Fue restaurado en 2013, como parte de un plan que puso a punto varias esculturas en paseos públicos. Pero al poco tiempo volvió a lo mismo: el deterioro. Y cada vez es peor. La Plaza Alvear es un sitio de mucha convocatoria, de mucha actividad, últimamente muy deteriorado. Tiene una fuente preciosa, un trazado que acompaña el perfil urbanístico de Paraná, pero reclama atención. Igual que el Monumento a la Madre. Se trata de una obra que data del año 1966, del escultor Francisco Marini. Pero es un dato que casi nadie recuerda.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.