«Esta causa muestra no solamente la premeditada doble vara de la Justicia entrerriana, sino también su complicidad con la violencia de género que ejercen los Etchevehere corruptos contra mí. La misma violencia que vengo sufriendo hace más de once años y que ahora puede ser corroborada en imágenes y declaraciones y cuyo objetivo es negar mis derechos esenciales. Esto es delito».

De ese modo se expresó Dolores Etchevehere sobre la causa por presunta usurpación y desobediencia judicial que tendrá mañana miércoles una audiencia clave: desde las 9, en los Tribunales de La Paz, se discutirá si es enviada a juicio oral y público junto a su abogado Facundo Taboada. Lo hizo durante una conferencia de prensa que brindó este martes acompañada de Taboada y la presencia de los demás integrantes de su defensa, Patricio Cozzi, Lisandro Mobilia y Silvia Mammana. La rueda de prensa fue en el estudio de uno de sus letrados, Patricio Cozzi.

La causa se inició por la toma del campo Casa Nueva, en el Paraje El Quebracho, en el acceso a Santa Elena, entre el 15 y 29 de octubre de 2020. El ingreso a la estancia suscitó la atención nacional, puesto que contó con el apoyo e impulso del dirigente del movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE) y abogado Juan Grabois.

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El 4 de junio de este año, a casi un año de los hechos, los fiscales Oscar Sobko y María Constanza Bessa, de la Unidad Fiscal de La Paz, solicitaron la remisión de la causa a juicio, con un pedido de condenada de un año de prisión condicional –no irán presos- para Dolores y el abogado Taboada. Pero ese trámite se ha aplazado ya tres veces.

Este martes, previo a la audiencia, Dolores leyó ante los medios una declaración en la que calificó a la Justicia de «cómplice» de los «Etchevehere corruptos» por avanzar con su caso y no con las denuncias por estafa y el vaciamiento de El Diario de Paraná.

«Cuando los Etchevehere corruptos usurparon con una escopeta en mano los terrenos de la Escuela Agrotécnica, lindera a Casa Nueva, nadie investigó nada. Lo terminaron arreglando en un cuarto cerrado a cambio de cien litros de gasoil», manifestó, en alusión a una causa que se abrió en la Justicia de La Paz en 2007, cuando Juan Diego Etchevehere fue acusado de haber ingreso a un predio lindero a la estancia Casa Nueva, aduciendo propiedad sobre el mismo. El 20 de diciembre de 2010 la causa terminó con una probation para Juan Diego, en el que se le ordenó realizar  tareas comunitarias no remuneradas consistente en asesoramiento legal para las personas que asisten al Centro Integrador Comunitario, dependiente de la Municipalidad de Paraná. Y el aporte mensual de cien litros de nafta súper , durante dos años, para la ambulancia del Hospital de Santa Elena. La probation fue cumplida y fue sobreseído en 2014.

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Enseguida, Dolores aseguró: «Cuando fui a la casa de mi padre, a la que fui toda mi vida, y a la que seguí yendo, incluso después de la muerte de mi padre, poco tiempo antes de los hechos de Casa Nueva, me enviaron 150 policías, me llevaron presa y me fabricaron una causa sin ninguna prueba».

«Tengo que soportar que el propio Estado me acuse de ir a una casa que es mía. Si quieren llevar esta violencia a juicio, que lo hagan. Tengo la convicción y he decidido que todos los delitos cometidos contra mí queden expuestos. Además, que queden expuestos los funcionarios judiciales que han participado de este proceso inhumano, como también que queden expuestos los contadores, escribanos y abogados que participaron en complicidad con los Etchevehere corruptos», añadió.

En ese sentido, la dirigente de Proyecto Artigas se preguntó: «¿Por qué sólo me investigan a mí?¿Por qué esconden las pruebas que los condenan a los Etchevehere corruptos? ¿Y por qué hay causas llenas de pruebas que tardan diez años en avanzar? En la única que me investigan sin ninguna prueba tiene un tratamiento exprés».

Finalmente, consideró que la causa en su contra también tiene que ver por su género: «En este país y particularmente en Entre Ríos ser mujer significa que tus derechos hereditarios están en peligro. Este caso va a servir para que estos abusos de los varones se terminen».

«Es un caso testigo porque demuestra que la violencia de género es padecida por las mujeres sin importar su condición económica. Qué mensaje les estamos enviando a todas aquellas mujeres que están sufriendo algo similar», manifestó y pidió a las mujeres que sufren algún tipo de violencia «no bajen los brazos, que al final la verdad se sabe y la justicia llega».

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.