofrecimiento concreto para sumarte a un espacio político?

-Estoy viendo. Es una posibilidad. Pero eso depende de muchas cosas. Tiene que ver también con una decisión personal, y con cosas que me exceden. Es una posibilidad la política. Me gusta la idea. Pero también me gusta el trabajo desde la sociedad civil. Veremos.

En realidad, la posibilidad de dejar atrás su activa participación dentro de la dirigencia comunitaria y saltar a la política la viene analizando desde hace tiempo. En febrero último, Entre Ríos Ahora publicó una entrevista en la que habló de eso: “No lo descarto”, dijo entonces ante la consulta.

 

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.